Contratar a una «amiga» para zafar sumario: La denuncia contra fiscalizadores de Salud en Maule

Una grave denuncia realizó una empresa agrícola luego de acusar a dos fiscalizadores de la Seremi de Salud del Maule de “sugerir” la contratación de una prevencionista “amiga” para zafar de un sumario sanitario.

Ese lunes amaneció despejado con un sol radiante en la comuna de Pelarco, sin embargo, una inesperado chaparrón caería sobre la empresa agrícola Hortiperez, luego de la llegada de una pareja de fiscalizadores de la Seremi de Salud.

Era temprano, cerca de las ocho y media de la mañana, cuando se dejaron caer para realizar una fiscalización sorpresa a las medidas de prevención por el covid-19.

Según la denuncia presentada en Fiscalía, tras una sospechosa y muy meticulosa inspección, donde acusaron un pésimo trabajo del prevencionista de la empresa, asegurando entre otras cosas que “hay que hacer la pega bien”, o “cómo se le fue a pasar esto”, finalmente los fiscalizadores decidieron aplicar las más graves sanciones: una multa y un sumario sanitario en contra de la empresa.

La “sugerencia”

Hasta ahí todo parecía estar dentro de un marco de legalidad, no obstante, en medio de la conversación donde se les informaba la medida, una de las fiscalizadoras le pidió al dueño hablar un momento a solas.

En esa reservada conversación, la funcionaria le habría asegurado que su situación era “compleja”, pero que sin embargo le tenía la “solución” al problema, ya que conocía a “una amiga” que es prevencionista de riesgos que lo podría asesorar y hacer los descargos pertinentes para que no tuviera que pagar la multa y dejar sin efecto el sumario.

Incluso, le adelantó que los pondría en contacto para que la contrataran, en vez del prevencionista que actualmente trabajaba para la empresa.

Tras retirarse, la pareja de fiscalizadores cruzó a otra empresa agrícola instalada en el sector, donde se vivió una situación similar, sólo que esta vez las infracciones habrían sido por el estado en que estaba la casa del cuidador, hasta donde ingresaron para inspeccionar su refrigerador, su cama y el baño.

Además, incluyeron a un perro y a un gato que se veían desnutridos, por lo que el dueño debía comprometerse a comprarles alimentos de una determinada marca comercial y enviar una imagen para corroborar la compra, pese a que desde la empresa aseguraron que eran animales abandonados que se mantenían ahí.

Tras hacerle firmar el acta, nuevamente la fiscalizadora le ofreció los servicios de su “amiga” como prevencionista, para “solucionar” los supuestos problemas que tenía su empresa y quedar sin sanción.

Unos días más tarde, la fiscalizadora le envió un mensaje vía Whatsapp para preguntar si es que habían tomado contacto con su amiga y consultando por el alimento para los animales, según consta en capturas de pantalla entregadas a BioBioChile.

Fuente: biobiochile.cl