Juan Sutil estuvo a la cabeza de la CPC entre marzo de 2020 y diciembre de 2022. Fue un periodo marcado por el estallido y la pandemia. En entrevista con El Líbero, el hoy candidato al Consejo Constitucional aborda los primeros 12 meses del gobierno del Presidente Boric. “Esta generación que se crió en la cuna del mejor momento de Chile y que son de una élite, se viste con una ropa que no les corresponde y eso la gente lo está percibiendo”, señala el ex dirigente gremial.
-¿Cómo definiría que ha sido el gobierno del Presidente Gabriel Boric?
-Ha sido un año absolutamente convulsionado y difícil porque es un Gobierno que tiene un problema serio de instalación, comunicación y gestión. Me refiero especialmente a la generación joven del gobierno, con una puesta en marcha, muy compleja, muy poco profesional y que no entendió el deber de gobernar.
–¿Cuáles han sido los principales errores a su juicio?
-Ha tenido muchas contradicciones. Era un Gobierno que su punto de partida era muy refundacional, donde planteó una propuesta constitucional también muy refundacional que terminó con el 4 de septiembre. Y le ha sido muy difícil avanzar, muchas veces por este avanzar y retroceder y tener que adecuar la forma de relacionarse, el diálogo, y eso de alguna forma le ha significado una caída en la popularidad violentísima y también ha ido mostrando almas distintas al interior del Gobierno.
-¿Le ha costado al Gobierno dejar atrás los sectores más radicales? ¿O cree que es parte del ADN de esta administración?
«Jamás van a poder gobernar si no entienden que tienen que ser un gobierno para todos»
-¿Usted, en su rol de empresario, tuvo un primer año activo con el Gobierno. Ayudó a resolver el paro de camioneros por ejemplo. Siente que el Ejecutivo traicionó esa confianza o esa voluntad de diálogo?
-No nos olvidemos que gran parte del programa inicial de este Gobierno era el programa de Daniel Jadue. Con eso se puede comprender que las confianzas de las personas se pierden, porque el Partido Comunista jamás ha representado una mayoría en el país.Jamás van a poder gobernar sin entender que tienen que ser un Gobierno para todos los chilenos. Ese error ya lo cometió el Presidente Allende. Ahí hay un error que las canas del gobierno están tratando de reparar.
-Pero en el correr de este año, ¿no cree que ha habido una revalorización por parte del Gobierno de lo que fueron los 30 años y la política del diálogo que usted menciona?
-Yo creo que el Presidente ha llamado el diálogo. El problema es que el diálogo tiene que ser sincero. Ya basta con esto de que tenemos una tragedia con los incendios y lo que primero hacen es echarle la culpa a la industria forestal. Cambiemos este discurso irrespetuoso e impulsivo. Esto yo lo adjudico a una generación sub 40 que no tiene experiencia y que fue obstruccionista y negativa en el periodo que el tocó ser oposición. Hoy día es muy complejo creer que existe real voluntad de diálogo y que es real la autocrítica que hacen. Esto tiene que transformarse en hechos reales y no puede ser que cada vez que haya una dificultad tengamos la culpa los empresarios.
-¿Qué espera de este segundo tiempo del Gobierno que debería iniciarse con un cambio de gabinete?
-El Gobierno tiene que actuar de mejor forma. Hoy día tienen la gran oportunidad de incorporar mayor experiencia y mayor prudencia y menos impulsividad, porque la juventud actual lo que ha demostrado es que son muy impulsivos, poco reflexivos y cometen auto-errores en forma permanente y eso le hace mal al prestigio de la administración pública. Probablemente en el próximo ajuste de gabinete va haber una participación mayor del Socialismo Democrático, eso ha ido cambiando el eje y entendiendo que el ejercicio de gobernar no se ejerce arrogándose superioridades ni purismos de ninguna naturaleza. Yo tengo un balance muy pobre de este primer año y espero que la cordura vaya cambiando.
-¿Es un problema generacional?
-Esta generación que se crió en la cuna del mejor momento de Chile y que son de una élite, se viste con una ropa que no les corresponde y eso la gente lo está percibiendo. Para que haya un buen diálogo no puede haber las contradicciones que hemos visto.
Sutil: «Yo estoy por avanzar en una reforma tributaria, pero no en la reforma tributaria que está propuesta ahora»
-Será un año también de reformas. ¿Ve viabilidad en las reformas tributaria y previsional?
-Me defino como una persona de centroderecha liberal, pero también creo que es importante hacer reformas, ir con los tiempos y hacerlo bien. La reforma tributaria viene diseñada en un programa que es de Apruebo Dignidad, con una participación muy grande del Partido Comunista. Y eso es lo que esta en juego. Lo que se ha podido avanzar en materia de reforma tributaria, en las conversaciones, dice relación con tratar de hacerla mejor. Si se logra eso, yo estoy por avanzar en una reforma tributaria, pero no en la reforma tributaria que está propuesta ahora.
-¿Y respecto a la reforma de pensiones?
-En el caso de las pensiones por supuesto que estoy de acuerdo en ir avanzando con gradualidad, pero tampoco en la forma en que está propuesta, porque es algo, además, que la ciudadanía no quiere. Creo que lo que hay que hacer es ser muy claros, muy respetuosos, pero también hay que tener convicciones, y el Gobierno tiene que entender que uno tiene que gobernar en la medida de lo posible.
-¿Qué aspectos se pueden mejorar de la reforma tributaria? El Gobierno ha dicho que es una reforma equitativa donde pagan mas los que más tienen.
-Claramente este no es el modelo de los países desarrollados. Ese modelo sesentero, trasnochado, es lo que ha hecho que los países que lo implementaron lo retiren. Lo que se necesita es poner condiciones habilitantes para que la economía crezca, se desarrolle, genere mejores empleos, más inversión y mas recaudación. Pero no se puede partir de la base de condenar el ahorro, el esfuerzo y el trabajo. La reforma tributaria en algunos aspectos tiene que ocurrir, pero no en la forma que está planteada. Y los recursos tienen que salir, pero no de impuestos que generen un impacto negativo en la inversión y el desarrollo.
–¿Cómo califica el rol que ha cumplido el ministro de Hacienda Mario Marcel? El país ha mostrado cifras económicas positivas como el último Imacec.
-El ministro Marcel es un hombre ordenado que cumple con la normativa y las leyes. El presupuesto anterior fue aprobado por el gobierno del Presidente Sebastián Piñera, se cumplió, hay superávit fiscal, ha habido condiciones favorables en materia de recaudación adicional y le permitió tener un buen equilibrio fiscal y en eso existe la debida racionalidad. Eso me imagino le ha sido difícil al ministro Marcel. Porque ha tenido que convivir con diferentes posiciones dentro del propio Gobierno y en eso ha sido bastante estoico, independiente de que es bastante duro para negociar.
Fuente: ellibero.cl