En apenas 75 años, España habrá pasado de estar entre las naciones más jóvenes de la OCDE, a ser una de las que mayor proporción de jubilados tendrá, sólo superada por Japón.
Pintura contemporánea pareja de ancianos, óleo sobre lienzo/Castelao 74.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha advertido a España de la complejidad a la que se enfrentará en el futuro para la sostenibilidad del sistema público de pensiones debido al envejecimiento de la población.
El organismo apunta a que el país tendrá en 2050 la segunda mayor tasa de dependencia del mundo, solo superada por Japón. País conocido por su preocupante problema de envejecimiento poblacional.
En concreto, en los próximos 32 años, cuando la generación nacida en la década de los noventa esté próxima a la jubilación, se observará cómo 77,5 de cada 100 habitantes españoles serán pensionistas, frente al 30,6% de 2015 o el 19% de hace 40 años.
Esta ratio solo será superada “ligeramente” por Japón, que en 2050 contará con 77,8 personas mayores de 65 años por cada 100 habitantes.
Con este dato, la OCDE puso de manifiesto, nuevamente, el complejo futuro de la Seguridad Social y las dificultades existentes para que el sistema siga siendo sostenible.
Presión sobre la sostenibilidad financiera
De hecho, el organismo presidido por el mexicano Ángel Gurría afirma que “el envejecimiento de la población, que se acelerará a un ritmo muy rápido en España, presiona sobre la sostenibilidad financiera y la adecuación de los ingresos de los sistemas de pensiones”.
Asimismo, la OCDE apunta que el sistema español es el más generoso de toda la Organización ya que la tasa de sustitución, que es la relación que existe entre la última nómina que se percibe como trabajador y la primera pensión, es del 82%.
El dato “es mucho más alto que la media de la OCDE, que es del 63%, incluso teniendo en cuenta la importante reforma del sistema de pensiones aprobada en 2013”, explica el organismo.