Un informe del Ministerio de Sanidad no descarta la relación entre la inoculación y el desmayo que padeció el joven, que se ha quedado tetrapléjico.
El 6 de julio de 2021, C.S.L., de 33 años, acudió al Centre Cívic Cabanyes, en Badalona, para recibir la primera dosis de la vacuna del covid, que en su caso resultó ser de Pfizer. Tras ser inoculado, cogió su moto para ir a trabajar. Cuando conducía por la C31, a la altura de Sant Adrià de Besòs, se desmayó. A causa del grave accidente que sufrió (cruzó varios carriles) se ha quedado tetrapléjico. El joven ha presentado una reclamación ante la Administración. Un informe del Ministerio de Sanidad, al que ha tenido acceso EL PERIÓDICO, no descarta la relación entre el suministro de la vacuna y el desvanecimiento.
C. S. L. asegura que, antes de recibir la vacuna del covid, no se le preguntó por las posibles las alergias y los antecedentes patológicos, ni se le dio ninguna recomendación médica a seguir en caso de que aparecieran síntomas adversos. Tampoco se le indicó el tiempo que debía permanecer en el centro tras la administración de la dosis (lo habitual son 15 minutos) ni se le informó, subraya, sobre la incompatibilidad de la inyección con la conducción de vehículos o motos.
Puerta abierta
“Las conclusiones de este informe del Ministerio de Sanidad nos refuerza en nuestra reclamación de responsabilidad patrimonial y la consiguiente indemnización por parte de la Administración, como responsable de la tetraplejia”, afirma el abogado que tramita este asunto, Pedro Santamaría,del despacho de Vosseler Abogados. El expediente está pendiente de resolverse, aunque la Secretaría de Estado de Sanidad, de entrada, alega que no se pueden imputar responsabilidades a la Administración.
El informe del Departamento de Medicamentos de Uso Humano, dependiente de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios del Ministerio de Sanidad, señala que “no se puede descartar una relación de causalidad entre los acontecimientos adversos notificados por C. S. L. y el proceso de administración de la vacuna frente al covid de Pfizer”.
Los técnicos precisan que “no es posible establecer la secuencia temporal entre la administración de la vacuna” y el desmayo del motorista “y así dilucidar si se respetó el periodo habitual de observación tras el proceso de vacunación” o “si se trata de un síncope debido a una reacción vasovagal (activación se produce del nervio vago, que provoca descenso de latidos cardiacos y bajada de la tensión arterial) de inicio retardado”. Por lo tanto, deja la puerta abierta a que se produjera esa sintomatología.
También reacción en la segunda dosis
A pesar de admitir que no se puede establecer “con exactitud” si «realmente» padeció un desvanecimiento, el informe añade que, según consta en sus estudios clínicos, el joven, cuando ya estaba hospitalizado, sufrió un cuadro muy parecido al recibir la segunda dosis de la vacuna. Según el estudio, C. S. L. registró una “reacción vagal” o síncope, con hipertensión y frecuencia cardiaca lenta. “Generalmente, el síncope ocurre en personas con historial de eventos similares después de la vacunación”, subraya el dictamen. “El desmayo o síncope –añade– es un síntoma común en personas que reciben cualquier tipo de vacuna”, incluidas las del covid, y “en general está relacionado con la ansiedad generada durante el proceso de vacunación”.
El dictamen de Sanidad apunta a que se han dado reacciones de este tipo con la vacuna de Pfizer tiempo después de su administración. “Si bien en el ensayo clínico de fase III llevado a cabo con la vacuna de Pfizer se observó una menor frecuencia del síncope postvacunal en los receptores de la vacuna en comparación con el placebo”, en una posterior fase, y tras la autorización del fármaco, se notificaron casos, “incluso de inicio retardado”, ocurridos después del periodo “habitual de observación” de 15 minutos, argumenta el informe.
Aun así, «la forma retardada de reacción vasovagal no está del todo bien caracterizada y los mecanismos subyacentes no están claros», por lo que «es probable que exista un infraregistro» de los casos que se han producido fuera de los centros de vacunación.
Fuente: elperiodico.com