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Su intervención se produce después de que una serie de legisladores laboristas dijeran que no podían definir qué es una mujer.
El ex primer ministro británico Tony Blair ha generado polémica al afirmar sin tapujos que “una mujer tiene vagina y un hombre tiene pene”, en medio del acalorado debate sobre los “derechos de las personas transgénero”.
En una entrevista con la revista Holyrood, Blair cuestionó por qué los políticos se habían “enredado” en este tema. Aunque dijo entender que algunas personas “se sienten genuinamente en el cuerpo equivocado” y deberían poder “cambiar legalmente de sexo”, insistió en que se deben proteger los espacios unisex como vestidores y baños, así como el deporte femenino.
“No sé cómo la política se metió en este lío. ¿Qué es una mujer? Bueno, para mí no es muy difícil de responder. Definitivamente soy de la escuela que dice que, biológicamente, una mujer tiene vagina y un hombre tiene pene. Creo que podemos decir eso con bastante claridad”, declaró.
Blair, de 71 años, planteó tres “calificaciones muy importantes”: proteger los espacios unisex, garantizar el lenguaje adecuado sobre salud femenina y mayor protección para los jóvenes.
“En primer lugar, no debería impedir que las mujeres hablen de ser mujeres biológicas. La idea de que no puedes referirte a las mujeres embarazadas me parece completamente ridícula”, dijo.
“En segundo lugar, puede haber situaciones en las que, por ejemplo, haya personas que aún tienen genitales masculinos pero están en un vestidor de mujeres, y las mujeres se sentirán incómodas con eso. No deberían sentirse incómodas, así que tienes que proteger eso”, agregó.
El ex primer ministro argumentó que la “gran mayoría” de los británicos estarían de acuerdo con él en que las personas deberían poder cambiar de género, sujeto a sus tres condiciones sobre espacios seguros y deportes, personas jóvenes y terminología.
Concluyó que era “raro” que hubiera un debate tan polarizado sobre los derechos trans cuando los fundamentos se aplican al “sentido común”. Su intervención se produce después de que una serie de legisladores laboristas dijeran que no podían definir qué es una mujer.
Hace dos años, Yvette Cooper, la secretaria de Interior en la sombra, dijo que el problema era un “agujero de conejo”. El líder laborista Keir Starmer inicialmente tuvo problemas con la pregunta, antes de declarar el año pasado que el 99,9% de las mujeres “no tienen pene”.
La diputada laborista Rosie Duffield ha enfrentado reacciones violentas por sus opiniones sobre los problemas de las personas transgénero. Duffield fue exonerada por los jefes del partido en enero después de una investigación de un año sobre acusaciones de transfobia.
Fuente: razonmasfe.com
