Construcción mide cerca de 20 metros de largo y cuenta con una especie de brazo de unos 5 metros. Fue periciado por la ministra en visita para causas de derechos humanos, Paola Plaza, y efectivos de la Policía de Investigaciones.
Próxima a dictar sentencia en contra del último jerarca de Colonia Dignidad que sigue en Chile, Willi Malessa Boll, se encuentra la ministra en visita para causas de violaciones de los derechos humanos de la Corte de Apelaciones de Santiago, Paola Plaza, según El Mostrador pudo confirmar a través de fuentes judiciales.
Lo anterior ocurre en medio de una serie de diligencias encabezadas por la magistrada, entre las cuales se cuentan los peritajes que se han realizado en las últimas semanas en un nuevo búnker hallado en el acceso a la antigua secta, en un terreno que fue enajenado y vendido a particulares.
Cabe indicar que durante muchos años Willi Malessa pudo zafar de la Justicia. El anterior ministro en visita a cargo de las causas vinculadas a Colonia Dignidad (Jorge Zepeda) nunca lo acusó de delito alguno, por lo cual Malessa, que estaba residiendo en Los Ángeles, se jactaba de ser intocable.
Sin embargo, las cosas cambiaron para él con la llegada de la ministra Plaza, que en mayo del año pasado lo sometió a proceso como autor de uno de los casos más emblemáticos de desapariciones forzadas de la dictadura, en el cual fueron secuestrados los militantes del MAPU Juan Maino Canales, Elizabeth Rekas(embarazada de cuatro meses al momento de su desaparición) y su esposo Antonio Elizondo, todos los cuales fueron plagiados en Santiago en mayo de 1976, por agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA).
La investigación original culminó con una condena en contra de toda la cúpula de la DINA y de dos jerarcas de la Colonia Dignidad, Gerhard Mücke, exguardaespaldas de Paul Schäfer, y Johan Van Den Berg, quienes sin embargo terminaron finalmente absueltos.
De acuerdo con lo indagado, después que los tres secuestrados fueran conducidos a Villa Grimaldi, fueron trasladados desde allí rumbo al predio de Parral, donde desaparecieron junto a dos automóviles que les fueron robados al momento de ser detenidos.
La existencia de varias fosas en las cuales se escondieron los autos robados a los detenidos desaparecidos era conocida ya hace más de 20 años, luego de que la periodista Mónica González lo diera a conocer en la revista Análisis. Tras múltiples diligencias al interior del predio, se encontró evidencia física de ello, al recuperarse los motores de dos automóviles enterrados.
Antes de su fuga a Alemania, donde permanece hasta hoy, el médico Hartmut Hoppreconoció saber de la existencia de los autos, uno de los cuales era el que él ocupaba.
Su medio hermano, Ulrich Schmidtke Miottel, declaró en 2005 que 25 o 30 años antes el líder de la secta, Paul Schäfer, lo llamó a él, a Willi Malessa, a Artur Gerlach y al parecer a Johan Van Den Berg, diciéndoles a que “el gobierno militar les había dado una tarea”, que consistía en reparar y pintar varios vehículos, para luego venderlos y con el producto de ello obtener dinero para comprar nuevos equipos de filmación.
Sin embargo, algunos años más tarde, Malessa le dijo que era necesario desarmar todos esos vehículos y enterrarlos.
El desarme, explicó Schmidtke, “consistía en sacar motores, ejes y piezas más grandes. Una vez desmontados los vehículos subíamos las partes, cabinas, a un camión Magirus Deutz, y es muy probable que los motores hubiesen quedado separados, para un posterior entierro en otro lugar. Estos vehículos fueron enterrados en una parte del valle al interior de Colonia (donde la policía encontró parte de estos). Para estos efectos Willi elegía los lugares y procedía a realizar un hoyo con una máquina retroexcavadora marca Caterpillar, con oruga”.
Según detalló, lanzaron un Austin Mini a uno de los hoyos hechos por la máquina y tras rociarlo con bencina le prendieron fuego, que lo consumió por completo, dado que el auto era de fibra de vidrio. En el caso de los demás automóviles, Malessa los aplastó con la pala. Los motores, en tanto, fueron sepultados en otros lugares, usando para ello una retroexcavadora más pequeña.
Con esos y otros antecedentes, incluyendo varios peritajes a las piezas de vehículos halladas enterradas en el predio, se dictó el auto de procesamiento contra Malessa.
Una de esas diligencias se realizó poco antes de la muerte de Gerhard Mücke, quien falleció en septiembre de 2022 en la cárcel de Cauquenes. Allí se constituyó la ministra en visita, junto a su equipo, e interrogó al exhombre de seguridad del enclave. Este, exangüe, reconoció que habían inhumado los cadáveres de varios detenidos desaparecidos en varias fosas comunes ubicadas en el camino a Chenco (siempre dentro de la colonia), donde por años se han efectuado excavaciones, en el marco de un proceso por inhumaciones y exhumaciones ilegales.
Lo último obedece a que, por los testimonios de los mismos colonos, se sabe que los cuerpos enterrados allí en 1973 fueron removidos cinco años más tarde, quemados, triturados y lanzados al río Perquilauquén, en el marco de la operación “Retiro de televisores”, que buscaba eliminar evidencias relativas a las personas asesinadas después del golpe de Estado.
Con los nuevos datos aportados por Mücke, coincidentes con otros antecedentes derivados de la investigación contra Malessa, la policía civil trabaja hoy en el sector, un lugar que –como dice Margarita Romero, presidenta de la Asociación por la Memoria y los Derechos Humanos Colonia Dignidad– coincide con lo señalado por varios campesinos que vivían en el lugar y que trabajaban para el enclave, que “manifiestan que en el camino a Chenco, que era el lugar donde ellos habitaban, habían ya excavado fosas para el mismo 11 de septiembre, las que estaba ubicadas a ambos costados del camino y les causaron mucho miedo, pues pensaron que eran para ellos”. A ese respecto, recuerda que muchos de esos campesinos “fueron terriblemente reprimidos, maltratados y muchos de ellos torturados, antes de ser expulsados de sus tierras por parte de la colonia”.
El búnker
Además de las causas relativas a Malessa y a las inhumaciones ilegales, la ministra Plaza sustancia también un cuaderno administrativo relativo a Colonia Dignidad, que se inserta en el Plan Nacional de Búsqueda.
La semana antepasada la magistrada, junto a oficiales y peritos de la PDI, se constituyó en un predio que hasta hace poco perteneció a la Colonia Dignidad, ubicado muy cerca del acceso principal a la misma, efectuando un primer reconocimiento de un búnker del cual no se tenía conocimiento hasta ahora, pese a que debe tener cerca de 50 años de existencia.
Al respecto, Romero explicó a El Mostrador que hacia julio pasado les llegó información relativa a dicha construcción, y que “nuestra asociación fue a constatar su existencia, gracias a lo cual nos dimos cuenta de que era un espacio que no había sido explorado, que no había sido periciado, y que era importante que lo informáramos a la ministra que lleva la causa sobre Colonia Dignidad, quien acogió los antecedentes y no solo eso, sino que se constituyó en el lugar”.
Se trata de un búnker que se encuentra camuflado en medio de un bosque, que posee una puerta metálica muy pesada y que consta de al menos un pasillo de cerca de 20 metros de largo, uno de ancho, en promedio. Además, a pocos metros del inicio del búnker, cuyas paredes son de concreto, este se bifurca en diagonal, existiendo un brazo de unos cinco metros de largo.
Toda la construcción, que pasa bajo el camino principal, posee una importante cantidad de cableado, cajas de circuitos eléctricos y lo que parece ser un mecanismo hidráulico. Al respecto, Romero indica que tiende a pensar que “es una construcción que tiene que ver con los sistemas de vigilancia que implementó la colonia, especialmente en lo relativo a las cámaras y los sistemas de audio con que evitaban que ingresaran personas al lugar y, sobre todo, que huyeran los colonos. También hay un sistema hidráulico y es posible, por lo que he conversado con algunas personas, que este sirviera para levantar un puente o, bien, parte del camino, con el fin de bloquear el acceso a la colonia si lo estimaban necesario”.
Por ello, precisó la dirigente, “pensamos que se trata de un hallazgo muy importante y, además, tendemos a pensar que probablemente esté conectado con otros túneles, por lo cual es muy importante que la ministra siga adelante con las investigaciones y peritajes que ya ha ordenado”.
Fuente: elmostrador.cl