«Hay una poesía de Marlene Delbrel, la mística de las periferias, que exhortaba sobre todo a no ser rígido. La rigidez es un pecado, un pecado que muchas veces entra en los clérigos, consagrados y consagradas», advirtió el papa.
El papa Francisco avanzó este sábado que no publicará una exhortación apostólica tras el Sínodo, la asamblea de obispos y laicos de todo el mundo que ha debatido sobre temas de calado para la Iglesia, sino que «bastará» con el documento con conclusiones que le han redactado.
«Ahora, con todo lo que ha emergido en el camino sinodal, hay y habrá que tomar decisiones (…) Por eso no pretendo publicar una exhortación apostólica», dijo ante los miembros del Sínodo en el cierre de las sesiones, en el Aula Pablo VI vaticano.
Y agregó: «En el documento ya hay indicaciones muy concretas que pueden servir de guía para la misión de las iglesias en los distintos continentes y contextos. Por eso, lo pongo de inmediato a disposición de todos».
El Sinodo ha reunido este mes en el Vaticano a obispos de todo el mundo pero, por deseo de Francisco, también ha integrado a laicos y mujeres con derecho a voto para tratar cuestiones importantes para la iglesia y su futuro.
Las sesiones de debate han terminado hoy, después de tres años de «camino», con la votación de un documento final con esas indicaciones que será presentado en una rueda de prensa.
Este documento quedará validado por el pontífice argentino, que no escribirá una exhortación con indicaciones, como es habitual.
Busca retrasar decisiones
No se trata de un intento de «retrasar decisiones», precisó, sino que escuchará las propuestas de los grupos de trabajo que ha creado sobre varias cuestiones.
El papa sostuvo que «en este tiempo marcado por las guerras» la iglesia debe ser «testigo de paz» y respetar «la convivencia de las diversidades».
Asimimo afirmó que la rigidez es un pecado:
«Hay una poesía de Marlene Delbrel, la mística de las periferias, que exhortaba sobre todo a no ser rígido. La rigidez es un pecado, un pecado que muchas veces entra en los clérigos, consagrados y consagradas», advirtió.
Y animó a acoger a «todos»: «¡Cuánto mal hacen los hombres y mujeres de iglesia cuando levantan muros! ¡Cuánto mal!», denunció. EFE
Fuente: eldesconcierto.cl