Un par de docenas de jinetes encabezó el cortejo fúnebre de Camilo Catrillanca, el comunero mapuche fallecido en la localidad de Temucuicui durante un operativo policial el pasado 14 de noviembre. Los actos velatorios se extendieron durante cuatro días, comenzaron en el fundo La Romana, donde Catrillanca construía su casa, y en la última jornada, el 18 de noviembre, su cuerpo fue trasladado al propio cementerio de Temucuicui. La ceremonia estuvo precedida de un largo ritual realizado por machis y también por discursos de varios de los dirigentes más importantes de del mundo mapuche. Uno de ellos Mijael Carbone Queipul, vocero de la Alianza Territorial Mapuche (ATM) y de la comunidad Temucuicui Tradicional.
En español y mapudungun, Carbone arengó a quienes lo rodeaban. En castellano esto les dijo: “Estamos quedando sin lo que es nuestro, y todavía le creemos al gobierno. Hasta cuándo. Que a nuestros jóvenes no se les olvide quiénes son nuestros enemigos. Los verdaderos enemigos que no vivan en paz”, al terminar recibió exclamaciones de aprobación de la multitud.
PALABRAS DEL VOCERO DE LA ALIANZA TERRITORIAL #MAPUCHE #MIJAELCARBONE QUEIPUL, EN MASIVA DESPEDIDA DE NUESTRO MARTIR #CAMILOCATRILLANCA pic.twitter.com/sNHZ4K1BRW
— ATM (@PuLofMapuXawvn) November 18, 2018
Carbone es hijo de María Queipul, quien en una oportunidad tuvo que presentar en tribunales un recurso de protección a favor del werkén. Finalizaba el año 2011 y sobre él pesaba una orden de detención judicial emanada desde el Tribunal de Garantía de Collipulli. En la audiencia celebrada el día 5 de diciembre de ese año fue formalizado por los delitos de receptación de animales, amenazas a Carabineros y homicidio frustrado a Carabineros. El veredicto se leyó el 23 de agosto de 2012, esta vez sin la presencia del mapuche, el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Angol decidió declararlo culpable de atentar contra la vida de los policías y, además, lo catalogó como prófugo de la justicia. Su pena era de siete años de presidio.
En ese momento Carbone pasó a la clandestinidad. Sin embargo, eso no le impidió compartir un video en el que rechazaba el “montaje político” del cual habría sido víctima. Finalmente, el 12 de diciembre de 2012, la Corte Suprema anuló su condena, al considerar que no había fundamento en las declaraciones de los testigos. Sin bien fue absuelto en este caso, el vocero de Temucuicui no ha negado su participación en otras tomas de tierras.
El 10 de febrero de 2012 declaró a El Ciudadano, en alusión a los predios del agricultor René Urban: “A él se le hizo una demanda de territorio y no accedió a la demanda de la comunidad. Ingresos a sus predios se han hecho y yo he estado liderando muchos a rostro descubierto… Este Gobierno –Sebastián Piñera I– pretende proteger e inmunizar a los particulares y a quienes están habitando territorios mapuche”.
Los caminos son absolutamente intransitables para cualquier persona. Es una zona de altísimo riesgo, a la que no se permite la entrada, a menos que se haya sido autorizado”.
De allí en adelante, no se ha apartado del ojo público, pese a dirigir una comunidad cerrada a las visitas. Antes de la muerte de Camilo Catrillanca, dirigió una marcha en rechazo al Plan Araucanía. Un proyecto impulsado por el Ejecutivo, en particular por el Ministerio de Desarrollo Social, que contó con el apoyo transversal de distintos sectores: parlamentarios de la ex Nueva Mayoría como Francisco Huenchumilla y de lonkos de distintas comunidades, incluyendo a Aniceto Norín.
Al final de esa movilización, dirigentes mapuche reunidos en el centro de Temuco quemaron “de forma simbólica” el Plan Impulso en rechazo manifiesto a la propuesta presidencial. “Nosotros no estamos de acuerdo con sus planteamientos, no estamos de acuerdo con su plan de desarrollo y lo vamos a enfrentar”, declaró en el transcurso de la manifestación.
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En la misma entrevista a “El Ciudadano”, Catrillanca afirma que ingresó al movimiento mapuche cuando tenía 8 años de edad y comenzó a instruirse para la defensa del territorio. Quienes lo conocen de Temucuicui cuentan, en condición de anonimato, que Carbone vivió sus primeros años en la capital y que fue en la adolescencia cuando llegó al poblado. “Su mamá es originaria de la comunidad, pero él nació y se educó en Santiago. Al llegar a la zona comenzó a tomar protagonismo, y hoy es una referencia importante”.
Otra fuente, que también prefiere reservar su identidad por temor a posibles represalias, asegura que el mapuche, que ronda los 30 años de edad, “se mueve entre distintas comunidades sembrando el mensaje de la violencia”.
La justificación del werkén estaría en que “el pueblo mapuche tiene derecho a defenderse”, según declaró a El Dínamo el 14 de marzo de 2013. Añadió, en nombre de la comunidad de Temucuicui, que están “abiertos a un diálogo que nos lleve a una salida”, pero “el Gobierno nunca ha aceptado una conversación seria, que tenga viabilidad, siempre han querido utilizar al pueblo mapuche”.
Hay líderes bastante radicales dentro de Temucuicui, ellos dijeron que allí no entraba nadie. Hay empresas que no se atreven a pasar a pesar de que los caminos están licitados”.
Su cruzada lo ha llevado hasta la sede de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en Washington, a donde fue a denunciar al Estado por las agresiones que sufren los indígenas por parte de las fuerzas de seguridad chilenas. “Vivimos en la comuna más pobre del país. El Estado no invierte dinero en nosotros pero cada vez mandan más operativos policiales, más tanquetas, más tecnología punta, para proteger la propiedad privada de las empresas”, expuso. “Nosotros estamos fortaleciendo a nuestros niños para que cambien la historia y sostengan nuestro pueblo. Que cambien esa historia de piedras contra balas, de la policía fuertemente armada contra la gente desprotegida”, dijo el 22 de octubre de 2015, frente al organismo multilateral.
“Cómo puede ser que dentro de la comunidad para entrar usted tenga que mostrar el carnet de identidad, tenga que dejar el vehículo”
Temucuicui ha sufrido varios cismas y se ha subdividido en cinco oportunidades. Está la Comunidad Ignacio Queipul; Temucuicui, Temucuicui I, Temucuicui II. Y ahora se divide entre Temucuicui Autónoma y Temucuicui Tradicional –de la que Carbone es vocero–. Una investigación de la Multigremial de La Araucanía indica que a través de la Comunidad Ignacio Queipul, Comunidad Ignacio Queipul II y la Comunidad Autónoma Temucuicui se les habría entregado a los mapuches 3.100 hectáreas, entre 1998 y 2014, con un costo para el Estado de $4.056 millones.
En ese territorio las visitas no son bienvenidas. Un agricultor que fue desplazado de la comunidad relata: “Es una comunidad blindada, nadie puede ingresar. Hay gente vigilando los caminos, tienen comunicación constante entre ellos. Si pasas por allí en vehículo te obligan a dar la vuelta o te roban el auto”.
Yo soy amigo de mapuches, pero debo decir que hay gente que está financiando este conflicto. Hemos escuchado que les pagan 1 millón, o 2 millones dependiendo de si queman maquinaria, una casa o una iglesia”.
Una agricultora de la provincia de Malleco coincide: “Los caminos son absolutamente intransitables para cualquier persona. Es una zona de altísimo riesgo, a la que no se permite la entrada, a menos que se haya sido autorizado”.
El diputado por la región, René Manuel García (RN), también lo explica: “Hay líderes bastante radicales dentro de Temucuicui, ellos dijeron que allí no entraba nadie. Hay empresas que no se atreven a pasar a pesar de que los caminos están licitados. Hay gente que atemoriza a los mismos comuneros. Cómo puede ser que dentro de la comunidad para entrar usted tenga que mostrar el carnet de identidad, tenga que dejar el vehículo. Corre peligro la vida de las personas que entran allí. De verdad creo que es un tema bastante complicado en la región”.
Tan complicado que ha causado el desplazamiento de familias enteras, por ocupar tierras que la comunidad reclama como suyas. Alejo Apraiz, a cargo de la Asociación de Víctimas de Violencia Rural de La Araucanía, afirma que se trata de una comunidad que vive bajo una extrema violencia “y a quienes no están de acuerdo los han desplazado”.
“A partir del año 2000 comenzó el hostigamiento hacia nosotros, y cada vez fue tomando ribetes de violencia mayores, nos disparaban, nos quemaban la propiedad, nos robaban los animales y los encontrábamos descuartizados en el camino. Todo porque querían la tierra”, relata el agricultor. No ha sido el único, otro ahora ex habitante de Temucuicui denuncia que su propiedad fue víctima de cinco quemas, hasta que acabaron con su casa y ahora no tiene en donde vivir. “Yo soy amigo de mapuches, pero debo decir que hay gente que está financiando este conflicto. Hemos escuchado que les pagan 1 millón, o 2 millones dependiendo de si queman maquinaria, una casa o una iglesia”.
Estamos fortaleciendo a nuestros niños para que cambien la historia y sostengan nuestro pueblo. Que cambien esa historia de piedras contra balas, de la policía fuertemente armada contra la gente desprotegida”.
En enero de 2017, el matrimonio de los Bascur Araneda intervino a gritos en la sesión del Congreso en la que se interpelaba al ministro del Interior, Mario Fernández, a propósito de la violencia que se vive en la IX Región. En esa intervención aseguraron haber sido víctimas de 100 ataques en tres años, que incluyen incendios, balas y amenazas, y dijeron que temían terminar asesinados como el matrimonio Luchsinger Mackay. “Tenemos un pedacito de campo chiquitito, vivimos del puro campo, con las verduritas, tenemos un huerto. No somos grandes agricultores”, reclamaron.
Quienes han logrado traspasar todas las barreras impuestas en la comunidad han visto una comunidad con marcas en las paredes con la inscripción “territorio independiente”, también notas reclamando el desalojo de los terrenos de los “colonos”, algunas veces con los apellidos de las familias a quienes le reclaman el desalojo de los terrenos.
Uno de los desplazados afirma que a su alrededor vivían otros seis agricultores. Sin embargo, uno a uno fue dejando la zona.
Es tan férreo el control que se ejerce desde el interior de la comunidad que allí, el 19 de abril de 2017, ni siquiera pudieron ingresar los trabajadores del INE responsables de realizar el censo, debido a las barricadas que los pobladores instalaron en el camino. Por tanto, solo se puede inferir el número de habitantes que tiene Temucuicui que, según los pobladores, ronda las 150 familias.
“Historial delictivo” en Temucuicui
Semanas antes de impedir la entrada del censo, hubo un ataque a un vehículo del Ministerio de la Mujer. En diciembre de 2008 uno de los habitantes de Temucuicui confesó el asesinato de Juan Cruz Magna, un anarquista simpatizante de la causa indígena. Le dispararon en el rostro con una escopeta calibre 26.
El 9 de abril de 2017, las autoridades informaron de un decomiso marihuana avaluada en $142 millones en la vivienda del dirigente de Temucuicui Jorge Huenchullán Cayul. El 14 de agosto de 2018 hubo otro decomiso, esta vez por un monto de $18 millones.
En su comparecencia ante la Comisión de Seguridad Ciudadana de la Cámara de Diputados, el 21 de noviembre, el General Director de Carabineros, Hermes Soto, informó sobre el método de financiamiento de los grupos violentos en Temucuicui: “Es histórico en ese sector el robo de la madera; pero no es el robo de la madera de una carretilla para llevarse la leña para la casa y calefaccionar. Es un robo permanente en gran volumen, combinado con empresarios que se dedican a este tema e incluso se ha visto bastante crecimiento en el tema de la marihuana y algunos otros elementos relacionados con droga en ambos sectores, tanto en Arauco, como en La Araucanía”.
Vivimos en la comuna más pobre del país. El Estado no invierte dinero en nosotros pero cada vez mandan más operativos policiales, más tanquetas, más tecnología punta, para proteger la propiedad privada de las empresas”.
Todos los agricultores consultados denuncian que se ha extendido el cultivo y la venta de drogas, así como el tráfico de armas y municiones; y el desmantelamiento de vehículos robados al interior de la comunidad. “Había problemas de delincuencia menor hace algunos años atrás, pero todo se ha vuelto cada vez más violento. Hoy todos estamos con miedo de decir las cosas. Hay gente de la comunidad que no se involucra en nada de esto, pero están completamente atemorizados, para evitar rencillas se mantienen al margen y asumen”.
Sobre el narcotráfico, el diputado García indica que “lo que se ha escuchado es que hubo ciertas personas de allí que fueron a Colombia a especializarse y efectivamente ha habido decomisos de marihuana bastante grandes dentro de las comunidades y se rumorea, yo no tengo la certeza, que es uno de los bastiones donde más marihuana se cultiva en la región de La Araucanía, y por eso también dicen que puede ser una de las razones por las que no permiten el libre acceso de las personas”. Incluso la comunidad de Temucucui salió a relucir tras la muerte del segundo de las FARC en un operativo del gobierno de Colombia hecho en la frontera con Ecuador. En su famoso computador se encontraron documentos que hablaban del entrenamiento de comunidades mapuche y de vinculaciones con el Partido Comunista de Chile.
Uno de los agricultores desplazados defiende a Carbone de su posible vinculación con tales hechos. “Yo he hablado con él y dejó de meterse problemas. No sale al choque; prefiere quedarse y trabajar su tierra”, dice.
Una agricultora afirma que en Temucuicui son los “reyes del abigeato”, en especial de vacunos y caballos finos.
Su mamá es originaria de la comunidad, pero él nació y se educó en Santiago. Al llegar a la zona comenzó a tomar protagonismo, y hoy es una referencia importante”.
Una semana antes de la muerte de Catrillanca, el 7 de noviembre, desconocidos dispararon a un helicóptero de Carabineros que sobrevolaba Temucuicui, mientras realizaban un operativo policial en búsqueda de un vehículo robado.
Hugo Alcamán, dirigente de la Corporación de Profesionales Mapuche Enama, indica que no han tenido relación con la comunidad de Temucuicui: “Más bien nos hemos relacionado con organizaciones y comunidades que están más bien por el desarrollo educacional, de salud, económico. Esperamos y tenemos la intención de hacerlo, ver cómo nosotros podemos colaborar a su desarrollo”.
Alcamán explica las reacciones que se han desatado debido al accionar de Carabineros: “Desgraciadamente con las malas prácticas que han tenido los gobiernos y Carabineros, con la Operación Huracán y los otros casos de mapuches muertos que después la justicia ha descubierto que en realidad han sido delitos de parte de carabineros; con toda esa conducta de gobierno y de carabineros es comprensible que no exista confianza y no se quiera tener su presencia en muchas comunidades. Es una situación que Carabineros tiene que revisar y tiene que mejorar porque en vez de provocar ese sentido de protección que uno espera de la policía, provocan un sentido más bien de temor”.