Dentro de casi un año, se lanzará el aparato DART que impactará en 2022 a Didymos B, un cuerpo ubicado a once millones de kilómetros de la Tierra con el fin de estudiar su posible cambio de trayectoria
Falta casi un año para que lo que tantas películas de Hollywood imaginaron y llevaron a la pantalla grande, se haga realidad: impactar un asteroide para desviar su curso y analizar cómo resultó la misión a fin de replicarla si alguna vez uno de estos cuerpos espaciales de gran tamaño amenaza con chocar a la Tierra.
Y es que cada año las agencias espaciales de todo el mundo identifican a varios asteroides que pasan a una distancia espacial cercana de nuestro planeta, lo que implica un riesgo que alguna vez podría concretarse y repetirse como sucedió con el que impactó hace más de 60 millones de años y terminó con los dinosaurios, por ejemplo.
La misión espacial de la NASA se llama DART (Double Asteroid Redirection o prueba de redirección de doble asteroide), nombre de la nave espacial que impactará a medidados de 2022 a un pequeño asteroide llamado 65803 Didymos B (del griego que significa “gemelo”), que es una luna de 160 metros de diámetro que orbita a Didymos A, otro asteroide de mayor tamaño (750 metros de diámetro), y juntos conforman un sistema binario. Ambos están situados a unos once millones de kilómetros de la Tierra.
La NASA aclaró que ninguno de estos asteroides representa un riesgo actual para la Tierra, pero remarcó que con este impacto se espera demostrar y medir el desvío en la órbita de Didymos B como consecuencia del choque. Cualquier cambio en la órbita del objeto más pequeño será más fácil de medir desde la Tierra y proporcionará un buen indicador de si se ha desviado con éxito de su trayectoria original.
“Se trata de un momento emocionante el que estamos viviendo y creo que DART hará una gran demostración”, explicó Ed Lu, un astronauta retirado de la NASA y fundador de la Fundación B612 , una organización sin fines de lucro que trabaja en la detección y desviación de asteroides.
“El sistema Didymos es demasiado pequeño y está demasiado lejos y se lo observa como un punto de luz. Pero podemos obtener los datos que necesitamos midiendo el brillo de ese punto de luz, que cambia cuando Didymos A rota y Didymos B orbita”, señaló Andy Rivkin, uno de los científicos del equipo DART.
Según el investigador, los cambios en el brillo indican cuándo la pequeña luna Didymos B pasa por delante o queda oculta detrás de Didymos A. Estas observaciones ayudarán a los científicos a determinar la posición exacta de ambos asteroides y el tiempo de impacto para maximizar el efecto de desviación de Didymos B tras el choque.
El presupuesto planificado de DART es de $ 313.9 millones repartidos en 8 años. Esto cubre el desarrollo de naves espaciales, vehículos de lanzamiento y operaciones hasta el final de su misión principal en diciembre de 2022.
Detalles de la compleja misión espacial
Dart es una nave de 500 kilos de peso con forma de cubo, de 1.14 metros de ancho, 1.24 metros de alto y 1.32 metros de profundidad. Tiene 2 paneles solares desplegables que alcanzan un ancho de 12.5 metros cuando se despliegan.
La nave espacial tiene un único instrumento científico llamado DRACO (Didymos Reconnaissance & Asteroid Camera for OpNav) , un telescopio de doble propósito para observar el asteroide en alta resolución y para la navegación autónoma. Fue construida por el Laboratorio de Física Aplicada (APL) de la Universidad Johns Hopkins. Tras su lanzamiento en julio del año próximo, DART navegará por el espacio cerca de un año y luego se estrellará contra el asteroide a una velocidad de aproximadamente 24.000 kilómetros por hora. Pero antes, la nave espacial lanzará una cámara del tamaño de una caja de zapatos hecha por la Agencia Espacial Italiana que buscará observará cómo la nave espacial se estrella tomando fotos de la lluvia de escombros y tal vez incluso del cráter resultante.
La NASA cuidará en extremo los detalles de la misión espacial para no caer en su propia trampa y desviar el asteroide en dirección directa a nuestro planeta. “Didymos es un asteroide potencialmente peligroso, por lo que realmente no queremos afectar su órbita. No queremos empujarlo accidentalmente en la dirección equivocada”, explicaron desde la Agencia Espacial.
«Debemos anticipar y simular una amplia gama de condiciones y predecir resultados posibles, para que una vez que DART se estrelle contra Didymos B podamos entender las mediciones de los instrumentos», afirmó Angela Stickle, del equipo de simulación de DART.
Sobre la composición del asteroide, la experta admitió que hay bastante desconocimiento. “Aunque estamos realizando observaciones desde tierra, no sabemos mucho sobre su composición y estructura”, afirmó. La estructura del asteroide es un dato esencial, ya que los científicos no están seguros si Didymos B está compuesto de roca sólida, escombros sueltos o algo más suave similar a la arena, lo que haría absorber el impacto de DART, y desviar mínimamente el asteroide, que si se tratara de una roca sólida.