Más de un millón de personas acudieron a la última actividad de Jorge Mario Bergoglio en su sexta visita a América Latina.
Ante una multitud estimada en 1,3 millones de personas, el papa Francisco realizó este domingo (21.01.2018) su última misa en la Base de Las Palmas en Lima (Perú), donde denunció las situaciones de «dolor y de injusticia” en las ciudades, donde existen personas que «consiguen los medios adecuados para el desarrollo de la vida personal y familiar» mientras que son muchísimos «los ciudadanos a medias o los sobrantes urbanos», dijo.
De estas personas, «que están al borde de nuestros caminos», Francisco señaló que van a vivir «a las márgenes de nuestras ciudades sin condiciones necesarias para llevar una vida digna». Agregó que «duele constatar que muchas veces entre estos sobrantes humanos se encuentran rostros de tantos niños y adolescentes». Sus palabras se conocen poco después de que, en Chile, la primera escala de su sexta visita a América Latina, defendiera a un obispo que es acusado por diversas personas de encubrir a un sacerdote pedófilo.
Jorge Mario Bergoglio realizó un llamado a los fieles para que «caminen con el Señor de ciudad en ciudad y sean su discípulo misionero, y así te vuelvas parte de ese gran susurro que quiere seguir resonando en los distintos rincones de nuestra vida”. También criticó que las ciudades sean «un espacio para la indiferencia, que nos transforma en anónimos y sordos ante los demás, nos convierte en seres impersonales de corazón cauterizado y, con esta actitud, lastimamos el alma del pueblo».
Diálogo informal
Poco antes de esta masiva misa, el líder político y religioso se había reunido con obispos, con quienes conversó sobre los expresidentes peruanos que tienen causas judiciales. «¿Qué le pasa al Perú que a cada presidente lo meten preso? (Ollanta) Humala está preso, (Alejandro) Toledo está preso (sic), (Alberto) Fujimori estuvo preso hasta (casi) ahora, Alan García está en ese intento de que entró y no entró (a la cárcel), ¿qué pasa?», comentó.
«No descuidemos el futuro de la dirigencia de los pueblos. Si solo entienden el lenguaje de la corrupción, estamos fritos», añadió el pontífice en un diálogo informal captado por medios de prensa. Tras abandonar la nunciatura y realizar su misa en la base Las Palmas, Francisco se dirigirá directamente al aeropuerto internacional de Lima, donde se despedirá del presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski, y partirá su vuelo de regreso a Roma.
DZC (EFE, dpa)