La exdirectora de comunicaciones en el segundo mandato de Michelle Bachelet describió en Al Pan Pan una falta de protocolos en el accionar de La Moneda una vez se conoció de la crisis: “lo que ocurre con esta crisis es devastadora para un Gobierno que se define como feminista”.
La crisis en La Moneda a raíz del caso Monsalve continúa instalada, sin fecha en el horizonte para una resolución que le de aire al Gobierno de Gabriel Boric.
Durante el día de ayer se conoció que posterior a ser notificado de la situación por la ministra del Interior, Carolina Tohá, el Presidente informó a su jefe de asesores en el segundo piso de La Moneda, Miguel Crispi, y su jefe de gabinete, Carlos Durán, ambos del Frente Amplio. Con ellos es con quien habría definido la corta hoja de ruta del control de la crisis, que no incluyó informarle ni a la ministra vocera Camila Vallejo ni a la de la Mujer Antonia Orellana.
Hoy en Al Pan Pan, con Mirna Schindler: conversamos con la periodista y directora de comunicaciones durante el segundo Gobierno de Michelle Bachelet, Paula Walker. La experta no da espacio a dudas: esta es la peor crisis política que ha atravesado la administración de Gabriel Boric.
“Es una crisis muy severa porque golpea el corazón del Gobierno de múltiples maneras (…) Cuando tú te declaras como un Gobierno feminista eso no es una declaración rimbombante, sin raíces“, anota Walker, quien reconoce que, hasta el destape de la situación de Monsalve, el Gobierno pudo respaldar con hechos. Por ejemplo, cita la “transversalización” de la mirada de género en todos los departamentos del Gobierno, la integración de la ministra de la Mujer al comité político o las decisiones en Hacienda, promediadas con criterios de género.
“En ese sentido, lo que ocurre con esta crisis es devastadora para un Gobierno que se define como feminista“.
Para intentar explicar la crisis hizo una reconstrucción de la toma de decisiones en La Moneda, considerando la información disponible de momento. “Cuando uno dice ‘estoy viviendo una crisis’, lo primero que debe hacer, de manual, es decir ‘no puedo seguir haciendo lo que hago siempre’, por lo tanto mi rutina la tengo que alterar”, señala Walker, identificando un primer error: la notificación por parte de Tohá al Presidente vía telefónica.
“Si yo tengo una información de ese nivel de importancia, que al ‘zar de la seguridad’ lo están acusando de haber violado a una subalterna y de haber cometido abuso sexual, yo no sé si yo tomo el teléfono y hago una llamada a mi jefe, que está arriba mío no en el sentido figurativo, sino que está en la oficina de arriba yo subo corriendo las escaleras, toco la puerta y le digo presidente ‘necesitamos hablar urgente’“, analiza la experta, puesto que la gravedad del asunto ameritaba el tratamiento como una situación excepcional.
“Si yo soy la ministra del interior y me entero de esta noticia, que el propio subsecretario dice “les voy a contar una bomba” (…), hay un tiempo ―que no sabemos cuánto es, no sabemos si la ministra del interior se lo comentó a alguien de su equipo― que es la ventana más valiosa en el manejo de crisis que es cuando me entero. ¿Qué hago exactamente en ese momento? ¿Corro y llamo al presidente y le cuento o me detengo 15 minutos 20 minutos, llamo a mi equipo y les digo ‘miren lo que está pasando, qué hacemos, cuál es mi diseño para avisarle al Presidente’?”, señala Walker, quien identificó un segundo error durante los primeros minutos: la incapacidad de Tohá de actuar con un plan en mente para crear un cortafuegos en torno al Jefe de Estado.
“Yo soy la segunda en la línea del poder cuando el Presidente sale del país, yo soy la vicepresidenta. Entonces no puedo con una información de esta envergadura solamente remitirme a informarla“.
En esa línea destaca la experta que es humano cometer esta suerte de errores al momento de enfrentar la crisis, precisamente porque son personas quienes toman las decisiones. Sin embargo, “por eso existen procesos, por eso existen protocolos,por eso las instituciones tienen las cosas relativamente regladas”, agrega de igual manera.
“La Moneda es un espacio laboral, cualquier ministerio es un espacio laboral. No es un grupo de adeptos a una sola causa; obviamente que hay nombramientos que son políticos, pero luego están las personas que hacen funcionar el Estado y que no cambian de Gobierno en Gobierno. Por lo tanto es un espacio laboral que tiene que estar súper protegido“.
En esa línea es que también recordó que los funcionarios públicos están en la obligación de denunciar los posibles ilícitos de los que tengan conocimiento.
“¿Y qué pasó? Bueno: pasó que (Monsalve) tenía tanto poder, estaba tan bien evaluado, tan rodeado de gente que era leal a esa persona que le creyeron ciegamente. Y nadie fue capaz de decir ‘paremos 20 minutos, paremos 30, y si es cierto qué planes debemos hacer (…)’”, zanja Walker.
Fuente: elmostrador.cl