Alberto van Klaveren recalcó que la situación actual «no es el primer flujo migratorio» que recibe el país. También aseveró que «Venezuela está interesada en la repatriación de sus ciudadanos».
El nuevo ministro de Asuntos Exteriores, Alberto van Klaveren, advirtió este lunes que se necesitan nuevos instrumentos regionales y «una cooperación mayor de la que existe ahora» entre los países para poder combatir al crimen organizado que se ha infiltrado en la migración aprovechándose de ella.
En una entrevista con EFE, el diplomático instó a la Unión Europea a multiplicar su relación con Latinoamérica y reveló que el innovador Acuerdo de Asociación con Chile está listo y se firmará a final de año, durante la presidencia rotatoria de España.
– Para nosotros es muy importante la relación con América Latina. Hoy por hoy hay una serie de iniciativas en nuestro continente y todas apuntan a una mayor cooperación, que vemos como muy necesaria. Hay una serie de temas que requieren de atención especial, como el tema migratorio.
Hay una crisis migratoria que afecta a distintos países y obviamente hace falta una cooperación mucho mayor de la que existe actualmente. Sabemos que es un tema muy complejo. También en Europa, pero la verdad es que disponemos de pocos instrumentos para afrontarla colectivamente. Uno de nuestros esfuerzos en estos momentos es poder fortalecer esos mecanismos de cooperación a nivel regional. Se habla de revivir Unasur, en cualquier esquema a nosotros nos interesa participar.
– ¿Ese esquema incluye también hablar con países como Bolivia y Venezuela?
Es necesario hablar con Venezuela y Bolivia, absolutamente necesario. Venezuela está interesada en la repatriación de sus ciudadanos. Tenía un programa de repatriación que se ha visto interrumpido. Nos interesa que ese programa pueda reanudarse
Con Bolivia tenemos un diálogo bastante permanente. Pese a las diferencias, hemos logrado establecer un diálogo basado en el respeto mutuo y creo que hay una disposición muy positiva de Bolivia, sobre todo para encontrar mecanismos para poder controlar una migración que es irregular pero que no está necesariamente asociada a fenómenos de delincuencia.
– En ese punto, existe cierto miedo en la sociedad, una identificación de migración y crimen
Este no es el primer flujo migratorio que recibe Chile. Chile ha sido un país de inmigrantes. Muchos de nosotros somos hijos de migrantes. Y en otras etapas hemos tenido flujo migratorio importante, también de otros países latinoamericanos, (algunos) muy importantes como la comunidad peruana que se ha asimilado perfectamente.
El problema actual es que afrontamos un flujo muy intenso y que se ha visto asociado en algunos casos a fenómenos de criminalidad organizada. Parte de este flujo migratorio ha sido alimentado por bandas criminales que facilitan el acceso de los migrantes, los transportan, los dejan al descubierto en lugares absolutamente desolados y que plantea problemas muy serios en términos de asistencia humanitaria… es un problema muy real.
– ¿Cómo se combate?
– Debemos tener una migración que sea como dicen todas las resoluciones de Naciones Unidas, que sea regular, que sea ordenada. Eso es lo que nos hace falta. En Chile hay comunidades inmigrantes de origen venezolano, que están aportando a distintos sectores de la economía. Tenemos trabajadores bolivianos en el norte. Son personas que han sido acogidas y que son respetadas por las comunidades de acogida.
Pero hay también ese elemento irregular que en la percepción pública se ha visto asociada a fenómenos nuevos de criminalidad que no existían antiguamente en Chile. Creo que todos los países tienen una capacidad limitada en términos de absorción de inmigración y me temo que en Chile esa capacidad está agotada.
Unión Europea y China
– Cambiando de continente, ¿cómo percibe las relaciones con Europa?
– La buena noticia es que terminó la negociación de nuestro nuevo acuerdo marco, que se ha modernizado. Lo que estamos esperando ahora es que puedan terminar el proceso de revisión legal y poder firmar ese acuerdo durante la presidencia española.
Es un instrumento interesante, innovador, que plantea una serie de temas nuevos como la economía digital, energías limpias o temas de género. Y que contiene un mecanismo de solución de controversia muy original, de última generación. Nos enorgullece mucho que la UE haya impulsado este acuerdo con nuestro país. También como una suerte de laboratorio, si se quiere, del potencial de las relaciones entre la UE y América Latina.
– En el mes de julio se recupera la cumbre UE-CELAC
– Nos interesa mucho porque pensamos que puede marcar un hito para revivir la relación regional. A nosotros como país nos interesa mucho mandar un mensaje a Europa. Aspiramos a que haya más presencia europea en América Latina. A veces se genera cierta inquietud en los medios europeos respecto a la presencia de otros actores. La única forma de contrarrestarla o equilibrarla es a través de una mayor participación de Europa en el comercio. En materia de inversiones.
Creemos que Europa tiene que mantener una presencia importante, sobre todo en áreas en que tenemos muchas coincidencias, como la política. Hay también una vinculación histórica que debe cultivarse y darle un sentido más actual. También a nivel de sociedades civiles y de contactos académicos, fundamentales.
– En este contexto, ¿Como influye un actor tan poderoso como China?
Para nosotros es una relación importante, que valoramos en términos económicos. Nuestro principal socio comercial es China y tiene que ver con la estructura de nuestras exportaciones y las necesidades del mercado chino. Las inversiones chinas son tan bienvenidas como las europeas o de Estados Unidos. Nos interesa poder garantizar una certeza para los inversionistas y un ambiente favorable para la inversión extranjera.
Fuente: emol.com