Un sacerdote que ejerce su ministerio en Nezahualcóyotl, al este de la Ciudad de México, ha encomendado la lucha contra el culto satánico de la denominada «Santa Muerte» a San Miguel Arcángel, príncipe de las huestes celestiales.
El P. Eduardo Treviño, un sacerdote de 59 años y miembro de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz —asociación vinculada al Opus Dei—, está adscrito a la Diócesis de Nezahualcóyotl, ubicada en el Estado de México. Actualmente, es el párroco de la parroquia de la Inmaculada Concepción.
El municipio de Nezahualcóyotl es vecino de la Ciudad de México y cuenta con poco más de un millón de habitantes. El P. Treviño menciona que la zona es conocida «por sus desafíos sociales, como la violencia, el narcotráfico y la pobreza», un contexto en el cual el culto a la «Santa Muerte» ha encontrado «terreno fértil, ofreciendo a muchos una forma de esperanza y protección».
No obstante, entrevistado por ACI Prensa, el sacerdote mexicano es claro: «La muerte a la que llaman ‘santa’ es el mismísimo demonio». Según él, se trata de «una clara desviación espiritual: la gente acaba pensando que su cielo es ese año de gloria en la tierra que les da la ‘Santa Muerte’ y no ven la vida eterna. El demonio engaña, ofrece consuelo falso y lleva a la perdición».
¿Qué es la Santa Muerte?
La llamada Santa Muerte es una figura esquelética vestida comúnmente con un manto blanco, imitando a la Virgen María. Este culto se difundió desde el barrio de Tepito, en la Ciudad de México, una zona conocida por su comercio, pero cuyas calles enfrentan la violencia y el narcotráfico. El culto se extendió a diversas partes del país e incluso a otras naciones, principalmente vinculado al crimen organizado. La Iglesia Católica en México —especialmente los exorcistas— ha denunciado repetidamente los peligros de participar en este culto.
El P. Treviño advirtió sobre la agenda destructiva del demonio: «tiene como objetivo borrar la imagen y semejanza divina en la que fue creado el hombre, asociarlo a su rebelión contra Dios y frustrar en él la Vida Eterna para la que fue creado. En última instancia, desea que el destino del hombre sea la condenación eterna».
«El demonio, en su intento por frustrar la obra de la Redención de Jesucristo, buscó darle muerte (…) Sin embargo, en la Cruz, Jesús venció a Satanás, la tentación y el pecado, resucitando gloriosamente al tercer día», afirmó.
«Finalmente, la ‘Muerte’ intenta frustrar la Obra de la Redención de Jesucristo en cada uno de nosotros, al engañarnos, instigarnos y apartarnos del camino que lleva al Cielo, conduciéndonos a la Muerte Eterna, que es la muerte a la Gracia Divina, al infierno o la condenación eterna», aseguró el sacerdote.
La lucha contra la «Santa Muerte» bajo la protección de San Miguel Arcángel
El P. Treviño indicó que, tras llegar de Ciudad de México a Nezahualcóyotl décadas atrás, «empecé a ver que mucha gente traía la imagen de la Santa Muerte» a la iglesia, por lo que decidió «educar a mis fieles» y advertirles «sobre los peligros de adorar a esta figura». Además, los alentaba a meditar el salmo 49, «que habla de la muerte: ‘Los malvados son conducidos como ovejas al infierno y su pastor es la muerte'».
Desde hace unos 13 años, recordó, «poco a poco» comenzó a escribir una oración especial, «recordando que el gran luchador contra el demonio es el Arcángel San Miguel». Luego, con el permiso del Obispo de Nezahualcóyotl, Mons. Héctor Luis Morales, mandó a hacer una escultura de San Miguel Arcángel pisando a la Santa Muerte.
Fuente: www.aciprensa.com