No creo que tengamos mejor suerte que los países que eligen esta receta, no importa quién cocine, con la receta fracasada socialista ningún país progresa ni progresará nunca. No hay ningún caso de éxito en el mundo. Ahora con un mal cocinero y pésima receta, aún peor será el resultado.
Decir que Chile fue el país que más redujo la pobreza entre 1985 y 2015 en el mundo es solo un dato, algo sin importancia. Que además lideraba los ranking de movilidad social y libertad económica tampoco importó. Al parecer solo la épica de una izquierda joven con ideas fracasadas superarán todos los males de nuestra nación.
Cuesta encontrar razones o factores que hayan generado que las personas en su mayoría se inclinaran por un candidato tan poco preparado académicamente como Gabriel Boric, con nula experiencia laboral, quién pasó de la universidad al Congreso y ahora al palacio de la Moneda.
Factores que influyen en este suicidio pueden ser los medios de comunicación, completamente manejados por la izquierda. También empresarios que no compiten y se coluden de manera permanente y financian a los políticos. Y, por supuesto, economistas irresponsables que pusieron su nombre para apoyar al candidato pero se niegan a asumir cargos políticos en el nuevo gobierno.
Además de una derecha completamente fragmentada, cobarde y miserable, con apoyos condicionados y poca unidad, donde importó más el beneficio personal sobre el bien superior del país. Así la izquierda no debe hacer mucho para ganar.
No creo que tengamos mejor suerte que los países que eligen esta receta, no importa quién cocine, con la receta fracasada socialista ningún país progresa ni progresará nunca. No hay ningún caso de éxito en el mundo. Ahora con un mal cocinero y pésima receta, aún peor será el resultado.
La actual Constitución política está en riesgo y también genera mayor incertidumbre. Los constituyentes electos son, en su inmensa mayoría de una izquierda refundacional y un populismo inédito. No esperemos ni de cerca una Constitución política seria o responsable, será un manual de buenas y no tan buenas intenciones.
Sobre los hombros de Gabriel Boric caerán decisiones muy complejas, donde no posee experticia alguna y será pura improvisación. Las consecuencias las pagarán todos los chilenos, los que lo apoyaron, los que no lo apoyaron o los que simplemente se abstuvieron de votar.
Ojalá me equivoque en todo y Boric haga un buen gobierno, habrá que apelar a la suerte hoy, aunque en mi opinión, Chile se suicidó, y cuando todas las promesas de campaña muestren que era solo un canto de sirena pagaremos el costo de la estupidez cometida por la mayoría de los chilenos que voto por un candidato de izquierda dura, aliado del Partido Comunista y con nula preparación.
Fuente: panampost.com