La Corte Europea de Derechos Humanos (CEDH) emitió un fallo histórico el pasado 13 de junio de 2024, al determinar que el suicidio asistido no constituye un derecho humano.
La Corte Europea de Derechos Humanos (CEDH) emitió un fallo histórico el pasado 13 de junio de 2024, al determinar que el suicidio asistido no constituye un derecho humano.
La decisión se produjo en el marco de una demanda presentada por Alfonso Karsai, un exjurista de la Corte afectado por una enfermedad neurodegenerativa, quien alegaba que Hungría violaba sus derechos al negarle la posibilidad de recurrir al suicidio asistido.
Tras analizar el caso, la CEDH dictaminó por 6 votos contra 1 que los Estados tienen un amplio margen de discreción en esta materia, dado lo sensible de la cuestión desde el punto de vista ético. Así, pueden seguir prohibiendo estas prácticas sin violar la Convención Europea de Derechos Humanos.
La Corte destacó además que la mayoría de los países europeos mantienen la ilegalidad del suicidio asistido y la eutanasia. También advirtió sobre los riesgos de abusos y errores que conllevan.
No obstante, dejó la puerta abierta para reconsiderar esta postura en el futuro, si se produjeran cambios significativos en las legislaciones nacionales y en las normas internacionales de ética médica.
Por primera vez, la CEDH enfatizó la importancia de garantizar el acceso a cuidados paliativos de calidad, incluyendo un tratamiento eficaz del dolor, como esenciales para asegurar una muerte digna.
Uno de los siete jueces que intervinieron en el caso emitió un voto particular a favor de reconocer el suicidio médicamente asistido como un derecho, invocando una interpretación progresista de la Convención.
La decisión ha sido celebrada por organizaciones provida pero criticada por quienes promueven la legalización de la eutanasia.
Fuente: www.razonmasfe.com