Estas son las habilidades en las que la IA no puede sustituirte (y probablemente nunca lo hará)

Estas son las habilidades en las que la IA no puede sustituirte (y probablemente nunca lo hará)

La tendencia hacia una robotización del trabajo encontró su primera razón de ser en las fábricas, con la cuarta revolución industrial o la llamada Industria 4.0. La gran maquinaria programable se introdujo en las fábricas y los trabajadores industriales fueron finalmente sustituidos por un brazo robótico.

Ahora la robótica inteligente, el siguiente paso de esta revolución, viene a sustituir, no sólo a los trabajos que impliquen esfuerzos físicos, sino los que se consideraban a salvo: los empleos de oficina.

Sin embargo, todo el mundo teme quedarse sin trabajo. Se estima que todos los sectores, incluido el turismo, la restauración, la consultoría de toda clase y hasta los profesores, se verán afectados por la inteligencia artificial. El mundo laboral, tal y como lo conocemos, dejará de existir. Puede incluso, que esta tecnología cambie el sistema político y la forma en la que votamos.

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La idea de Elon Musk de que los robots trabajen por los humanos con el único esfuerzo relacionado con el empleo de ver si te han ingresado el sueldo, es el sueño del futuro; sin embargo, es posible que solo que quede en utopía.

La IA va a transformarlo todo. Eso es un hecho. Pero aún hay ciertas habilidades que ni ChatGPT ni cualquier otra inteligencia artificial es capaz de hacer (y probablemente nunca lleguen a hacerlo).

Se trata de unas competencias intrínsecas en el ser humano, difíciles de replicar por una IA porque suponen un razonamiento que va más allá de la pura información. Son habilidades que se desarrollan y se activan con la observación, la reflexión y la interacción del mundo que nos rodea.

Incluso, hay humanos que carecen de estas mismas características, por lo que programar o entrenar a un robot para que las haga, puede que se quede dentro de la utopía de Musk, ya que hay ciertos trabajos en los que habilidades como el pensamiento crítico, la toma de decisiones complejas o la empatía y la inteligencia emocional son claves.

Estas son las 9 habilidades que la inteligencia artificial aún no ha reemplazado —y probablemente nunca lo sustituirá— en el trabajo y fuera de él:

1. Creatividad

La inteligencia artificial tiene la capacidad de procesar muchísima información y de algún modo, crear cosas nuevas. Sin embargo, los seres humanos siguen siendo mejores en creatividad por la simple razón de que pueden soñar e imaginarse cosas que aún no existen. 

La IA puede generar nuevas imágenes, pintar o crear cosas originales, pero nunca se podrá decir que sus obras son fruto de la creatividad. Los resultados de la IA en cuestión de arte (en cualquiera de sus formas) son fruto de otros millones de elementos que otras personas ya crearon.

2. Pensamiento crítico

Fiarse completamente de los datos puede ser un error. La información objetiva depende de su fuente y, como en todo, hay ciertas fuerzas que empujan al engaño, al aprovecharse del débil y a generar un beneficio económico perjudicando a otras personas.

Por ello, el pensamiento crítico, el discernimiento y el análisis personal e individual es una habilidad que la inteligencia artificial no es capaz de comprender. El mundo está lleno de falsedades, propaganda y noticias falsas a los que la gente tiene que hacer frente y la IA no va a resolver este problema, quizás incluso lo agrave.

Además, el pensamiento crítico es un bien escaso. Supone cuestionarlo todo y razonar por qué las cosas son cómo son, por qué se ha llegado hasta ese punto y qué hay de verdad, de mentira, de bueno o de malo en todo ello.

3. Inteligencia emocional y empatía

Hay rumores, pero también muchísimas películas, sobre la conversión de los robots en seres emocionales.

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Hasta ahora —y probablemente nunca— la inteligencia artificial no tiene sentimientos. La capacidad de ser conscientes, controlar y expresar las emociones y las de quienes los rodea es una habilidad insustituible y cada vez más valorada dentro del mundo laboral: las conocidas soft skills.

Si estas habilidades son cada vez más buscadas y potenciadas desde todos los ámbitos (político, laboral, empresarial y social), todas las actividades relacionadas con las mismas están a salvo de ser sustituidas por un robot.

4. Comunicación interpersonal

Probablemente, la característica voz robótica que pretende hacerse pasar por una persona, o las más avanzadas, como la voz de Siri o Alexa, pasarán a no diferenciarse en nada de un ser humano real.

Sin embargo, la comunicación es mucho más que simplemente hablar, consiste en expresar y transmitir ideas y conocimientos, pero también lleva implícito conocer a tu interlocutor, incluso si no lo conoces de nada.

Comunicarse también significa mostrar respeto, escuchar activamente, tener un lenguaje corporal (muchas veces inconsciente), tener una mentalidad abierta y responder adecuadamente y conforme a lo que se está hablando.

5. Conciencia ética

La revolución de la inteligencia artificial ha venido acompaña de problemas éticos y sesgos discriminatorios que muchos expertos han señalado.

La conciencia ética puede ser diferente para cada persona, pero aunque no todo el mundo tenga los mismos valores éticos, solo los seres humanos pueden abordar los problemas morales.

6. Toma de decisiones complejas

Una de las facetas en las que la inteligencia artificial supera a los seres humanos es en el procesamiento instantáneo de datos. Mientras que a las personas les puede llevar horas, días e incluso meses hacer un análisis, un bot puede hacerlo en cuestión de segundos.

Sin embargo, aunque los algoritmos y el procesamiento masivo de datos den unos resultados objetivos para tomar una decisión en concreto, hay factores no medibles o no cuantificables para tomar una decisión compleja.

Tener en cuenta no solo los hechos objetivos, sino los elementos subjetivos tales como la moral, la felicidad o las relaciones humanas —ya sean laborales o personales— para tomar ciertas decisiones, no es una tarea que pueda cumplir un robot.

No, la IA capaz de sentir de una manera humana no está cerca, pero las máquinas capaces de encontrar nuevas maneras de discriminarte ya están aquí y afectan a tu vida diaria

7. Trabajo en equipo

En la actualidad, la inteligencia artificial no es capaz de trabajar en equipo, de hecho esta habilidad que todo el mundo pone en su currículum, es una cualidad que escasea en la práctica, ya que la gente no sabe colaborar con sus compañeros de forma eficiente.

Al igual que con otras características, la habilidad de trabajar en equipo es una cualidad que no tiene todo el mundo y que es necesario ejercitar. De la misma manera, la inteligencia artificial aún no es capaz de llevar a cabo una organización de forma colectiva.

8. Adaptabilidad y flexibilidad

El mundo cambia de la noche a la mañana, y la inteligencia artificial y la entrada de ChatGPT es muestra de ello. Los humanos somos reacios al cambio, pero al final nos adaptamos a ellos y modificamos lo que sea necesario.

En muchas ocasiones afrontar un cambio significa desaprender algunas habilidades, actualizarlas o reciclarlas, y una máquina aún no es capaz de reprogramarse a sí misma.

9. Capacidad de liderazgo

Cualquiera que sea responsable de un equipo de personas o tenga que tomar decisiones importantes debe tener buenas dotes de liderazgo.

Ser el jefe no es fácil, pero ser un buen jefe es mucho más complicado. La principal tarea de un responsable de equipos es liderar y motivar a la gente que trabaja con él para cumplir los objetivos marcados, pero también saber en qué momentos se tiene que poner firme y en cuáles tiene que ser laxo.

Estas cualidades son, junto a la inteligencia emocional y la empatía, características intrínsecas del ser humano, que difícilmente serán copiadas por un robot.

Fuente: businessinsider.es