La carne se estará poniendo por las nubes y su producción podrá estar cambiando catastróficamente el clima del planeta, pero a los holandeses nada de eso parece quitarles el sueño: el veganismo, tan extendido y militante en nuestro tiempo, ha perdido un 75% de partidarios en el país en solo dos años.
El 2% de los holandeses se confesaban veganos en 2025, pero hoy sólo lo hace un 0,5%. La información, a contrapelo de la obsesión por la sostenibilidad, la ofrece la encuesta bienal Sustainable Living Monitor, del centro Milieu Central en colaboración con la agencia de investigación Motivaction.
La distinción entre veganos y vegetarianos consiste en que, aunque ambos grupos se abstienen de consumir carne o pescado, los segundos admiten en su dieta lácteos y huevos.
En los últimos años, varias empresas populares de alimentos veganos se han declarado en quiebra en Europa, incluso en los Países Bajos debido a la disminución de la demanda. La noticia llega en un momento en que crece el escepticismo sobre este tipo de dietas, especialmente el veganismo. Muchas personas que siguen estas tendencias dietéticas carecen de nutrientes vitales, y para los niños los riesgos son especialmente graves.
Pero el fenómeno supera los límites de Holanda y la razón no parece ser exclusivamente de orden nutricional; también se debería a un creciente escepticismo ante la narrativa climática oficial. Así, hace dos semanas aparecía en el semanario alemán Stern una encuesta en la que el 69% de los encuestados decía oponerse a la prohibición de los vehículos diésel y de gasolina, mientras que el 68% estaba en contra de limitar las compras semanales de carne y productos lácteos, y el 56% rechazaba la idea de aumentar los costos de los viajes aéreos mediante un impuesto fijo sobre los billetes.
Sólo alrededor de una cuarta parte de los encuestados afirmó que reduciría voluntariamente los viajes en avión o el consumo de carne, o que se cambiaría a un coche eléctrico. Un número aún menor expresó su disposición a dejar de consumir productos animales por completo o a comprar sólo ropa de segunda mano.
En la encuesta holandesa, de hecho, solo el 8% afirma vivir sin coche. Menos del 19% está dispuesto a renunciar a la propiedad de un coche, y el 12% está dispuesto a alquilarlo a través de una plataforma digital.
Fuente: gaceta.es






