La Organización de los Estados Americanos condena el exceso y desproporción del uso de la fuerza por parte del Estado en las protestas y respalda las investigaciones que desarrolla la CIDH sobre violaciones a los derechos humanos.
Mediante un comunicado, la Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) informó que respalda las investigaciones y conclusiones que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) realiza sobreviolaciones de derechos humanos, en el contexto de las manifestaciones sociales.
“Especialmente deploramos las muertes, tanto las que se han dado por el exceso y la desproporción del uso de la fuerza por parte del Estado, como las que han ocurrido en el marco de los saqueos. Es imperativo el más pronto reestablecimiento de patrones del más pleno respeto a los derechos humanos“, señala el documento.
La OEA valora además la apertura del gobierno “de invitar a las Organizaciones internacionales de derechos humanos a visitar Chile y evaluar la situación”, indicando que es esencial “contemplar la legitimidad de los reclamos de la población y fortalecer las políticas sociales (…) Es también esencial fortalecer el diálogo institucional, político y social para los efectos de canalizar los mejores y más necesarias soluciones”.
De acuerdo a la OEA, la situación en Chile es similar a la que han pasado anteriormente Ecuador y Colombia, detallando que “las brisas del régimen bolivariano impulsadas por el madurismo y el régimen cubano traen violencia, saqueos, destrucción y un propósito político de atacar directamente el sistema democrático y tratar de forzar interrupciones en los mandatos constitucionales. Los intentos que hemos visto documentados en Ecuador y Colombia, vemos hoy repetido ese patrón en Chile”.
“La polarización, el odio, la violencia, las malas prácticas, las políticas de violación sistemática de derechos humanos y crímenes de lesa humanidad con que las dictaduras impregnaron a nuestros sistemas políticos deben ser erradicadas y asiladas, vengan de donde vengan. Es entonces imprescindible aislar los focos de violencia que tienen su origen en esfuerzos externos e internos de desestabilización institucional“, agrega el texto.
“Los ataques a la democracia deben ser condenados en todo caso y debe asegurarse el sistema político que los mandatos constitucionales otorgados por el pueblo deben ser siempre respetados”, concluye la OEA.