Aseguran que los detalles se darán a conocer una vez que termine la visita del pontífice.
La vocera de Gobierno, Paula Narváez, realizó un llamado a la calma a los contribuyentes.
A menos de un mes de la visita del papa Francisco al país, se mantiene el hermetismo en el Gobierno y en la Iglesia por los costos que conllevará al Estado la visita del pontífice.
Monseñor Fernando Ramos, coordinador nacional de Francisco en Chile de la Iglesia Católica, se sumó a las palabras de Benito Baranda y planteó que «si bien es cierto que hay que hacer ingentes gastos, estos serán dentro de lo que corresponde a una visita».
Además, destacó la posibilidad de que se decrete feriado en la Región Metropolitana, ya que «si era un día laboral normal iba a colapsar la ciudad. Entonces nosotros hemos, en repetidas ocasiones, manifestado nuestro interés en que son las autoridades las que tenían que definir el medio más adecuado para que esto no ocurriera y ellos han decidido llevar adelante este proyecto de declarar feriado y nos tiene eso muy contentos».
Por su parte, desde el Ejecutivo, la ministra vocera Paula Narváez llamó «a la calma» a los contribuyentes por los gastos del viaje.
En paralelo, durante esta jornada se presentaron los autos híbridos que usará el papa, los que fueron donados por una automora, avaluados en 19 millones de pesos y que serán rematados tras la visita.
Bajo el nombre «No construyamos muros, sino puentes», la Compañía de Jesús, con el Hogar de Cristo, Techo, Infocap y otros, lanzaron una campaña para llamar a tener en cuetan a las personas excluidas por la sociedad.
El capellán del Hogar de Cristo, Pablo Walker, planteó que la iniciativa «significa cuestionar también todas nuestras instituciones, en términos de cuáles son los principales acentos: si estamos diseñando las decisiones en función de los que expulsamos, de los que marginamos, de manera que vuelvan al ejercicio de sus derechos, o sencillamente estamos prescindiendo de ellos. Por eso la imagen es bien potente: no construyamos muros, sino que puentes».
«Que las llaves que nos han dado a los que tenemos autoridad sean para abrir puertas y no para cerrarlas; eso es lo que dice Francisco», dijo.
El pontífice llegará al Santuario del Padre Hurtado para una reunión con jesuitas, y posteriormente se realizará el denominado «Encuentro con el cristo pobre», en el que participarán 400 personas «excluidas».
Una de las asistentes a este encuentro será María Morales, del Hogar Abierto de Estación Central para personas de tercera edad, quien aseguró que siente «mucha emoción, mucha inquietud, de todo un poco, emoción por mis hijos también. Muy contenta, muy feliz. Tenemos que botar esa barrera, para que seamos más unidos, ese es el pedido del padre hacia el papa».