El técnico de Colo Colo perdió la cabeza camino a camarines. Después acusó que Polic lo invitó a pelear.
Cuando el árbitro César Deischler pitó el final del partido entre Temuco y Colo Colo, el técnico albo Pablo Guede fue a buscar inmediatamente a sus jugadores para que no se quedaran en la cancha discutiendo con los jueces. El DT se veía calmado, pese a que su equipo había perdido por 1-0 y sufrido las expulsiones de Benjamín Berríos y Matías Zaldivia (ambos por doble amonestación) y Esteban Paredes, este último mientras estaba en la banca, por supuestos insultos.
Sin embargo, el comportamiento del entrenador varió completamente en apenas unos minutos, porque en el sector de camarines estaba fuera de sí, iracundo. El argentino gritaba hacia el interior del vestuario de los jueces, mientras era sujetado por personal de seguridad y del propio Cacique. “¡Cuando quieras y donde quieras!”, le vociferaba el DT al cuarto árbitro, ante la mirada de Deischler, a centímetros. “¡Eres un hijo de puta, Polic!”, prosiguió el argentino, flanqueado por su ayudante Gustavo Grondona, quien también estaba sulfurado. La escena fue captada por la transmisión del Canal del Fútbol (CDF).
Luego, en conferencia de prensa, el adiestrador se refirió al destinatario de sus reclamos. “Esto no pasa por casualidad. Deischler no tiene nada que ver, hizo lo mejor que pudo, pero el problema es el cuarto árbitro. Fue él quien echó a (Benjamín) Berríos; la primera amarilla se la sacan por él. También me dicen que él pidió echar a (Óscar) Opazo y no tenía nada que ver, ni siquiera la había tocado con la mano. Después echa al Tanque, cuando no estaba haciendo nada. Decía ‘hay que echar a Esteban, hay que echar a Esteban’. A mí, adentro de la cancha, me amenaza, que me pelea cuando quiera y donde quiera”, acusó Guede, un poco más tranquilo después de sus minutos de furia.
“Sabía que quería que me expulsaran, porque él provoca y hace esas cosas. Me amenazó. Me quedé tranquilito, calladito, para que no me echaran. Me comporté como me comporto siempre en un banquillo. Cuando entro acá no lo insulté nunca, sólo reaccioné cuando me empezó a agarrar gente que no sabía quién era. Le dije a Deischler: ‘Lo único que pido es que lo denuncie a Polic en el informe’. El problema es que Polic se retira y le está arruinando la carrera a un buen árbitro que tiene un futuro bárbaro. Esto me lo llevo comiendo casi un año. Entonces no es casualidad. Las cosas no pasan por casualidad. No puede ser que un cuarto árbitro maneje un partido desde afuera con tres expulsados. La primera amarilla a Berríos la saca él, ahí es cuando voy y le protesto, y que es donde va él y me amenaza. Uno también tiene sangre, pero no le falté el respeto nunca”, prosiguió.
El enojo de Guede iba de la mano con la incertidumbre sobre su continuidad en el club, la que depende de la obtención del título del Torneo de Transición. Ayer, por primera vez, lo reconoció.
“Me estoy jugando mi futuro. Me quedan cuatro partidos en Colo Colo. Si tenemos que perder porque jugamos mal o porque soy muy malo, me tocará, pero no puede ser que en tres partidos tres expulsados. No somos un equipo agresivo. No tengo problemas en irme, pero irme porque una persona que hace de cuarto árbitro nos mata, eso no. Me viene buscando hace casi un año, él y dos más (…) Van a tener que hacer más para voltearnos”, remató.
Jorge Valdivia también aludió a Polic. “César se dejó influenciar por Polic que estaba afuera. Lo vi complicado por todas las cosas que le hablaban por interno”, dijo.
El DT vencedor, Dalcio Giovagnoli, se fue satisfecho: “Más allá de las expulsiones, vi a un Temuco muy superior”.