El Servicio Secreto de Estados Unidos, responsable de la protección de presidentes y expresidentes, está bajo escrutinio por posibles fallos de seguridad que permitieron el ataque contra Donald Trump este sábado.
El exmandatario fue alcanzado en una oreja, mientras que un espectador falleció y otros dos resultaron gravemente heridos por los disparos de un atacante.
El FBI está investigando el caso como un intento de asesinato contra Trump.
Thomas Matthew Crook, de 20 años, logró acercarse armado con un fusil semiautomático AR-15 a las inmediaciones del lugar donde Trump celebraba un evento de campaña ante miles de seguidores.
El atacante se encaramó al tejado de un edificio situado a menos de 200 metros de donde Trump ofrecía un discurso, fuera del perímetro de seguridad pero lo suficientemente cerca como para disparar desde allí.
Fuente: BBC