La columna señala que si se cumplen los sondeos que favorecen al rechazo, el país “se habrá salvado del autoritarismo, del caos y posiblemente de la guerra civil”.
Una columna de opinión del Wall Street Journal advirtió que la nueva constitución de Chile puede “destruir la economía y la democracia” en el país sudamericano, en caso de ser aprobada en el plebiscito del 4 de septiembre.
En el artículo “El pacto constitucional suicida de la izquierda chilena” se advierte de las profundas reformas multisectoriales que abarcan los 388 artículos de la propuesta, que busca reemplazar la actual, heredada de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
“En el ámbito económico, la nueva constitución eliminaría las regulaciones existentes sobre el dominio eminente, permitiendo al gobierno confiscar cualquier tipo de propiedad privada por simple decreto legislativo sin tener que compensar a los legítimos propietarios a precios de mercado”, señaló Axel Kaiser, autor de la nota y miembro del think tank liberal Atlas Network.
Según destacó, el proyecto permite al gobierno “confiscar cualquier tipo de propiedad privada por simple decreto legislativo sin tener que compensar a los legítimos propietarios a precios de mercado”.
Además, critica el cambio a los derechos sobre el agua, protegidos por la actual Constitución, lo que dejaría vulnerables a sectores de uso intensivo como la minería y la industria. La propuesta sostiene la protección de los recursos hídricos en todos sus estados y fases, y que “siempre prevalecerá el ejercicio del derecho humano al agua, el saneamiento y el equilibrio de los ecosistemas”, mientras que los demás usos deberán ser determinados por ley.
Kaiser también critica que la propuesta “permitiría la proliferación de empresas estatales en todos los niveles del gobierno, preparando el terreno para una corrupción galopante”, y señala que se debilitaría al Banco Central por permitir que sus miembros sean destituidos por razones políticas.
En cuanto a los derechos laborales, el autor apuntó que el proyecto “crearía algunas de las regulaciones más radicales para los sindicatos en el mundo occidental”.
El columnista, al resaltar la eliminación del Senado para adoptar un sistema unicameral, comparó el texto con la Constitución venezolana de 1999 impulsada por Hugo Chávez. Según sostuvo, la Cámara Alta “ha desempeñado históricamente un papel crucial en el equilibrio del poder político” y opinó que bajo el nuevo sistema habría “poco control externo o interno de su poder”.
Entre otros puntos, se mostró en desacuerdo con el carácter “plurinacional” que propone el texto para el Estado, la creación del Consejo de Justicia para la evaluación de jueces y el posible efecto sobre “otras protecciones del Estado de Derecho” que causaría, según indica, “una ventaja para los cárteles internacionales de la droga que ya operan en el país”.
Durante meses, los sondeos dieron por vencedora la opción de aprobar el nuevo texto, pero las principales encuestas señalan ahora una mayor preferencia ciudadana hacia mantener la ley actual. Ante ese panorama, Kaiser señaló: “Por ahora, los chilenos parecen haber comprendido la amenaza que supone el proyecto constitucional radical de la izquierda. (…) Si este sentimiento nacional se mantiene hasta la votación del 4 de septiembre, Chile se habrá salvado del autoritarismo, del caos y posiblemente de la guerra civil”.
La derecha y parte de la centro izquierda votará en contra al encontrar el nuevo texto “radical”, mientras que la izquierda hará campaña a favor del “Apruebo”, aunque distintas voces están reclamando un gran pacto para reformar los aspectos más conflictivos.
Con la campaña en marcha, la desinformación sobre la nueva Carta Magna inunda las redes sociales. Afirmaciones como que el nuevo texto constitucional permitirá abortar hasta los nueve meses, que Carabineros (policía militarizada) no usará armas de fuego o que las casas pasarán a ser propiedad del Estado son discursos divulgados por usuarios en redes sociales que han sido desmentidos por verificadores.
El presidente de Chile, Gabriel Boric, dijo este lunes que la propuesta de nueva Constitución que se someterá a plebiscito en septiembre “no es perfecta”, pero que hay “acuerdo” en la coalición oficialista para “mejorar” el texto una vez sea aprobado. ”Tenemos acuerdo (entre) todos quienes apoyan al gobierno de que es posible mejorar”, afirmó el mandatario a los medios tras un acto oficial.
Fuente: infobae.com