Pérdidas, deudas financieras por US$ 780 millones y dos líneas de crédito: el complejo momento del grupo Socovesa

Pérdidas, deudas financieras por US$ 780 millones y dos líneas de crédito: el complejo momento del grupo Socovesa

Los ingresos operacionales de Socovesa aumentaron un 16,7% a $167.999 millones (US$188 millones) en los primeros nueve meses del año, pero sus costos de venta crecieron 18,7% a $127.837 millones y sus gastos de administración subieron un 14,3% a $35.727 millones. El alza en ingresos “responde a mayores ventas de inmuebles, particularmente de casas y departamentos, que más que compensaron la caída en las ventas de viviendas en parte de pago y de terrenos”, explicó la firma.

La compañía tiene un presupuesto de 9,7 millones de UF de facturación y apunta aún a cumplir ese pronóstico. Hasta septiembre tenía una facturación efectiva de 4,5 millones de UF y reportaba otro saldo por facturar en el 2023 de 5,7 millones de UF, lo que debiese materializarse en el último trimestre del año, para superar el presupuesto y completar 10,25 millones de UF.

El flujo de caja operacional (Ebitda) creció un 30,1% interanual hasta $14.634 millones (US$16 millones), producto de la mayor ganancia bruta del periodo (que subió 10,8%) y los mayores gastos financieros descargados que compensaron el aumento de los gastos de administración. El ratio Ebitda/Ingresos (margen Ebitda) aumentó 0,9 puntos porcentuales hasta un 8,7%.

El margen bruto total (ganancia bruta como porcentaje de las ventas) disminuyó 1,3 puntos porcentuales a 23,9%. En su análisis por filial, dijo que la constructora Socovesa, conocida especialmente por sus casas para la clase media y con subsidio, registró un margen del 21,5%, 1,8 puntos menos que en el periodo enero-septiembre de 2022, debido “tanto a la menor escrituración del periodo, que genera un impacto mayor de los costos de post venta, como de un mix diferente de facturación, con mayor participación de proyectos de subsidios que presentan menores márgenes que un proyecto privado”. Por su parte, la unidad Almagro, conocida por sus edificios residenciales, aumentó su margen bruto en 1.6 puntos porcentuales, volviendo a sus márgenes históricos, principalmente por la mayor escrituración en el periodo. Y Pilares, la unidad de edificios de clase media, registró un margen de 15% en el periodo (tras un margen negativo de -18,8% a septiembre del año pasado), gracias a mayores ingresos facturados.

Con el fin de fortalecer su liquidez, la compañía tiene dos créditos paralelos por 1 millón de UF cada una (unos US$45 millones cada uno) con BancoEstado y BCI por un lado, y con un fondo de inversión relacionado a LarrainVial por el otro. En su reporte a junio, Socovesa informó había conseguido esos dos nuevos financiamientos, los que permitían “asegurar la disponibilidad de fondos para continuar con su plan de inversión”, reportó entonces. Entonces, ninguno de esas líneas se habían ocupado. En el tercer cuarto ya lo hizo. Socovesa reportó esta mañana que al 30 de septiembre había cursado 340 mil UF del primer financiamiento (unos US$15 millones) y 329 mil UF del operado por Larrain Cial.

“La compañía ha mantenido su foco en la gestión del riesgo financiero, teniendo como objetivo actualizado que la deuda neta esté en niveles de entre 14 a 15 millones de UF a fines de 2024. La estimación interna es que la deuda debiera comenzar a disminuir en la medida que terminen los proyectos que están en terminaciones y aumente el nivel de facturación. Se proyecta que a partir del cierre de marzo de 2024 se reportarán niveles de deuda menores a los actuales, avanzando en la dirección del objetivo planteado”, aseguró la firma.

La situación de la compañía llevó a que, hace un mes, Feller Rate disminuyera su clasificación de solvencia de Socovesa a desde BBB+ a BBB y mantuviera las perspectivas de la clasificación en “negativas”. Entre otras cosas, Feller Rate adujo para ello “el deterioro evidenciado en su posición financiera en los últimos trimestres, en particular en los indicadores de cobertura y rentabilidad, lo cual se encuentra asociado, en parte, al retraso en la escrituración en algunos proyectos, sumado al menor dinamismo y el relevante stock de proyectos en desarrollo, que han derivado en mayores niveles de endeudamiento y gastos financieros ajustados”.

Fuente: latercera.com