La ONU publicó un informe donde pide despenalizar las relaciones sexuales entre niños y adultos

Las Naciones Unidas presentó un documento donde pide que se abra una vía legal para permitir legalizar la pederastia, el consumo de drogas y la toma de terrenos.

Esta semana, muchas de las sospechas sobre las intenciones de la dirigencia de las Naciones Unidas en cuanto a la agenda de género y cuidado de los niños quedó expuesta. En un nuevo y alarmante informe, la ONU instó a los diversos países miembro de la organización internacional a despenalizar la pederastia.

El documento, titulado como los “Principios del 8 de Marzo” fue redactado por el Comité Internacional de Juristas (CIJ), presidido por Robert Goldman; la ONUSIDA, presidido por Winnie Byanyima; y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), presidido por Volker Turk (sucesor de Michelle Bachelet).

El escrito, publicado con el supuesto objetivo de orientar “la aplicación del derecho internacional de los derechos humanos al derecho penal“, enumera diversos principios que tienen como objetivo despenalizar los delitos relacionados con el sexo entre niños y adultos, y asegura que criminalizarlo constituye un ataque a los derechos humanos.

Además, propone nuevas maneras de interpretar el derecho penal para tener una postura más flexible frente al consumo de drogas, a tener relaciones sexuales con VIH sin informar a la pareja, las tomas de terrenos y hurtos sin violencia.

“El derecho penal es una de las herramientas más duras de que dispone el Estado para ejercer control sobre las personas… como tal, debería ser una medida de último recurso, sin embargo, a nivel mundial, ha habido una tendencia creciente hacia la sobrecriminalización”, escribió Ian Seiderman, Director de Derecho y Política de la Corte Internacional de Justicia y quien le puso la firma a este documento.

“En el mundo del VIH, el abuso y mal uso de las leyes penales no sólo afecta al derecho a la salud, sino a multitud de derechos, entre ellos: a no ser discriminado, a la vivienda, a la seguridad de la persona, a la circulación, a la familia, a la intimidad y a la autonomía corporal y, en casos extremos, al propio derecho a la vida“, agrega.

“En los países donde el trabajo sexual está penalizado, por ejemplo, las trabajadoras del sexo tienen siete veces más probabilidades de vivir con el VIH que en aquellos donde está parcialmente legalizado. Ser criminalizado también puede significar verse privado de la protección de la ley y de la aplicación de la ley. Y, sin embargo, las comunidades criminalizadas, especialmente las mujeres, suelen tener más probabilidades de necesitar la misma protección que se les niega”, completa.

¿Qué es el ‘Principio 16 – conducta sexual consentida’?

Sin embargo, entre los principios enumerados, hay uno que destaca por sobre el resto, ya que da a entender que la ONU y los demás organismos firmantes proponen despenalizar el sexo entre adultos y niños.

En el llamado “Principio 16: Conducta Sexual Consentida“, el texto pide “promover la libertad sexual, con consentimiento, entre dos personas sin importar la diferencia de edad”. Las palabras utilizadas son poco precisas, algo que sin dudas es intencional.

Sin importar la diferencia de edad“, parece indicar que proponen que la pederastía deje de ser un delito, aunque agrega la palabra “con consentimiento“. Esto es un punto de debate para la ONU, ya que cada país marca la edad de consentimiento de manera diferente.

De todos modos, la ONU se toma el trabajo de aclarar que efectivamente defienden la pedofilia. En el siguiente párrafo, escriben: “La aplicación de la ley no puede estar vinculada al sexo/género de los participantes ni a la edad de consentimiento para contraer matrimonio. En este contexto, la aplicación del derecho penal debe reflejar los derechos y la capacidad de las personas menores de 18 años para tomar decisiones sobre la participación en conductas sexuales consentidas y su derecho a ser escuchadas en los asuntos que les conciernen”.

Los redactores de la ONU utilizan un lenguaje específico para no poner ningún tipo de límites a lo que ellos llaman “consentimiento”, escriben “menores de 18 años” sin ningún tipo de especificación, es decir, podemos estar hablando de un adolescente de 16 años, o de un niño de 5 años, siempre y cuando exista lo que ellos consideran “consentimiento”.

Durante los últimos años los gobiernos y partidos de izquierda, los organismos internacionales, y los medios de comunicación han lanzado una masiva campaña para promover la sexualización de los niños.

En Estados Unidos y en Europa son cada vez más comunes los “Drag Shows“, donde travestis desfilan con poca ropa en frente del público, que en los últimos años (por alguna razón) empezaron a incluir niños. A su vez, escuelas en todo Occidente han empezado a introducir libros pornográficos en las clases de Educación Sexual.

Lo mismo ocurre con los programas de televisión y series que cada vez promueven más este tipo de contenidos dirigido a un público infantil en el que tratan temas explícitamente sexuales, algo en lo que Disney ha sido precursor.

Fuente: derechodiario.com