Las cifras presentadas por el Consejo de la Transparencia han dado pie a cuestionamientos en un contexto en que las entidades públicas son blanco de críticas por su baja eficiencia.
De acuerdo con un informe elaborado el Consejo para la Transparencia, los empleados públicos en Chile ascendieron a 810 mil, lo cual representa un aumento del 2,2%, en comparación con el año 2023.
Esta cifra por sí sola no es ni positiva ni negativa. El asunto radica en que estos funcionarios sean de utilidad y aporten al Estado y a la ciudadanía.
Es relevante discutir con respecto a los mecanismos y requisitos de ingreso, que debieran incluir niveles de exigencia profesional adecuado. Asimismo, es importante que en estos procesos se dejen de lado los pitutos, compadrazgo o nepotismo.
Estos cuestionamientos en relación a este reporte aparecen en un contexto en que las entidades públicas han recibido críticas transversales por su baja eficiencia.
En definitiva, la evaluación con respecto al incremento señalado en la dotación de trabajadores debe hacerse en función de si las entidades públicas presentan una mejoría en su atención y realizan mayores y mejores diligencias para ayudar a la gente.
Ocurre, adicionalmente, que para aquellos que se desempeñan en el sector público, muchas veces es difícil que sean desvinculados.
Otro aspecto al que hay que prestar atención es a las nuevas contrataciones, por ejemplo en municipios, en la previa a las elecciones. A veces, pueden haber segundas intenciones de carácter político, o bien, simplemente no son bien justificadas las incorporaciones a los equipos.
Fuente: biobiochile.cl