En el presente año, un informe publicado en Estados Unidos por la Sociedad para la Tecnología de Reproducción Asistida (SART) con datos de 2023, indicó que la cantidad de vidas perdidas a causa del proceso de Fertilización In Vitro (FIV) ha superado la cifra anual de abortos electivos e inducidos en dicho país. Según el análisis de los datos, en 2023 se realizaron 432 641 ciclos de FIV, de los cuales solo nacieron 95 860 bebés. Utilizando un promedio conservador de nueve embriones creados por ciclo, se estima que se generaron alrededor de 3.9 millones de embriones ese año. Esta gran disparidad entre los embriones creados y los nacimientos resultantes subraya una pérdida masiva de vidas dentro del proceso de FIV [1].
Si se analizan los números que ofrecen la Reproductive Medicine Associates o la compañía Alfie (que realiza FIVs) sobre el proceso que se sigue para realizar un procedimiento de FIV, se deduce que la mayoría de estos embriones no sobreviven las primeras etapas. Se estima que cerca de 1.9 millones de embriones murieron o fueron destruidos deliberadamente durante la selección inicial (como la etapa de blastocisto y las pruebas genéticas), sin llegar a ser implantados. Además, se contabiliza que otros 1.7 millones de embriones quedan en estado de congelación indefinida, son donados para investigación (y finalmente destruidos) o son destruidos directamente. En comparación, de acuerdo con el Instituto Guttmacher, la cifra de abortos en Estados Unidos en 2023 fue de 1 037 880. El proceso de FIV implica la destrucción y la «clasificación» de vidas humanas para determinar cuáles son «aceptables» o «viables», un control que contradice la postura pro vida [2].
Es preocupante que falte información completa y clara acerca de las técnicas de reproducción asistida. Se habla de un mayor número de bebés que nacen por estas técnicas, pero no se habla de los hijos e hijas que quedan congelados o los que son destruidos. Aproximadamente 98 de cada 100 seres humanos generados por estas técnicas no llegan a nacer. Recordemos que el ser humano debe ser considerado y respetado desde el momento en que comienza a existir, en la fecundación.
Fuente: conparticipacion.mx






