En 2020 el país oceánico pidió que se investigara a Beijing por el origen de la pandemia. China respondió subiendo aranceles hasta más de 200%.
Una de las discusiones que se ha abierto durante los últimos días es la relativa a eventuales represalarias desde China por las sobretasas arancelarias provisorias que aprobó Chile al acero proveniente de ese país, después de la solicitud de la siderúrgica
Y es que si bien muchos creen que una situación como esa está aún lejos, lo cierto es que casos en el mundo hay de sobra, considerando las sospechas de tintes políticos que pudo haber tomado la discusión por la votación dividida que se vivió en la Comisión Antidistorsiones, donde se tomó la decisión de aplicar los
Así, la situación hace recordar algunos ejemplos de respuestas comerciales que ha tomado China en medio de pugnas políticas.Uno de ellos, quizás el más emblemático, es el de Australia, que desde 2020 -y por distintas razones- viene luchando contra el alza en los aranceles que le impuso el gigante asiático. La situación, en cualquier caso, obligó al país oceánico a diversificar sus exportaciones, lo que le terminó jugando a favor.
Las relaciones con el país asiático, en cualquier caso, se están normalizando, sobre todo luego del cambio de Gobierno en Canberra.
Un conflicto agudizado por el Covid
Al llegar el 2020, China y Australia ya tenían ciertas tensiones. Y es que el país oceánico había prohibido en 2018 los proyectos de la empresa Huawei para proporcionar tecnología 5G a las redes inalámbricas del país. ¿La razón? Una preocupación por eventuales vínculos entre la compañía telefónica y el gobierno de Beijing.
La llegada de la pandemia, sin embargo, significó un quiebre casi total entre ambos países. Todo comenzó cuando el Gobierno de Canberra apuntó a que se investigue a China por el origen de la pandemia, algo que también había solicitado Estados Unidos.
«Lo mínimo que el mundo puede esperar es que haya una investigación», dijo por esos días el ministro de Comercio e Inversión de Australia, Simon Birmingham.
La intervención no cayó bien en Beijing, que no se demoró mucho en prohibir las exportaciones de carne de res, para posteriormente imponeraranceles del 80% a la cebada australiana, argumentando el incumplimiento de normas comerciales.
Desde entonces, a muchos productos provenientes del país oceánico China le impuso aranceles antidumping, entre ellos el carbón el algodón, el azúcar, la madera, el turismo, las universidades, el vino, el trigo y la lana, entre otros.
Los impuestos al vino, por ejemplo, variaron de entre el 116,2% y el 218,4%. El golpe para la industria fue tan potente que las exportaciones de botellas a China se dividieron en 27 para 2021, al compararlo con el año anterior.
Cabe destacar que desde Beijing siempre negó que estas medidas consistieran en algún tipo de represalia política.
La disputa ante la OMC
En enero de 2021 Australia decidió solicitar la asistencia de la Organización Mundial del Comercio (OMC), con el argumento de que los aranceles interpuestos por China habían sido por una motivación política.
«Sobre la base de las pruebas, los datos y los análisis que ya hemos reunido, Australia tiene un caso increíblemente sólido», dijo Simon Birmingham, al acudir al organismo.
Sin embargo, China decidió seguir el mismo camino, y también presentó una reclamación ante el organismo, por los aranceles que Australia aplicaba a las exportaciones de ese país de turbinas eólicas y otros productos manufacturados.
Se habló, durante esos días, de una «guerra comercial».
EL Reestablecimiento de las relaciones
En 2022 las relaciones entre ambos países comenzaron a mejorar, luego del cambio de Gobierno en Canberra, en el cual asumió el laboristaAnthony Albanese, quien visitó en China en 2023. Desde entonces, el país asiático comenzó a quitar las restricciones comerciales a los productos australianos, aunque aún quedan algunos.
A comienzos de abril, la OMC notificó que se ponía fin a la disputa comercial entre ambos países. Eso, poco días después de que se levantaran los aranceles al vino australiano.
El anuncio fue acogido «con satisfacción» por el Gobierno de Canberra, que aseguró que la decisión llega «en un momento crítico para la industria vitivinícola australiana».
«El reingreso del vino embotellado australiano al mercado chino beneficiará tanto a los productores australianos como a los consumidores chinos», señaló el Gobierno de dicho país.
Australia diversificó sus exportaciones
La crisis que Australia vivió con China le dejó una lección: no podía depender tanto de un solo país. Es por eso que el país oceánico, durante los últimos años, hizo sus fuerzos por dirigir sus exportaciones a otras partes del mundo.
Así, el país celebró acuerdos con Reino Unido y la India para apuntar a otros mercados. Asimismo, profundizó lazos comerciales con el sudeste asiático y actualizó acuerdos comerciales.
Fuente: emol.com