En octubre de 2017, Sebastián Piñera acusaba a Bachelet de estar “gobernando para la elite de la ONU”. Ahora, a través de un comunicado, el Presidente dijo que su nominación como nueva alta comisionada de Derechos Humanos del organismo «es un reconocimiento al compromiso de la ex Presidenta con la promoción y protección de los DDHH, lo que refleja a su vez el activo rol que cumple Chile en la defensa y respeto de los derechos humanos en el ámbito multilateral».
Este miércoles, el secretario general de la ONU, António Guterres, oficializó a la ex Presidenta Michelle Bachelet como la nueva alta comisionada de Derechos Humanos del organismo, un cargo considerado como uno de los más complejos del mundo y objeto habitual de críticas y presiones por parte de los Gobiernos.
Pese a sus habituales críticas a Bachelet, en esta oportunidad desde La Moneda no tuvieron problemas para subirse al carro de este nombramiento internacional y de enviar palabras de felicitación a la ex Mandataria. El primero en expresarse fue el canciller Roberto Ampuero, quien expresó que la noticia «nos llena de satisfacción y orgullo».
«Esto es una medida que desde luego como Gobierno y como país, nos alegra siempre como principio el hecho de que chilenos, del sector político que sean, resulten destacados, que sean celebrados, sean elegidos como representantes de instituciones internacionales, más aún tratándose de una ex Presidenta de nuestro país», dijo Ampuero.
«Falta una etapa posterior, que es la aprobación de la Asamblea General de las Naciones Unidas, pero la noticia que hemos recibido en el día de hoy nos llena de satisfacción y nos llena también de orgullo», agregó.
El Presidente Sebastián Piñera también aprovechó la oportunidad, y a través de un comunicado, felicitó a Bachelet por su nombramiento. «Su nominación es un reconocimiento al compromiso de la ex Presidenta con la promoción y protección de los derechos humanos, lo que refleja a su vez el activo rol que cumple Chile en la defensa y respeto de los derechos humanos en el ámbito multilateral».
«Le deseo éxito y sabiduría en este importante nuevo desafío, cuya tarea es ampliar y profundizar el compromiso de la comunidad internacional con los valores universales de la dignidad humana», finalizó.
“Está gobernando para la élite de las Naciones Unidas”
La acogida que tuvo en el Gobierno esta designación de Michelle Bachelet choca de lleno con las declaraciones que los actuales inquilinos de La Moneda han tenido con la ex Mandataria. Sólo en octubre de 2017, Piñera acusaba a la entonces Presidenta de que «está gobernando para la élite de las Naciones Unidas y no está gobernando para los chilenos».
En ese momento, la respuesta de la Mandataria no se hizo esperar: «Hay quienes piensan que vincular las políticas nacionales con la agenda internacional es un lujo o un capricho personal. Pensar de esa manera demuestra una perspectiva, me van a perdonar, limitada y hasta pueril del mundo que nos rodea», dijo en esa oportunidad Bachelet.
«Una perspectiva única»
Bachelet reemplazará en el puesto a Zeid Ra’ad Al Hussein, quien termina su mandato de cuatro años al final de este mes y ya anunció el pasado diciembre que no optaría a la reelección.
Organismos, como la ONG Human Rights Watch (HRW) valoraron su designación. En un comunicado, el director ejecutivo de HRW, Kenneth Roth, destacó que la expresidenta chilena tiene «una perspectiva única» sobre la importancia de una fuerte defensa de los derechos humanos, dado que ella misma fue víctima de torturas durante la dictadura de Augusto Pinochet.
«Gente de todo el mundo dependerá de que ella sea una defensora pública y contundente, especialmente cuando los responsables son poderosos», apuntó Roth.
Ahora, será la Asamblea General de ONU, en donde están representados los 193 Estados miembros de la organización, la que debe dar su visto bueno al nombramiento.