Argentina podría verse obligado a pagar 16.000 millones de dólares de indemnización por la nacionalización de la petrolera YPF en 2012, tras el fallo de una jueza estadounidense que aceptó los argumentos de los demandantes sobre el pago de intereses compensatorios por esta operación.
Argentina anunció inmediatamente que apelará la decisión.
La jueza del tribunal del distrito sur de Nueva York, Loretta Preska, debía determinar los parámetros para el cálculo de la indemnización y si debían o no aplicarse intereses. Los demandantes, el bufete de abogados Burford Capital, especializado en comprar litigios ajenos, pedían entre 6 y 8% de intereses y cuestionaban la fecha para su cálculo.
Este punto era central al litigio: la demanda reclamaba considerar el 16 de abril de 2012, cuando el gobierno argentino anunció la nacionalización, como fecha válida, mientras Argentina sostenía que debía ser el 3 de mayo, cuando el Congreso aprobó la ley de nacionalización y el precio de las acciones de YPF se había desplomado un 40%. El Ejecutivo promulgó la ley el 7 de mayo de 2012.
La cantidad en juego por estas diferencias oscilaba entre 16.050 millones de dólares y 9.490 millones, respectivamaente, dependiendo de que se tomara en cuenta una y otra fecha aplicando unos intereses del 8%. Argentina estaba dispuesta a pagar 4.920 millones, según sus cálculos, sin intereses.
La jueza consideró en su fallo de 25 páginas que Argentina «ejerció el control indirecto» de la empresa, entonces en manos de la petrolera española Repsol, desde «el 16 de abril de 2012».
«Mediante la intervención, la República privó a Repsol del control de sus acciones y ejerció así un control indirecto sobre las mismas», agrega.
Asimismo, «considera que los intereses del 8% son apropiados» para calcular la indemnización y «deberían correr desde el 3 de mayo de 2012».
Se trata del peor escenario posible para Argentina.
Apelación
El gobierno argentino «apelará inmediatamente» el fallo y el presidente Alberto Fernández, quien participa en India de la cumbre de líderes del Grupo de los 20, ya analizó la situación con la Procuración del Tesoro, anunció la vocero presidencial, Gabriela Cerruti.
«Seguiremos defendiendo la soberanía energética y nuestra empresa estatal YPF frente a los fondos buitres», escribió la portavoz en la red social X, en alusión a los demandantes.
El caso remonta a 2012 cuando Argentina nacionalizó la petrolera YPF, controlada por el grupo español Repsol. Dos años más tarde, la española fue indemnizada con 5.000 millones de dólares para zanjar el litigio.
No así otros accionistas minoritarios como el Grupo Petersen o Eton Park Capital (25,4% del capital de YPF), que en 2015 presentaron una demanda, alegando que el país no había presentado una oferta pública de adquisición como preveía la ley.
En aquella época, el ministro argentino de Economía, Axel Kicillof, aseguró que este requisito hubiera sido una «trampa» y solo un «tarado» esperaría que Argentina e YPF lo cumplieran.
El bufete Burford Capital pagó 16,6 millones de dólares a esas dos empresas perjudicadas para financiar las demandas judiciales, con lo que sus ganancias por este caso podrían ser exponenciales.
En junio de 2019, la Corte Suprema de Estados Unidos rechazó el pedido de Argentina para que el litigio se dirimiera en tribunales del país, y el pasado marzo, la jueza Preska determinó que Argentina es responsable de las pérdidas sufridas por la nacionalización de la petrolera.
Fuente: rfi.fr