¿Adelanto del desastre? Boric dijo «estamos de nuevo», en referencia a Allende

El nuevo mandatario chileno recordó el golpe de 1973 en su acto de asunción y rescató la figura del presidente socialista, que causó un desastre económico en Chile.

Recurrir al homenaje de un político que lleva medio siglo muerto puede ser sinónimo de la nada misma, al estilo peronista en Argentina, o puede ser un llamado de atención del inicio de un camino peligroso. Ni bien asumió como presidente de Chile, el joven Gabriel Boric recordó el golpe de 1973 y aprovechó para homenajear a un Salvador Allende, que llevó a su país a un desastre económico total y absoluto.

“Estas paredes han sido testigos del horror de un pasado de violencia y opresión que no hemos olvidado y no olvidaremos. Por donde hablamos hoy, ayer entraban cohetes y eso nunca más se puede volver a repetir en nuestra historia”, señaló el flamante presidente en su acto de asunción. Pero sus palabras no se limitaron al recuerdo del golpe e hizo una referencia al derrocado mandatario socialista, para el beneplácito del público presente que comenzaba a corear el apellido de Allende.

“Como pronosticara hace casi 50 años Salvador Allende, estamos de nuevo, compatriotas, abriendo las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, el hombre y la mujer libre, para construir una sociedad mejor”, resaltó el nuevo referente de la izquierda chilena. Sus seguidores aprovecharon la referencia a la supuesta generación heredera y cantaron: “¡Se siente, se siente…Allende está presente!”

Con respecto al proceso constituyente, el mandatario, que recibió la banda del saliente Sebastián Piñera, aseguró que la Constitución actual “fue impuesta a sangre, fuego y fraudes por la dictadura”. En este sentido, llamó a la redacción de una nueva Carta Magna que “nazca en democracia y con participación de los pueblos indígenas”. En su opinión, el resultado del proceso deberá arrojar “una Constitución que sea para todos y no para unos pocos”.

Más allá del nombramiento de su gabinete, por ahora no hay mucho más que señales. La reivindicación del fracaso socialista chileno fue la primera declaración fuerte en cuanto al eventual rumbo de su gobierno. Antes de asumir, Boric ya había tomado distancia de la dictadura venezolana de Nicolás Maduro, asegurando que ese no se trataba del modelo que tenía en mente para Chile. El discípulo de Hugo Chávez, luego del desprecio del joven nuevo mandatario, pegó el faltazo y no apareció por Santiago. El que sí dijo presente, y lo invitó a visitar próximamente a su país, fue el argentino Alberto Fernández.

Fuente: panampost.com