El día martes entró en vigencia una normativa que restringe los alquileres temporarios para turistas, imponiendo requisitos tan estrictos que en la práctica constituye una ley prácticamente prohibitiva. Se espera un impacto brutal en la oferta de viviendas en alquiler.
El alcalde demócrata de Nueva York, el izquierdista Eric Adams, anunció este martes una nueva normativa que regula peligrosamente el mercado de alquileres temporarios del tipo Airbnb, prácticamente prohibiéndolo en los segmentos accesibles, lo cual afectará principalmente a la llegada de turistas a la ciudad.
De acuerdo al nuevo marco normativo aprobado por el Partido Demócrata, los alquileres con contratos de menos de 30 días deben registrarse en el Ayuntamiento de Nueva York para obtener una licencia y cumplir con las siguientes disposiciones:
- Los dueños de la vivienda tienen que estar presentes en sus casas durante todo el tiempo que esté el huésped, ni siquiera pueden irse de vacaciones o aislar un espacio para sí mismo dentro de la propiedad. Está obligado a convivir con los inquilinos.
- Se impone un tope de hasta 2 personas por vivienda sin importar de qué tamaño sea, y una de estas personas debe ser precisamente el propietario para cumplir con la regulación anterior.
La ley no prohíbe los alquileres temporarios propiamente dichos, pero estas regulaciones tan extremas amenazan con sacar del mercado la mayor parte de las unidades inmobiliarias que se atenían a regulaciones normales como las que aplican en la mayor parte de las ciudades del mundo.
Si bien el uso de licencias para limitar la cantidad de viviendas de corto plazo es común en ciudades como París y Barcelona, lo cierto es que la restricción para que los propietarios tengan que convivir físicamente con los inquilinos durante el plazo del alquiler temporario es una excentricidad que ahora le pertenece a Nueva York y que no se aplica en ningún otro lugar del planeta.
Según la consultora AirDNA, especializada en alquileres de corto plazo, solamente el 25% de las viviendas ofrecidas por la plataforma Airbnb podrían técnicamente cumplir con los requisitos desquiciados que establecieron los demócratas, pero menos del 1% estaría dispuesto a hacerlo.
En otros casos, aunque puedan estar en regla a la nueva legislación, se estima que 1 de cada 2 propietarios que ponen sus viviendo en Airbnb, poseen más de una propiedad, por lo cual sería imposible que convivan simultáneamente con sus inquilinos.
El alcalde demócrata adoptó las medidas en respuesta al poder de lobby que ejerce la industria hotelera, que presionó fuertemente por la aprobación de la ley para limitar directamente su competencia y así poder imponer precios más caros (tanto para turistas como para los propios neoyorkinos).
Se estima que la cantidad de turistas que ingresan a la ciudad de Nueva York en busca de alquileres temporarios asciende a los 5 millones. A partir de la nueva ley, verán reducidas sus alternativas de alojamiento.
Las nuevas regulaciones quitan opciones de vivienda para todos los usuarios, limitan la competencia e inflan los precios siempre en perjuicio del consumidor final. También se verá rezagada la inversión inmobiliaria en nuevas propiedades.
Fuente: derechadiario.com