Minería subacuática: Con firmas buscan demorar perforaciones en aguas profundas y defender biodiversidad de Alaska a Chile

Minería subacuática: Con firmas buscan demorar perforaciones en aguas profundas y defender biodiversidad de Alaska a Chile

Esta industria acarrearía «daños irreversibles» para las comunidades locales y la biodiversidad del Pacífico, a los ecosistemas de los fondos marinos y la perturbación del almacenaje de carbono, sostiene activista Farah Obaidullah.

La activista marina y fundadora de The Ocean and Us, Farah Obaidullah, explica en entrevista con EFE que «impulsa una campaña para pedir la moratoria de la minería en aguas profundas» que ha recopilado 350.000 firmas porque esta actividad industrial podría tener «incalculables daños» ahora y para futuras generaciones.

La entrevista se produce a pocos días del inicio de una nueva reunión de la Autoridad Internacional del Fondo Marino (International Seabed Authority, ISA) en Kingston (Jamaica), que estará presidida por la oceanógrafa y diplomática brasileña Leticia Carvalho.

Obaidullah trabajó durante once años como Responsable de campañas oceánicas en Greenpeace, donde participó en acciones tanto en tierra como en el mar.

Entre sus mayores logros están el desarrollo de la presencia de la ong en África Occidental y el de una estrategia para la región, así como la denuncia de delitos pesqueros (INDNR) en todo el mundo.

Defensa del océano

La defensa del océano y la relación de la mujer con el mar le llevó en 2017 a fundar la organización sin fines de lucro Women4Oceans (Mujeres por el océano), que logró el directorio W4O, donde reúne a más de 5.000 mujeres de más de setenta países con el objetivo de «conectarlas y amplificar su voz» para impulsar acciones de impacto por un océano sostenible.

Posteriormente, Women4Oceans pasó a denominarse The Ocean and Us (El océano y nosotras), con el objetivo de llegar a una audiencia más amplia, más inclusiva y diversa, y cuyo trabajo busca crear puentes entre las personas, la ciencia y los tomadores de decisiones, para implementar soluciones colectivas para la conservación de un espacio que ocupa el 74% del planeta.

Economía azul

Ahora W4O es el nombre de un proyecto liderado por The Ocean and Us dentro del proyecto europeo «‘Win Big- Mujeres en la Economía Azul» para empoderar a las mujeres en los diferentes sectores de la economía azul.

Actualmente, lleva a cabo la campaña ‘Di no a la minería en aguas profundas’ para lograr una moratoria de la minería en el fondo marino que ha recopilado hasta el momento 350.000 firmas (https://www.theoceanandus.org/add-your-voice.html), y pretende aumentar a muchas más en todo el mundo, con el fin evitar las actividades industriales en la zona Clarion-Clipperton, ubicada en el océano Pacífico, frente a México y Hawái, que abarca un área del tamaño de los Estados Unidos continentales.

Daños irreversibles

La minería industrial acarrearía «daños irreversibles» para las comunidades locales y la biodiversidad desde Alaska hasta Chile, a los ecosistemas de los fondos marinos y la perturbación del almacenaje de carbono, sostiene.

Obaidullah apunta que la mayoría de personas «sabe que vive en un planeta azul, donde más del 70 % del espacio es océano», que juega «el papel más importante en la determinación de todo y es determinante en la crisis climática, porque muchos de los fenómenos meteorológicos extremos que se experimentan se deben a los cambios que se producen en el océano».

Porque en el planeta «todo funciona de forma interconectada, el océano, la superficie terrestre y la atmósfera que nos rodea», y subraya que es una interrelación donde «nada sucede sin una consecuencia», aunque «muchas veces ver las cosas con lente terrestre puede hacer perder esa perspectiva».

Apunta que actualmente existen varios riesgos para el océano: la crisis climática con el ascenso de temperatura, la acidificación y la pérdida de oxígeno, además la soprepesca y la contaminación por plásticos, por el transporte marítimo, por vertidos de petróleo, así como la escorrentía de la agricultura y el nitrógeno de los químicos, o la del ruido que perturba la vida marina, entre otros muchos.

Mitad de oxígeno que respiramos

Todos estos factores «afectan al clima y a la biodiversidad», pero también tienen un «impacto en cascada» en las redes alimentarias, en la seguridad alimentaria y en los medios de vida de las comunidades pesqueras, porque según estimaciones de Naciones Unidas «el 99% de poblaciones de peces están totalmente sobreexplotadas«.

Recalca que el océano proporciona «la mitad del oxígeno que respiramos«, aunque «normalmente se habla de los bosques tropicales como los pulmones de nuestro planeta, es el océano el otro pulmón derecho. Nos proporciona cada segundo aliento que tomamos».

«El océano proporciona alimentos, ingresos, bienestar y paz«. Por ello, concluye, «es extremadamente importante que el océano esté sano».

Obajdullah es la autora principal y editora del libro «The Ocean and Us» (Springer), en el que recoge la opinión de más de 35 expertas en océanos y explora la compleja relación entre la humanidad y el océano.

Fuente: eldesconcierto.cl