Un diputado argentino ha presentado un proyecto de ley para que los trabajadores puedan elegir el cobro de sus salarios en bitcoins.
La creciente popularidad del bitcoin ha avivado el debate sobre su uso en países especialmente afectados por la hiperinflación. Las soluciones planteadas adquieren en algunos casos signos casi opuestos.
A mediados del pasado mes de abril, justo cuando la mayor de las criptomonedas tocaba techo al borde de los US$65.000, las autoridades de Turquía decretaron la prohibición de utilizar el bitcoin como método de pago, ya fuera de bienes o servicios. Este veto se extendía a todas las criptomonedas y criptoactivos existentes.
La inflación de 16% que registraba Turquía en el momento del anuncio de la prohibición y el desplome que experimentaba su divisa, la lira turca, habían disparado la demanda de bitcoins por parte de sus ciudadanos como método de pago alternativo a la lira.
La prohibición adoptada por Turquía para proteger su divisa extendía el temor a que otras economías lastradas por la hiperinflación siguieran sus pasos. Tres meses después, lejos de barajar una línea dura similar a la de Turquía, Argentina debate ‘oficializar’ el bitcoin como método de cobro de salarios.
El diputado José Luis Ramón, jefe del partido Unidad Federal para el Desarrollo, uno de los grupos minoritarios de la Cámara de Diputados, ha presentado esta semana un proyecto de ley para que los trabajadores puedan elegir el cobro total o parcial de sus salarios en bitcoins. La medida supondría además que los trabajadores que prestan servicios en el exterior, debido a que las criptomonedas no se consideran divisas extranjeras, no deberían convertir sus ingresos a pesos argentinos.
La iniciativa pretende ofrecer «un mecanismo moderno para conservar el poder adquisitivo de su remuneración», en un país acuciado por el desplome de su divisa, el peso argentino, y por una inflación descontrolada, de 48,8% interanual el pasado mes de mayo.
El proyecto
El proyecto de ley presentado en Argentina no aspira a alcanzar la dimensión de la ‘institucionalización’ del bitcoin adoptada en El Salvador, convertido hace un mes en el primer país en aprobar el bitcoin como moneda de curso legal. Pero una eventual aprobación supondría un nuevo respaldo a la criptomoneda, inmersa en un bache en su cotización mucho más prolongado de lo habitual en los últimos tiempos.
Hiperinflación y caídas del peso ya eran dos de las coyunturas económicas más destacadas cuando Argentina se convirtió en inspiración para la futura creación de Coinbase, el mayor mercado de negociación de criptomonedas de Estados Unidos, y que en su histórico estreno en Wall Street llegó a alcanzar los US$100.000 millones de capitalización.
Brian Armstrong, fundador de Coinbase y considerado por algunos especialistas en el sector como el ‘Elon Musk de las criptomonedas’, pasó una temporada en Argentina después de finalizar los estudios, y fue en este país donde vio la luz con el mundo de las criptomonedas. Según sus palabras, «fue una experiencia interesante ver el sistema financiero de un país como Argentina, que había pasado por la hiperinflación», y allí fue donde descubrió que el carácter transaccional de estas divisas digitales, emergentes por entonces, les permitía estar a salvo de crisis nacionales como la registrada en Argentina y de bandazos como los que sufría el peso argentino.
La escasa representación en la Cámara de Diputados del partido promotor del proyecto de ley para poder cobrar los salarios en bitcoins dificulta que salga adelante la iniciativa. No obstante, su tramitación vuelve a poner el foco en el debate sobre qué línea adoptan sobre las criptomonedas las economías más afectadas por la hiperinflación.
Fuente: larepublica.co