Irina Karamanos es reconocida por su activismo. A tres días de la elección de Gabriel Boric, se reunió con dirigentas de Latinoamérica y Europa para armar una “plataforma feminista internacional”, según publicó en sus redes sociales. Entre los asistentes hubo representantes de La Cámpora argentina, una agrupación con un largo historial de denuncias sexuales contra varios de sus líderes.
Apenas tres días llevaba Gabriel Boric como presidente electo cuando su pareja, Irina Karamanos realizó su primera actividad política: una reunión con dirigentas de Latinoamérica y Europa para armar una plataforma feminista internacional.
Representantes de La Cámpora de Argentina, Podemos de España, el Bloque Nacionalista Gallego y el Partido de Izquierda Francés se reunieron el 22 de diciembre con integrantes de Apruebo Dignidad, coalición representada por Karamanos, la encargada política del Frente Feminista de Convergencia Social y quien se espera asuma las tareas de primera dama a partir del 11 de marzo.
El encuentro se extendió por cerca de dos horas y media en el excomando de Boric en Providencia, y fue dado a conocer en las redes sociales por la propia antropóloga, quien, aseguran sus pares, seguirá realizando actividades relacionadas con esa materia hasta que Boric asuma la presidencia, dejando ver parte de los lineamientos que impulsará si asume el rol de primera dama en el gobierno.
“En este momento tan histórico y desafiante, desde cada uno de nuestros lugares y a la vez todas juntas vamos por la sostenibilidad de la vida, una sociedad diversa, más democrática y con interseccionalidad en nuestras instituciones”, escribió Karamanos en su Twitter.
El encuentro fue cuestionado debido a las múltiples críticas que enfrentan los movimientos convocados por Karamanos en cuanto a denuncias sexuales, principalmente contra dirigentes de La Cámpora, agrupación política juvenil de Argentina, identificada con la izquierda, cuyo líder es Máximo Kirchner, hijo de Cristina Fernández.
Desde Argentina, la periodista y politóloga, Karina Mariani, asegura que La Cámpora es “un movimiento armado para y por los hijos del poder”, “una organización que surge de arriba para abajo, apalancada desde el poder del Kirchnerismo”. Además, afirma que “tiene una larguísima cantidad de denuncias de machismo, de abuso, de acoso entre sus filas y desde los dirigentes más altos”.
Fuera de micrófono, exautoridades chilenas vinculadas a la política trasandina coinciden y no ven con buenos ojos que éstas sean las primeras señales que entregue Irina Karamanos. Aseguran que “el gobierno de los Kirchner es todo lo que el Frente Amplio no quiere ser”, debido a que ha sido “profundamente irresponsable en la economía, mentiroso y marcado por denuncias y corrupciones muy notorias”.
El historial de denuncias de “machismo” de La Cámpora
¿Qué credenciales feministas tiene La Cámpora para integrar la plataforma que impulsa Irina Karamanos?
Durante estos días la polémica que rodea al movimiento argentino es contra una de sus dirigentes, Luana Volnovich, titular del Programa de Atención Médica Integral (PAMI), quien fue vista de vacaciones en una isla paradisíaca de México, aunque el presidente argentino Alberto Fernández ha pedido que se tomen vacaciones dentro de su propio país. Volnovich fue pareja del exsenador Jorge “Loco” Romero, protagonista de una de las denuncias sexuales más mediáticas que enfrentó La Cámpora.
En diciembre de 2018 el entonces senador de Buenos Aires fue acusado por Stephanie Calo, también militante de La Cámpora. Calo publicó en Facebook que Romero le ordenó que tuviera sexo oral con él después de una salida con otros referentes de la agrupación. “El Loco Romero me agarra y me encierra en el baño impidiéndome salir”, fue parte de lo que escribió la denunciante. ” Se baja los pantalones, saca su miembro afuera y me empieza a pedir que le practique sexo oral”, continúa la denunciante.
Tras la acusación, el parlamentario pidió una licencia de un mes sin goce de sueldo para justificar sus consecutivas inasistencias a las sesiones. Pocos días después, asumió los hechos con un post en Facebook donde informó que daría un paso al costado de sus responsabilidades políticas para someterse a los procesos que estableciera el protocolo. “Soy un militante político con responsabilidades. Desde ese lugar, y a la luz del trabajo de visibilización que han hecho mis compañeras de la organización donde milito, puedo ver que en el pasado tuve prácticas machistas que en ese momento parecían naturales”, escribió.
Sin embargo, la renuncia a la bancada no se concretó y el senador continuó recibiendo su sueldo, aún cuando no se presentó a ninguna de las sesiones en el 2019, según reportan diarios trasandinos.
Pocos meses después la denunciante, en entrevista con Política del Sur, aseguró que se sentía decepcionada de su coalición, “porque el tipo hizo un descargo en Facebook reconociendo lo que me hizo y desde el bloque no tomaron ninguna medida”. “Es un abusador confeso”, criticó Stephanie Calo, quien apuntó a las dirigentes de La Cámpora por su silencio, principalmente se refirió a Mayra Mendoza, encargada de género de la organización.
“Hay muchas notas de mujeres militantes de la Cámpora que han dicho que las hacían callar porque les decían que si ellas denunciaban a tal dirigente de tal agrupación, serían funcionales a la derecha”, confirma la periodista y politóloga argentina, Karina Mariani.
Mayra Mendoza ha sido acusada en distintas ocasiones por “encubrir” hechos denunciados al interior de La Cámpora. Esas críticas aumentaron luego de que su excuñado, Mariano Daer -hermano de un dirigente de La Cámpora que es expareja de Mendoza- fuera acusado por violación e intento de asesinato por Bárbara Viacava, funcionaria de la Municipalidad de Quilmes.
Desde la organización kirchnerista, antes de que estallara el escándalo por la denuncia en Facebook, emitieron un comunicado titulado “Nada que esconder”, que habría sido supervisado por Mendoza y donde aseguraban que las denuncias eran parte de una operación mediática. “Su objetivo tiene una clara intencionalidad política, la de ensuciar a la militancia y a la organización popular, utilizando un tema sensible para toda la sociedad”, afirmaron.
La ola de denuncias sexuales que comenzó con el senador Romero, continuó con una acusación de la periodista y militante del grupo, Marisol de Ambrosio, quien en una columna publicada en Infobae acusó al diputado nacional Juan Cabandié, actual ministro de Medio Ambiente de Argentina, por distintos tipos de abuso: verbal, empujones, ninguneos. Dijo que el entonces diputado es “uno de los más famosos acosadores” dentro de la organización. En la misma columna, la periodista hizo un llamado a otras víctimas a alzar la voz.
También en diciembre de 2018 se dieron a conocer otros hechos que involucraron a tres dirigentes de La Cámpora -que se sumaron al caso de Romero- que fueron expulsados de las filas luego de que se aplicara un “protocolo interno de detección, abordaje y acompañamiento de situaciones de violencia de género”.
Uno de los expulsados fue Gustavo Matías, funcionario del Municipio Vicente López y fundador de la agrupación ‘La Néstor Kirchner’, también militante de La Cámpora. Una mujer de las mismas filas lo acusó mediante redes sociales de haberla llevado, engañada, a un hotel y haberla maltratado, en un relato que involucraba armas y drogas. Los hechos denunciados habrían ocurrido el 2014 y se dieron a conocer el 2018, en medio de la ola de acusaciones contra los kirchneristas, según reporta el diario argentino Clarín. Matías respondió que se trataba de una “vendetta”.
En el comunicado en el que se da a conocer la expulsión de Matías, también se abordó la situación de Nicolás Roó, quien militaba en La Cámpora de La Pampa desde donde fue expulsado y se le exigió su renuncia al cargo de director de la Casa de la Juventud. Roó fue denunciado por una joven de 18 años, también militante, quien aseguró que tuvieron relaciones sexuales “por presión, negación de libertad o forzadas explícitamente”, situación que se habría repetido en varias ocasiones durante el 2017.
A su vez, la organización desvinculó a Julián Eyzaguirre, según afirmaba el comunicado, por “no acatar el proceso de protocolo”. Sin embargo, Eyzaguirre, máximo referente universitario de la organización, recibió reiteradas acusaciones de violencia a sus parejas y compañeras de trabajo. Las mujeres denunciaron que “Eyzaguirre usaba su poder para pedirles favores sexuales”. Además, su expareja denunció vía Twitter: “Me amenazaba diciéndome que si quedaba embarazada me hacía abortar a patadas en la panza”. A pesar de las variadas denuncias en su contra, consta en Infobae que desde La Cámpora lo “protegieron” enviándolo al exterior a estudiar con una beca.
El escándalo siguió. A dichos casos se sumó una acusación realizada por un exmilitante camporista de la provincia de Hurlingham, Benjamín Nicolás, quien denunció a tres compañeros del movimiento por haberlo acosado en medio de un acto de la expresidenta Cristina Fernández en el interior de la Casa Rosada. Según relata, Alejandro y Alberto Monzón y Nicolás Abregú -todos militantes de La Cámpora- lo manosearon en una marcha y le enviaron mensajes obscenos durante los días posteriores, hechos que datan del 2015.
Cuando se hizo público, en diciembre de 2018, el Frente de Mujeres y Género de La Cámpora Hurlingham emitió un comunicado en el que aseguraron que en 2015 no dudaron de la denuncia, sin embargo, la agrupación no hizo denuncia, solo tomaron “medidas consensuadas” e instaron a la persona que la víctima señaló como autor del abuso a “realizar un tratamiento” y fue separado de la organización.
Plataforma feminista impulsada por Apruebo Dignidad
Una de las asistentes a la reunión entre Karamanos y las agrupaciones extranjeras, la diputada electa Ericka Ñanco (RD), dijo a The Clinic que el objetivo del encuentro es levantar una red internacional feminista. Aseguró que existen planes para seguir reuniéndose y que comparten “cómo en los otros países se han ido abordando estas temáticas que nos importan, como el abuso y acoso contra las mujeres, el aborto y la participación política”.
Desde Convergencia Social confirmaron a El Líbero que pronto saldrá una declaración por el encuentro llevado a cabo el 22 de diciembre y que “vienen más noticias” respecto a la materia.
Según establecen las mismas fuentes consultadas, es probable que exista una agenda feminista en La Cámpora, debido a que es una organización que nació de juventudes de izquierda ligadas al kirchnerismo, a pesar de que Cristina Fernández fue contraria al aborto. “Como ahora el feminismo ha estado muy fuerte en Argentina, ella se abrió a la legalización del aborto”, aseguran. Habría sido la propia encargada de género del movimiento -y muy cercana a Fernández- Mayra Mendoza, quien habría convencido a la expresidenta de estar a favor de esa legislación.
“Su hijo Máximo y la organización puede que estén más a la punta que Cristina, pero ella también ha tenido su evolución”, advierten. No obstante, insisten, al igual que otros analistas consultados, que La Cámpora no es un referente en el mundo del feminismo, sobre todo por las denuncias que ha debido enfrentar.
Las denuncias contra Podemos, otro participante de la reunión feminista
Y es que no sólo La Cámpora tiene una serie de denuncias por hechos sexuales contra sus dirigentes, sino que también el partido español de izquierda, Podemos, lleva consigo una larga lista de querellas en las cuales se ha visto involucrado principalmente su exvicepresidente y fundador, Pablo Iglesias.
“En términos de riel político, Irina se está juntando con el feminismo de Podemos, otra agrupación que tiene montón de denuncias respecto del machismo en sus filas”, explica la periodista Mariani.
La polémica más reciente se desató en abril del año pasado, cuando una exalumna de la Universidad Complutense de Madrid, aseguró haber vivido una experiencia desagradable con Pablo Iglesias y Juan Carlos Monedero, ambos fundadores de Podemos.
A través de Twitter, la universitaria Fernanda Freire denunció un hecho que había ocurrido hace 10 años: “Voy a contar una historia de acoso y machismo rancio que sufrí”. En un bar que frecuentaban los entonces líderes de Podemos, Monedero invitó “una ronda” y acto seguido, cuenta Freire, tenía su mano en su cintura. “Al parecer él es un hombre muy tocón, pero yo no lo sabía. En ocasiones posteriores escucharía a otras chicas decir eso, que el Juancar es muy tocón”, explicó.
Pero el hecho no quedó allí. Pablo Iglesias también entró a la acción cuando según la víctima la acorraló y le dijo: “Voy al baño a refrescarme, te espero ahí”. Tras haber publicado el hilo en sus redes -publicaciones que a la fecha han sido eliminadas- la exalumna de Monedero denunció que Iglesias la bloqueó de todas sus redes. “El señor Iglesias es un machista, nepotista, hipócrita, incompetente y cobarde. Está más que comprobado”, finaliza.
Asimismo, otro de los episodios que sacudieron la opinión pública fue la denuncia que hizo la modelo Mariló Montero contra Pablo Iglesias y Juan Carlos Monedero en 2016 por los famosos “azotes sangrantes”.
Mariló acudió al instituto de la Mujer para denunciar a Iglesias por una conversación que se filtró con el cofundador de Podemos, Juan Carlos Monedero, en la que asegura que “la azotaría hasta que sangrase”. Ante la situación, la modelo emitió un comunicado con el fin de ser respetada “física, moral, profesional y verbalmente”, advirtiendo a la sociedad de que hay entre los representantes políticos “un hombre no capacitado, no apto, para ocupar el cargo que se le ha otorgado en las urnas”.
Aseguró en el texto desconocer “qué tipo de psicopatía pudiera padecer el líder de Podemos”, pero añadió que “habiendo consultado a algunos especialistas encajaría en la secundaria de psicópata carismático”. “Ellos destacan, entre otras características, la falta de empatía, la mentira, el talento para manipular a los demás, el egocentrismo y que son incapaces de sentir remordimiento o culpa”, concluyó la víctima, según los medios de ese país.
Fuente: ellibero.cl