Nuevos detalles de la muerte de una familia de turistas en un hotel de San Andrés: así fue la reserva que hicieron meses atrás

Nuevos detalles de la muerte de una familia de turistas en un hotel de San Andrés: así fue la reserva que hicieron meses atrás

Viviana Andrea Canro, Tito Nelson Martínez y Kevin Matías fueron las personas que fallecieron durante sus vacaciones en la isla, en hechos que son materia de investigación.

La investigación sobre la muerte de dos adultos y un menor de cuatro años, de una misma familia, en una habitación de un hotel en San Andrés avanza con nuevos detalles. El establecimiento donde fallecieron estas tres personas difundió en su último comunicado información sobre la distribución de las reservas entre los integrantes del grupo familiar.

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Este dato ha sido considerado un elemento clave por las autoridades que adelantan las indagaciones sobre las circunstancias del caso. Las autoridades continúan recopilando más información para esclarecer los hechos y determinar las causas de lo ocurrido.

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Conforme a los nuevos datos proporcionados por el establecimiento, se conoció que pese a tratarse de una misma familia y destino, las gestiones administrativas para el alojamiento terminaron por ubicar a los viajeros en dos alojamientos diferentes.

De esta manera, los progenitores de Viviana Andrea Canro efectuaron su reserva con destino al edificio Tone II del hotel en marzo de 2025. “Con el ánimo de aclarar la ubicación informamos que, el viaje para los Padres de la familia se reservó en marzo/25 en Tone II”, afirmó el comunicado.

Por otro lado, la misma mujer, en compañía de su esposo Tito Nelson Martínez y su hijo Kevin Matías, concluyeron el proceso de reserva en octubre de 2024 para hospedarse en el Portobelo Convention, instalaciones adyacentes pero con registros turísticos diferenciados.

“La familia de la tragedia reservo en octubre/24, en Portobelo Convention, son dos reservas diferentes, hechas en momentos diferentes, con el mismo titular, los edificios son vecinos, RNT (Registro Nacional de Turismo) diferente!”, agregó el documento.

El Hotel Portobelo Convention informó de inmediato su disposición a colaborar con las autoridades, proporcionando información detallada sobre las reservaciones y las diferencias administrativas entre los edificios, buscando aportar claridad respecto a la ubicación de cada miembro de la familia al momento del suceso.

El establecimiento también expresó en los comunicados su compromiso en brindar todo el apoyo posible a los investigadores y reiteró que la segmentación de los hospedajes no obedeció a una decisión arbitraria, sino a las fechas diferentes de las reservas, que determinaron la asignación de habitaciones independientes en espacios con registros separados.

Mientras los peritos continúan recopilando información para esclarecer las circunstancias exactas de la tragedia, la administración del hotel insiste en subrayar la independencia y vecindad entre los edificios involucrados.

Más detalles sobre el comunicado del hotel

La revelación de que la habitación ocupada por la familia de turistas bogotanos en el Hotel Portobelo Convention, de San Andrés, fue fumigada días antes de su llegada abrió una nueva línea de investigación en el caso del fallecimiento de los viajeros.

De acuerdo con el Hotel Portobelo Convention, citado en comunicados recientes, la firma Livingston & Company E.U. —contratada desde el año 2012— llevó a cabo la fumigación preventiva del espacio donde posteriormente se alojó la familia afectada.

Como respuesta a la situación, la administración del hotel solicitó a la empresa un “reporte detallado, incluyendo fichas técnicas de los productos empleados, nombre del personal ejecutor y sus condiciones específicas”. El objetivo es esclarecer las “circunstancias de tiempo, modo y lugar que rodean las fumigaciones que adelantó en el hotel, en especial, la semana que sucedió el fallecimiento de la familia”, en palabras de la gerencia.

Livingston & Company E.U. se encuentra ahora bajo requerimientos concretos para informar, según enfatizó el hotel, “sobre todo el proceso de fumigación, fichas técnicas de sustancias químicas empleadas, identificación de funcionarios que hayan llevado a cabo el proceso de fumigación, y todas las circunstancias de tiempo, modo y lugar”.

El día anterior al hecho, la familia había pedido cambiarse de habitación debido a un fuerte olor que percibieron, suceso que no se concretó porque el hotel justificó imposibilidad por alta ocupación ese día.

Según el reporte oficial del hotel, “la pareja le había solicitado al hotel cambiar de habitación al sentir un fuerte olor en la misma, pero, pese a esto, el hotel respondió que no era posible realizarla en el momento, debido a la ocupación que tenían ese día”.

El hotel también aclaró que se descartó de manera definitiva la presencia de tuberías de gas en las cercanías de la habitación asignada, hecho que disminuye la posibilidad de una fuga de gas como origen de las muertes. La administración hotelera ha suspendido “de forma preventiva la operación del piso donde ocurrió la tragedia familiar” como una medida precautoria mientras avanzan las investigaciones.

La decisión de cerrar temporalmente el piso donde ocurrió el suceso se asumió desde el momento en que se notificó la emergencia, de acuerdo con portavoces del Portobelo. Este protocolo se aplicó ante la “gravedad de la situación y para colaborar con las autoridades en la investigación”.

¿Cuál es la versión de la familia?

La familia de Viviana Canro llegó el 9 de julio a la isla, acompañada por los padres de Canro, para celebrar el Día del Padre, y según el contrato de compraventa de servicios turísticos adquirido, se extendería hasta el 13 de julio.

El acuerdo establecía hospedaje para cinco personas —cuatro adultos y un niño— en los hoteles Tone II y Tone Express, por un valor total de $7.835.000:

  • Hotel Toné Express: $ 4′557.000 para dos adultos y un niño.
  • Hotel Toné II: $ 3′278.000 para dos adultos.

De acuerdo con la versión entregada por Mayerli Andrea Canro, hija de las víctimas, la familia inicialmente ocupó una habitación en el Hotel Toné 2, situado frente a la playa Bahía Sardina.

Canro señaló a Noticias Caracol: “La información que están dando no es exacta, no es así, no fue en el Portobelo. […] no fue en el que los encontraron a ellos, fue en el Toné 2”, en referencia a versiones previas sobre la ubicación de los hechos.

El relato de Mayerli fue respaldado por Orlando Canro, padre de familia, quien confirmó que los acontecimientos principales ocurrieron en el Toné, y solo posteriormente él se trasladó al Portobelo. Esta precisión refuta información inicial que ubicaba a la familia en un hotel distinto al momento de los hechos.

Fuente: infobae.com