Escuelas libres: un modelo para salvar la educación en La Araucanía

Escuelas libres: un modelo para salvar la educación en La Araucanía
A la destrucción de establecimientos en la región debido a los ataques incendiarios se ha sumado otro factor: la sobredemanda en los colegios municipales de las principales comunas turísticas. Para enfrentarlo, se han creado al menos 10 escuelas libres en Pucón, Villarrica y Curacautín, que no son reconocidas por el Mineduc, pero ya reciben a casi 500 estudiantes.

La educación rural es uno de los blancos preferidos de los grupos violentistas en la Macrozona Sur. Desde el 2018 casi 30 escuelas han sido incendiadas por la acción del terrorismo, dejando a mil estudiantes y sus familias sin sus establecimientos. La semana pasada, miembros de la orgánica Resistencia Mapuche Malleco perpetraron un nuevo ataque en Traiguén, destruyendo una posta, una iglesia y la escuela del sector Aniñir, donde asistían 22 niños.

A este total clima de incertidumbre y disminución de la infraestructura educativa provocada por la violencia, que se focaliza sólo en algunos sectores, se ha ido acrecentando otro fenómeno tras la pandemia, esta vez en las comunas turísticas.

Presión demográfica y colapso de matrículas

La violencia incesante no ha impedido que la región siga atrayendo a chilenos y extranjeros hasta sus tierras. Tras la pandemia del Covid-19 ha comenzado un fenómeno de crecimiento demográfico, el cual conlleva importantes desafíos en cuanto a la cobertura de servicios sociales que antes no eran un problema.

Comunas como Pucón, Villarrica o Curacautín son parte de las localidades de gran atracción turística que se han convertido en el hogar de muchas familias que se han trasladado a estas zonas. Es así como la llegada de personas ha provocado que las matrículas para establecimientos municipales se vieran colapsadas, al nivel de quedar alumnos sin cupo, lo que ha generado molestia, tanto en apoderados como en autoridades, criticando especialmente el Sistema de Admisión Escolar (SAE).

José Luis Velasco, presidente de la Asociación de Educadores de Chile(Aseduch), explica que “durante la pandemia se produjo una migración de muchas familias que, con el desarrollo del trabajo y la educación a distancia, deciden irse a vivir a lugares donde no vivían, pero que les atraían como Pucón o Curacautín (…) y con el retorno de la normalidad, post pandemia, muchas de esas familias buscaron colegios y el sistema educativo local no estaba preparado para absorber esa demanda”.

10 «Escuelas Libres» en las comunas turísticas

El alcalde de Villarrica, Germán Vergara, confirma la complicación que enfrentan respecto a las matrículas, especialmente en el Liceo Bicentenario, uno de los establecimientos de excelencia de la comuna. El edil critica que el sistema de matrículas (SAE) es “deficiente”. “Está sobredimensionada la cantidad de alumnos que ha llegado a la zona y por eso no hay matrícula”, dice. Para enfrentar este problema, adelanta que están trabajando para construir un nuevo Liceo Bicentenario. “Estamos viendo nuevos terrenos en la Segunda Faja para hacer más jardines infantiles, estamos mejorando los colegios de Lican Ray y de Molco”, detalla.

Si bien, la situación respecto a las matrículas ha sido compleja en todo el país, en la zona turística de La Araucanía ha sobrepasado con creces la demanda versus la oferta que se ofrece. Esto ha derivado en un fenómeno cada día más creciente, donde a través de distintos proyectos educativosse levantan establecimientos no reconocidos por el Mineduc, en los que los alumnos asisten regularmente a clases con docentes para luego rendir exámenes libres a fin de año, planteando así un modelo educacional paralelo al formal, que pretende «salvar» a aquellos que no encuentran matrículas disponibles.

De acuerdo con Velasco, estos establecimientos están en una “situación intermedia entre el ‘homeschool’ y los colegios aprobados por el Ministerio de Educación. Asegura que en Pucón ya hay seis, uno en Curacautín y tres en Villarrica, totalizando al menos diez establecimientos en la zona turística de La Araucanía, que estarían recibiendo al menos a 450 alumnos de manera periódica.

Según el presidente de Aseduch, estos espacios educacionales se dan por varias situaciones. “La primera es que desde el año 2015 hasta acá, el Ministerio de Educación ha elevado considerablemente las normas y las exigencias para validar un establecimiento educacional. Incluso, por ejemplo, dice hay que demostrar que en la comuna o en el sector existe una demanda insatisfecha. O dicho de otra manera, que no hay cupo para todos los alumnos. Pero eso es una cuestión engañosa”, explica.

Además, Velasco apunta que “desde que se estableció la Ley de Desmunicipalización y se les anunció a las municipalidades que les iban a quitar los colegios, las  municipalidades dejaron de invertir en educación. Muchas municipalidades ponían fondos propios al sistema educativo, pero los colegios están prestados a las municipalidades, pues son del  Ministerio. Entonces tenemos municipios sin crear cupos, mientras que los particulares están sin la posibilidad de abrir nuevos establecimientos ni de crecer”, señala, en lo que sería un verdadero embudo al crecimiento del sistema educativo y su capacidad de dar una cobertura óptima.

En este contexto de evidente sobredemanda a la educación municipal, con un sistema particular y particular subvencionado que no pueden crecer producto de las limitantes legales existentes, hoy se alza un problema de difícil solución, sobre todo en una región con grandes carencias, las cuales se vieron reflejadas en los datos de la última Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional 2022 (CASEN), donde a pesar de despegar desde el último lugar en los índices de pobreza, aún La Araucanía se sitúa como la tercera más pobre del país con un 19,8%, muy por sobre la media nacional situada en un 16,9%.

A todas las necesidades que hoy se presentan en este escenario, la falta de desarrollo en cuanto a la inversión y capacidad educativa del sistema público se vuelve evidente, sobre todo en comunas que hoy son altamente atractivas como lugar para vivir y emprender.

Mientras una solución definitiva se vislumbra aún lejana, estos establecimientos no reconocidos por el Mineduc parecen posicionarse cada vez más como una alternativa viable para cientos de familias, quienes en estos proyectos educativos alternativos han encontrado una forma viable de educación para sus hijos dentro de las reglas que establece el sistema.

Fuente: ellibero.cl