Los padres de los recién nacidos cuyo sexo no se pueda identificar podrán marcar la casilla de «diverso», en lugar de únicamente las tradicionales de «masculino» y «femenino».
Siguiendo el mandato del Tribunal Constitucional, el Gobierno alemán aprobó este miércoles (15.08.2018) en Consejo de Ministros la introducción de un tercer género en el registro civil, pensado para personas cuyo sexo no está definido en el momento en el que nacen.
Tras la aprobación se espera que el proyecto de ley entre rápidamente en el trámite parlamentario, indicó el portavoz del Gobierno, Stefen Seibert, de manera que para principios de 2019 podría entrar en vigor.
De esta forma, junto a las tradicionales casillas de «masculino» y «femenino», los formularios incorporarán la opción «diverso», que podrán marcar los padres de aquellos recién nacidos cuyo sexo no se puede determinar. Esta tercera opción deberá ser implementada antes de que termine el presente año.
Ni masculino ni femenino, sino diverso
Con la medida aprobada este miércoles, el Gobierno de coalición alemán que dirige la canciller Angela Merkel cumple con la sentencia dictada el año pasado por el alto tribunal germano, que conminaba al Ejecutivo a introducir una tercera opción en sus documentos oficiales, alegando que aquellas personas que no se consideran ni hombre ni mujer serían discriminadas si la ley las obliga de forma permanente a registrarse con uno de los géneros.
La ministra de Justicia de Alemania, la socialdemócrata Katarina Barley, admitió que la «modernización» del registro civil se producía con «retraso».
Bajo la nomenclatura de «diverso» se incluirán aquellas personas que no se identifican con el sexo masculino o femenino. Más adelante, el Gobierno alemán prevé reformar su legislación para que ésta sea más inclusiva y moderna. En concreto, se quiere que las nuevas leyes reconozcan la diversidad sexual y las diferentes identidades de género, entre ellas, la de las personas transexuales y transgénero.
Alemania, pionera en derechos de intersexuales
En 2013, Alemania se convirtió en el primer país europeo que permitía a los padres dejar en blanco la casilla que indica el sexo de un bebé en su partida de nacimiento, reconociendo así en la práctica un «tercer género» ni masculino ni femenino. La ley fue diseñada para los niños cuyo sexo es difícil de determinar porque nacen con órganos masculinos y femeninos. En muchos países, incluida Alemania, según denunció recientemente Amnistía Internacional, estas personas intersexuales son aún sometidas a las llamadas cirugías de «normalización», consideradas por multitud de organismos de derechos humanos como una forma de mutilación genital.
Se estima que en Alemania hay aproximadamente 80.000 intersexuales, algo menos del uno por ciento de la población.
EAL/VT (dpa, efe)