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Las empresas estadounidenses abandonan China gracias a la guerra comercial. Se irán aún más gracias a la pandemia.
Lo siento, Davos Man. Su globalización liderada por China está pasando de moda como campanas.
La firma mundial de consultoría de manufactura Kearney publicó su séptimo índice anual de reshoring el martes, mostrando lo que llamó una «reversión dramática» de una tendencia de cinco años, ya que la manufactura doméstica de EE. UU. En 2019 obtuvo una participación significativamente mayor frente a 14 exportadores asiáticos que se siguieron en el estudio. Las importaciones manufactureras de China fueron las más afectadas.
El año pasado, las compañías repensaron activamente su cadena de suministro, ya sea convenciendo a sus socios chinos de que se mudaran al sudeste asiático para evitar aranceles, o al optar por no comprar productos de China.
«Hace tres décadas, los productores estadounidenses comenzaron a fabricar y abastecerse en China por una razón: los costos. La guerra comercial trajo una segunda dimensión más plenamente en la ecuación» riesgo «, ya que los aranceles y la amenaza de las importaciones interrumpidas de China llevaron a las empresas a sopesar la garantía del suministro más completamente junto con los costos. COVID-19 trae una tercera dimensión más completamente a la mezcla, y podría decirse que a la vanguardia: la capacidad de recuperación – la capacidad de prever y adaptarse a choques sistémicos imprevistos «, dice Patrick Van den Bossche, socio y coautor de Kearney del informe de 19 páginas.
Los principales beneficiarios de esto son las naciones más pequeñas del sudeste asiático, lideradas por Vietnam. Y gracias a la aprobación del Acuerdo Estados Unidos México Canadá, México, por todos sus problemas con los carteles de la droga, se ha convertido en un lugar favorito para el abastecimiento.
Fuente: forbes.com
