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Italia aprueba una ley contra los vientres de alquiler que será de aplicación también fuera del país
El Senado italiano aprobó el miércoles una ley que establece los vientres de alquiler como «delito universal», es decir, perseguible por los jueces italianos también cuando haya sido cometido fuera de Italia, donde ya era ilegal.
La norma, conocida como Ley Varchi, fue respaldada por 84 votos a favor y 58 en contra. Había obtenido previamente la aprobación de la Cámara de los Diputados por 166 votos a favor, 109 en contra y 4 abstenciones.
La ley fue impulsada por la primera ministra Giorgia Meloni y ha contado con el apoyo de la coalición de gobierno formada por los partidos Fratelli d’Italia, Forza Italia y la Lega.
La oposición de izquierda se manifestó en contra. Dentro del movimiento feminista también hay divisiones: la apoyan los grupos que consideran la ‘maternidad subrogada’ una forma de explotación de la mujer, y la rechazan quienes priorizan “el derecho de la mujer a decidir sobre su propio cuerpo”.
La ministra de Familia e Igualdad de Oportunidades, Eugenia Rocella, defendió la ley como una medida para combatir la trata de personas y el turismo reproductivo: «Quien se atrinchera detrás de la retórica de los ‘derechos’ para justificar la práctica del vientre de alquiler debería preguntarse por qué existe toda una red feminista mundial que apoya la iniciativa de Italia y considera a nuestro país un ejemplo a seguir«.
El problema de la filiación y registro
En los países donde los vientres de alquiler están prohibidos, se presenta la cuestión de cómo manejar la filiación y registro de los niños concebidos por esta vía en el extranjero.
Esto es aprovechado por quienes promueven dicha industria para forzar un reconocimiento de hecho a través de resoluciones judiciales, con miras a presionar en el futuro por una legalización.
La nueva ley dificultará este tipo de estrategias para eludir la prohibición vigente en Italia.
Según declaró Jacopo Coghe, portavoz de la asociación ProVita&Famiglia, «a partir de hoy, aún más que antes, los jueces tendrán que rechazar las peticiones de inscribir las actas de nacimiento presentados por parejas que se han aprovechado de vientres de alquiler del exterior para tener hijos de otros».
La Iglesia Católica condena la práctica de los vientres de alquiler por considerarla contraria a la dignidad humana y los derechos del niño. Defiende el derecho de todo niño a nacer de una madre que lo acoja en su seno por amor.
Fuente: razonmasfe.com
