La empresa denominada Centro Internacional de Comercio y Servicios de Beijing acaba de adquirir una centro médico en Recoleta y proyecta levantar nuevas sucursales en el país.
La red de inversiones chinas en Chile suma un nuevo foco: las clínicas. La empresa denominada Centro Internacional de Comercio y Servicios de Beijing acaba de adquirir una centro médico en la comuna de Recoleta. Pero este sería solo la punta de lanza de la firma asiática.
Esta empresa aterrizó en el país en 2005 con la misión de generar un intercambio cultural a través de los negocios con el gigante asiático. Edward Guan es su gerente general y es quien nos recibe en un café, ubicado a pasos de su oficina, en Providencia. Acompañado por su asistente y traductor, Jimmy Chen, dice que son una asociación 100% privada. “Vinimos a Chile porque la economía estaba bien. Por eso pensamos venir para acá, porque podía crecer nuestro negocio”, explica.
Sus actividades comerciales son variadas. “Somos una empresa que hace de todo. Somos importadores, exportadores, y hacemos muchos negocios. Llegamos al país con la misión de generar un intercambio de cultura y economía entre China y Chile. Trabajamos mucho en eso, en el conocimiento de ambos países”, dice Guan.
Es así como, desde su creación, el centro ha realizado múltiples movimientos en el mercado chileno y ha impulsado a empresas asiáticas a asentarse en el país, cubriendo campos como la minería, ciencia y tecnología, agricultura, turismo y educación.
Sin embargo, la llegada de la pandemia significó una nueva oportunidad -hasta el momento oculta- para Guan: adentrarse en el mundo de la salud. Según dice, se dieron cuenta de que la población chilena necesitaba defenderse contra la pandemia: “Pensamos que a partir de un centro médico o clínica podíamos ayudar más y mejorar la salud de los humanos”.
Clínica Amistad
Así fue como en abril de este año decidieron comprar la que en ese entonces era la Clínica Siria, en Dardignac 542, Recoleta. La transacción forma parte de un plan de inversiones de unos US$ 30 millones que tienen destinada para el desarrollo de nuevos centros médicos en el país. “Queremos abrir más clínicas. Vamos a hacer una más por el momento. Pero todo va a depender de la economía y de nuestra situación”, detalla Guan.
El centro médico recién adquirido fue renombrado como Clínica Amistad. El directivo dice que están trabajando en los últimos detalles para finalizar su reconstrucción. Estima que, dentro de las próximas semanas, deberían comenzar con su atención al público. Pero desde ya adelanta que incorporarán a la medicina china como uno de sus pilares fundamentales: “Queremos hacer un intercambio de todo: de medicina, de tecnología, de conocimiento y de equipamiento”, afirma el empresario.
“Durante el desarrollo de la pandemia en el mundo, pudimos ver que se hizo conocida nuestra medicina, que se relaciona con el trabajo de las hierbas. Se demostró que ayuda en la recuperación de los efectos del coronavirus. Por eso también queremos traer la medicina china a Chile. Queremos que los chilenos empiecen a aceptar otro tipo de ayuda en materia de salud, parece que hay muy poco conocimiento (sobre la medicina china) y a través de la clínica esperamos que lo puedan tener”, complementa Chen.
Ambos son enfáticos en destacar que la Clínica Amistad es sólo el comienzo del plan que tienen para potenciar la medicina china en el país.
“También vamos a hacer un puente para conectar las escuelas de medicina de las universidades”, cuenta Guan.
Dice que dentro de los objetivos que se autoimpusieron está fomentar la realización de magísteres en el país oriental para los estudiantes de medicina en Chile.
El empresario cuenta que los jóvenes chilenos estudiarían de forma gratuita y después pagarían la beca trabajando para sus clínicas.
La idea es que los estudiantes puedan perfeccionarse en China y que después apliquen los conocimientos de ambos sectores del mundo en nuestro país. Tienen pensado implementarla a partir de 2022.
“Antes hacíamos este intercambio de cultura a través del turismo, de negocios y todo eso. Pero nos faltaba ese lado médico del que nos dimos cuenta durante la pandemia. Nos faltaba terminar de armar este rompecabezas, este último pedacito, el de la medicina, que era muy importante para el intercambio total”, reflexiona Guan.
¿Nueva vacuna?
Pero no es todo. Durante el año pasado, la empresa liderada por Guan se dedicó a exportar insumos contra el coronavirus hacia China, y después, cuando llegó el primer brote a Chile, hicieron el proceso inverso, importando productos como mascarillas y alcohol gel al país. Sin embargo, lo que más destacan es que fueron los primeros en traer los denominados “test rápidos” contra el coronavirus.
Fue con esa misma intención que decidieron involucrarse en la negociación por incorporar una nueva vacuna a Chile.
Así fue como el pasado 24 de mayo, el laboratorio chino Kangtai Bio firmó un acuerdo con distintas entidades del país, entre las que se encuentra la Advance Medical Systems and Investment S.A (Amsisa, por sus siglas en inglés), la Universidad de Chile y el propio Centro Internacional de Comercio y Desarrollo Económico Beijing-Chile, en una reunión a la que también acudió el expresidente Eduardo Frei, en su rol de embajador plenipotenciario de Chile para la región Asia-Pacífico.
“Estamos conversando con este laboratorio de China para traer otra marca de vacuna, que es de las más nuevas, pero que puede defendernos bien contra la variante Delta, ya que es de las últimas generaciones. Estamos ayudando a la empresa Amsisa y, además, cooperamos con muchos laboratorios como el de la Universidad de Santiago y el de la Universidad de Chile”, cuenta Guan.
Cabe destacar que las negociaciones con Kangtai Bio ya están cerradas, por lo que se autorizó la realización del estudio clínico Fase 3 de dicha vacuna contra el Covid-19 en nuestro país, lo que implica que ahora solo falta la decisión del gobierno chileno de comprar esta nueva vacuna, lo cual estará supeditado a los resultados que arroje el Instituto de Salud Pública (ISP) respecto a la misma.
Por el momento, desde la agrupación señalan que tienen capacidad para traer hasta 25 millones de vacunas, las cuales llegarían en un proyecto a largo plazo, durante los próximos cinco años. Además, señalan que a futuro pretenden tener su propio centro de vacunación en la Clínica Amistad. “Esto es todo parte del proyecto de salud que tenemos pensado para Chile”, rematan.
La vacuna desarrollada por el laboratorio chino Shenzhen Kangtai Biological Products ya ha sido implementada e inyectada en millones de personas en China, toda vez que el pasado 15 de mayo, el gobierno de dicho país aprobó su uso de emergencia, convirtiéndose así en la sexta vacuna autorizada por el gigante asiático.
Según señalaron desde la compañía, la vacuna no reportó eventos adversos con una intensidad de grado 3 o superior en las dos primeras fases de sus ensayos clínicos y su investigación, desarrollo e industrialización avanza sin problemas. Es más, una planta de fabricación de vacunas construida en el distrito de Nanshan de Shenzhen, en la provincia meridional de Guangdong, en China, está a cargo de su producción.
Fuente: dfmas.df.cl