El pasado 25 de agosto, el Servicio de Salud de Atacama informó que en esa región se ha registrado un aumento de los casos de la enfermedad de boca, mano y pie, por lo que llamaron a la ciudadanía a extremar los cuidados y a actuar con prevención.
El llamado de atención encendió las alertas sanitarias en la comunidad, debido a su alta concentración en niños y niñas en edad preescolar¿De qué trata esta condición de salud?
Qué es la enfermedad de boca, mano y pie
Según explican desde la Universidad Andrés Bello, se trata de una infección viral que es causada por el virus Coxsackie, que suele causar síntomas como fiebre, dolor de garganta, lesiones dolorosas en la boca, sarpullido con ampollas en la boca, manos y pies, entre otros.
Sandra Díaz Rozas, académica de la Facultad de Enfermería de la Universidad Andrés Bello, sede Viña del Mar, explicó a través de un comunicado de prensa que “aunque suele afectar a menores de cinco años, también puede presentarse en niños mayores e incluso en adultos, aunque con síntomas más leves”.
En ese sentido, desde la casa de estudios apuntan que es frecuente el contagio en niños que asisten a sala cuna o jardín Infantil, aunque también puede presentarse en menores de 10 años.
Respecto a la vía de transmisión, Díaz señaló que es “por contacto directo con las secreciones de una persona infectada (saliva, lágrimas, secreciones nasales), las heces (especialmente en pañales) y el contacto con superficies y objetos contaminados (juguetes, mesas, pañuelos) que el virus puede albergar”.
Pese a estas múltiples formas de contagio, la especialista llamó a la calma, asegurando que es una “infección benigna y no hay motivo de estigma. Lo más importante es que se puede controlar con la colaboración de toda la comunidad, niños, familias y educadores”.
¿Cómo prevenirla?
En ese sentido, entregó una pauta de consejos a tener en cuenta para evitar la propagación:
• Lavado de manos frecuentemente con agua y jabón, especialmente después de cambiar pañales o estar en contacto con secreciones corporales.
• Limpiar y desinfectar a diario los objetos y superficies que tocan los niños, como juguetes y mesas.
• Desechar los pañales en una bolsa cerrada y llevarlos directamente a la basura.
• Mantener a los niños enfermos en casa, alejados de salas cunas, jardines o escuelas, hasta que desaparezcan los síntomas.
• Limitar el contacto físico cercano con personas infectadas.
La experta enfatizó en que estas medidas “contemplan fomentar y educar sobre la importancia de la higiene de manos constante, la desinfección de superficies y objetos (especialmente en los jardines y colegios), el aislamiento temporal de casos sintomáticos y la educación a la comunidad sobre cómo prevenir la transmisión del virus”.
Fuente: biobiochile.cl






