Cuando en noviembre de 2020 el entonces senador Alejandro Navarro fue sometido a una cirugía cardíaca de urgencia en el Hospital Las Higueras de Talcahuano, su familia recibió una particular llamada desde Venezuela. Al otro lado de la línea estaba el gobernante venezolano, Nicolás Maduro, quien expresó su preocupación por el estado de salud del legislador y consultó sobre su situación.
Pocos días después de la ratificación —el 2 de agosto de 2024— de los resultados de las elecciones presidenciales que respaldan la reelección de Maduro, en medio de acusaciones de fraude por parte de la oposición venezolana, el líder chavista pidió en uno de sus programas de televisión una oración por la recuperación de Navarro.
La historia refleja la cercanía entre Maduro y el actual candidato del oficialismo a gobernador de la Región del Biobío, cuyo nombre genera incomodidad en algunos partidos de la coalición gobernante, aún cuando Navarro estará en la papeleta el próximo 27 de octubre como representante del pacto “Contigo Chile Mejor” que incluye a la DC.
Según recuerdan funcionarios del gobierno del primer mandato de Michelle Bachelet, y exdirigentes del desaparecido partido Movimiento Amplio Social (MAS), uno de los principales hitos que forjó la relación entre ambos ocurrió el 2007 con motivo de la gira presidencial de la exjefa de Estado y una numerosa delegación que concurrió a Caracas para asistir a la Cumbre de la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE).
En ese entonces, el país era dirigido por el fallecido Hugo Chávez, mientras que Nicolás Maduro era el canciller del país caribeño. Según recuerdan exdiregentes del MAS, Maduro y Navarro sostuvieron algunos encuentros, donde intercambiaron puntos de vista sobre el proceso latinoamericano y la Revolución Bolivariana.
Años más tarde, poco antes de la muerte de Chávez, cuando este designó a Nicolás Maduro como presidente del consejo de ministros, la relación entre el chileno y el caribeño estaba consolidada. Fue ahí cuando se produjo un polémico episodio que protagonizaron los líderes del MAS, entre ellos, Navarro y Fernando Zamorano, exsecretario general de la extinta colectividad.
Dirigentes del MAS recuerdan que, después de la cumbre, el gobierno venezolano envió a Temuco a representantes del Ministerio de Agricultura de Venezuela y de la estatal Petroquímica de Venezuela S.A. (Pequiven). Visitaron la Región de La Araucanía con la intención de entregar urea, un fertilizante para el crecimiento y desarrollo vegetativo de todo tipo de plantas.
Según sostuvo el exalcalde de la comuna de Coronel, el actual diputado Leonidas Romero (de la bancada RN), a través de El Líbero en 2015, “Me gustaría que Fernando Zamorano, que tiene relación con Navarro, diga el tipo de relación que tiene con la empresa Fertisur y la importación de urea de Venezuela, porque cuando el senador dice que financió sus campañas politicas con bingos y completos, no se lo cree nadie”. exdirigentes del MAS coinciden en que la relación de la desaparecida colectividad con el caso de la urea y la visita de la comitiva venezolana a Temuco nunca fue aclarada por Navarro.
Dirigentes del oficialismo también señalan que nunca quedó claro si la idea del gobierno venezolano de ofrecer urea a menor costo a comunidades mapuche de La Araucanía prosperó. Exmiembros del MAS agregan que tampoco se transparentó qué fue de un voucher que habría entregado Venezuela a representantes del MAS para la importación de urea, ni la relación del partido con la empresa Fertisur.
El exsenador y candidato a gobernador del Biobío, consultado por El Mostrador, prefirió no referirse al caso de la urea. Y tampoco al escaso apoyo que estaría recibiendo del Socialismo Democrático en su campaña de cara a los comicios regionales de octubre. Sin embargo, expresó que prefiere no referirse a temas que podrían enturbiar las relaciones (con los partidos) y que optará por la “prudencia” hasta las próximas semanas, donde espera abordar diversos temas.
Desde el Socialismo Democrático reconocen que el nexo de Navarro con Maduro ha evidenciado, por sus declaraciones, fotografías y publicaciones en redes sociales donde defiende al gobernante venezolano que continúa en el poder tras las cuestionadas elecciones, una importante incomodidad en el bloque que agrupa al Partido Socialista (PS), al Partido por la Democracia (PPD), el Partido Radical (PR) y el Partido Liberal (PL). Declaran que se mantendrán observantes de su situación o lo más lejos posible de la campaña en el Biobío.
En los partidos del bloque oficialista que integran el pacto, señalan que la contienda en el Biobio está cuesta arriba para Navarro, ante el Partido Social Cristiano, Partido Republicano y Chile Vamos. Además, cuestionan que el exsenador estaría apoyando candidatos fuera de pacto para la alcaldía de Concepción y Chiguayante, por lo que el entusiasmo para apoyarlo es famélico.
En las últimas semanas, el equipo de campaña de Navarro intentó aclarar lo que a su juicio es una extraña confusión por la frase que el exsenador dijo en una entrevista radial, expresando que era un “soldado” de Maduro. Según los asesores, en una inusual explicación enviada a través de una minuta, lo que dijo literalmente Navarro fue responder a la pregunta sobre si Maduro le pidiera estar como un soldado ahí para defenderlo, parafraseando a Diego Armando Maradona, la respuesta de Navarro, en 2017, fue “total y absolutamente”.
“Creo que tenemos, de hecho, una relación de amistad con Nicolás, de mucho tiempo, cuando era presidente de la asamblea. Lo conocí mucho tiempo antes de que fuera ministro de Relaciones Exteriores de Hugo Chávez”, dijo en la entrevista.
Fuente: elmostrador.cl