En el contexto del anuncio de la compra de 152 viviendas de emergencia, por parte de la autoridad regional, la urgencia por éstas se hace presente en las comunidades afectadas. Dónde sobran las explicaciones para quedarse en el terreno que durante años ha pertenecido a sus familias e iniciar su propia reconstrucción.
Tal es el caso de Yiseth Rosales, de Sector N° 4 del Cerro El Santo en Tomé, quien pese a pertenecer a un grupo familiar en dónde hay tres niños, ha preferido quedarse en su terreno en dos carpas prestadas, porque aseguró que han visto personas intentando robarse las cañerías de cobre que quedaron a la vista y las quieren proteger.
“Las carpas, nos las prestaron unos amigos de mi hermano, no somos dueños de ellas. Hemos pensado en empezar a construir, porque tenemos niños y ya viene el frío. Y aquí hay hartas familias, se nos va a venir el mal tiempo y los niños no pueden estar así”, indicó Rosales.
En cuanto a si han recibido apoyo del Estado, señaló que solamente le hicieron el catastro. “Aún no nos hablan de casas, creo que sería muy a largo plazo, porque no son específicos. Y la ayuda que hemos recibido es de familiares y amigos”, sostuvo Yiseth Rosales.
Lizandro Guajardo, vecino del mismo sector comentó que con sus propios ahorros consiguió madera para comenzar a levantar su casa nuevamente. “Sólo quedó el radier, vamos a reconstruir la casa. Mucha gente nos ha ayudado, pero de autoridades nada aún”, señaló.
De forma voluntaria, Claudio Cisternas, pastor de la Iglesia Bíblica Evangélica Pentecostal, comenzó con un grupo de personas a reconstruir la casa de una familia oriunda de Santiago que no contaba con mayores redes de apoyo en Tomé. “Ellos estaban muy desconsolados porque no tenían a su familia cerca y accedieron a que nosotros pudiésemos intervenir”, comentó Cisternas.
“Nuestra meta es poder dejarlos con techo hoy, se viene el invierno y la verdad es que tienen la necesidad de quedar con un techo”, comentó el pastor.
Distinto es el caso de Érica Mella, quién perdió tres casas en su sitio, la propia y las de sus dos hijos. “Somos en total 10 personas. Estamos en la esquina en la casa de mi cuñada, mi hija está con su suegra y mi hijo con su cuñado. Queremos esperar las mediaguas, porque para construir algo por nuestra cuenta hay que tener plata”, contó Mella.
Autoridades
Con respecto a las cifras de viviendas afectadas el ministro de Obras Públicas, Juan Carlos García, señaló que “a la fecha, según los informes de Senapred, tenemos 602 viviendas destruidas y 890 viviendas por evaluar su nivel de destrucción. Tenemos 14 sistemas de Agua Potable Rural con afectación”.
En tanto, Daniela Dresdner, delegada presidencial de Biobío, señaló que “podemos decir que tenemos 152 viviendas de emergencia que han sido tramitadas estamos empezando con el proceso de compra y vamos a poder llegar a la población con estas viviendas de emergencia”.
En su visita a Santa Juana, la ministra (s) de Vivienda, Tatiana Rojas, afirmó “vamos a estar desplegados, a estar en todo el proceso de esta fase de emergencia y en la fase que viene, que es de reposición, para que cuenten con sus servicios básicos y luego en la fase de reconstrucción que va a tomar un poco más de tiempo. Lo que queremos es hacer una reconstrucción responsable y coordinada con las regiones respectivas”.
Fuente: diarioconcepcion.cl