Sobre la cifra exacta hay debate, pero lo que no niegan ni siquiera desde el Ministerio de Educación es que en Chile, a más de 10 días de haber iniciado el año escolar, hay un número no menor de niños y adolescentes que no encontraron cupo en ningún establecimiento educacional público. El problema es multifactorial y el jefe de la cartera de Educación, Nicolás Cataldo, argumentó que una de las causas es la sobredemanda que genera la población migrante.
Los ex ministros Raúl Figueroa y Gerardo Varela, sin embargo, advierten a El Líbero que la incapacidad para contar con la matrícula necesaria es también producto de una serie de reformas educacionales que impulsó la izquierda en el segundo mandato de Michelle Bachelet, que tuvieron el apoyo de entonces diputados que ahora encabezan el Poder Ejecutivo, y que tenían un claro «propósito ideológico».
«La agenda educativa que se impulsó en ese tiempo tenía un propósito claramente político ideológico que estaba muy alejado de las verdaderas necesidades del sistema», advierte Figueroa.
Para Varela las reformas tuvieron razones eminentemente ideológicas. «Lo que hicieron fue impedir la actividad empresarial en la educación y eso fue por razones ideológicas, porque no existe ninguna evidencia de que la actividad empresarial produjera peores resultados académicos. Todo lo contrario, muchos colegios subvencionados eran empresas, tenían fines de lucro y muy buenos resultados académicos», señala.
La Ley de Inclusión Escolar que fue aprobada con el voto del entonces diputado Boric y otros que ahora están en el gobierno
Al hablar de las reformas, ambos ex ministros se refieren a la Ley 20845 o Ley de inclusión escolar que regula la admisión de los estudiantes, elimina el financinanciamiento compartido y prohíbe el lucro en establecimientos educacionales que reciben aportes del Estado.
La norma fue ingresada en mayo de 2014, dos meses después del inicio del segundo mandato de Bachelet, y promulgada un año después, en mayo de 2015.
El actual Presidente de la República, Gabriel Boric; la ahora ministra Secretaria General de Gobierno, Camila Vallejo; la ministra de Defensa, Maya Fernández; el subsecretario de Interior, Manuel Monsalve; y el ex ministro de Desarrollo Social y hombre cercano al Jefe de Estado, Giorgio Jackson; todos ellos diputados en ese momento, figuran entre los parlamentarios que votaron a favor esta ley.
«Efectivamente, el conjunto de reformas que se impulsaron con un marcado voluntarismo, sin considerar los datos disponibles, y que están teniendo efectos, en el mejor de los casos neutros y en el peor más bien negativos, contaron con una participación activa de quienes hoy día están en el gobierno», indica Figueroa.
Varela señala que «ellos eran gente que tenía menos de 30 años, que no tenía ninguna experiencia ni capacitación, qué podía esperarse. Hoy día, si se dan cuenta, son incapaces de reconocer sus errores», dice.
Raúl Figueroa: «La reforma eliminó todos los incentivos para la construcción de nuevos establecimientos particulares subvencionados»
El ex ministro Figueroa explica las razones por las cuales, en su criterio, la Ley de Inclusión Escolar va en detrimento de poder aumentar el número de cupos, que ahora afecta a los estudiantes y que, conforme a los hechos, no previó el gobierno.
«Que una cantidad importante de jóvenes no encuentren matrícula se debe en parte a que esa reforma eliminó todos los incentivos para la construcción de nuevos establecimientos particulares subvencionados y además incorporó restricciones para la instalación de nuevos colegios de esas características», señala.
Para Varela lo que hizo la izquierda en materia de educación fue un error. «Si hay alguna forma de organización humana que ha demostrada ser eficaz para solucionar problemas, entre otros la educación, es la empresa. La economía de escala en la educación se pierde producto de la prohibición del copago y de poder fundar colegios», sostiene.
«Con la Ley de Inclusión los colegios subvencionados ya no pudieron crecer»
El Líbero también consultó a la ex seremi de Educación del Presidente Sebastián Piñera, Bárbaro Soto, quien ahonda en los inconvenientes que la Ley de Inclusión Escolar implicó para los colegios subvencionados.
«Con la Ley de Inclusión los colegios subvencionados ya no pudieron crecer, tenían que elegir entre ser fundaciones o ser colegios particulares. Al convertirse en particulares tuvieron que empezar a cobrar plata a los apoderados y perdieron muchos niños que tuvieron que irse a colegios municipales. La mayoría de estas instituciones no se convirtió en particular, sino que hizo fundación», señala la especialista.
«Al ser fundaciones ya no tienen préstamo en los bancos porque no tienen atrás un respaldo económico que sí les daba el ser empresas. Los bancos ya no les dan plata, ¿entonces cómo esos colegios van a crecer en infraestructura para atender a más niños si las fundaciones no tienen poder adquisitivo? No pueden», agrega.
Soto también hace énfasis en el fundamento ideológico de la decisión. «Eso es un problema que nadie previó. Eso pasa cuando se toman decisiones ideológicas sin pensar en los niños y las niñas y después se llenan la boca hablando de los derechos de los niños. El derecho a la educación es un derecho internacional reconocido por la Constitución de Chile que hoy día se le está vulnerando a muchos niños y adolescentes», advierte.
María Teresa Romero, presidenta de la ONG Escuelas Abiertas, también considera que la raíz del problema de la falta de cupos tiene que ver con la norma en cuestión.
El carácter «maximalista y poco pragmático» de la izquierda que convirtió al SAE en la regla
Las falencias en el Sistema de Admisión Escolar (SAE) sería otra de las causas en el caos de los cupos. El SAE es el portal estatal al que deben ingresar los apoderados para solicitar las vacantes para sus pupilos. La página indica los datos básicos de cada institución educativa pública y subvencionada del país, incluyendo el dato de si tiene o no cupos disponibles.
Para el ex ministro Varela los errores que, en su criterio, se cometieron en la implementación del SAE, también están relacionados con asuntos de ideología política.
«Ese debió haber sido un mecanismo complementario a los otros sistemas, pero como la izquierda es maximalista y poco pragmática, armó un sistema como si una talla le quedara buena a todo el mundo. Este podía ser un mecanismo de selección aplicable para algunos lugares y en algunos casos, pero no podía ser la regla», dice.
En criterio de Varela, con la implementación del SAE se cometió la falla de que sólo los apoderados pudieran seleccionar los colegios, pero los colegios no pudieran seleccionar a los apoderados.
«Lo que genera mejor calidad educativa, según la Agencia de Calidad de la Educación, es la existencia de una comunidad de intereses en la comunidad educativa, cuando la comunidad educativa está comprometida con el proyecto educativo. Eso se pierde cuando el colegio no puede seleccionar, sino sólo los padres», advierte.
El segundo error del SAE, según Varela, es la supresión del factor humano. «Si vas a un colegio que está al lado de tu casa, puede que te digan que hay cupos, pero que tienes que postular por la plataforma», objeta.
El SAE, un sistema «ineficiente» y que «falla»
La presidenta de Escuelas Abiertas también enumera al SAE como una de las causas del actual problema de los cupos.
«Acá hubo un problema en el SAE, que fue modificado de manera improvisada, centralizando toda la gestión de los cupos de forma muy ineficiente», asevera Romero.
En criterio de esta experta, lo que correspondería en este momento por parte de las autoridades es modificar el SAE, «que los padres puedan ejercer su derecho preferente a elegir la educación que quieren para sus hijos de acuerdo al proyecto educativo que más les acomode».
Con respecto al SAE, Soto fue contundente: «También está el problema de que tienen un catastro malo, porque sé que hay colegios que tienen cupos, entonces el sistema de asistencia escolar falla», afirma.
¿Cuántos son los niños que están sin cupo escolar?
El caso de los niños sin cupo escolar saltó a la lista de los principales problemas por resolver por las autoridades a nivel nacional luego de que a mediados de esta semana El Mercurio advirtiera que había casi 3.000 escolares sin matrícula en todo el país.
Un día después la subsecretaria de Educación, Alejandra Arratia, advirtió, en entrevista dada a La Tercera, que desde esa cartera no habían entregado ni ratificado esa cifra. Aseveró que, al menos para ese momento, había 1.700 alumnos con doble matrícula y que en algunas escuelas aún no habían corrido las listas de espera, por lo que tenían que esperar a finalizar marzo para ofrecer cifras exactas.
Sobre la cantidad de menores que permanecen fuera de las salas por falta de vacantes, Romero asevera que en Atacama, región en la que estuvo esta semana, son 500 los menores afectados.
La presidenta de Escuelas Abiertas señala que en Copiapó presentaron un recurso de protección con los nombres de más de 70 apoderados, en contra de las autoridades del Estado que dirigen la educación pública.
En cuanto a las cifras, Soto advierte que las cuentas no incluyen a los alumnos que han desertado y que lo han hecho, según su perspectiva, por factores como el SAE, sistema que asigna cupos en instituciones muy distantes de los lugares de residencia de los estudiantes.
«¿El Ministro de Educación dice que van a aumentar la capacidad, pero hasta dónde van a aumentar la capacidad?, ¿cuántos niños van a tener por sala, 44, 46, 48?, ¿hasta dónde van a tensionar el sistema?», advierte Soto.
Fuente: ellibero.cl