Hasta ahora se ha registrado una caída de 550 milímetros, superando por lejos el promedio de 100 mm de los últimos 5 años y permitiendo así que el río Claro volviera a su estado normal.
Según un informe emitido por los guardaparques de la Corporación Nacional Forestal (Conaf) del Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado (Snaspe), ubicada en la Región del Maule, los caudales de los cursos hídricos del Parque Nacional Radal Siete Tazas han logrado una recuperación gracias a la caída – hasta el día de ayer – de alrededor de 550 milímetros de aguas lluvias.
“A esta altura, los últimos cinco años, estaba cayendo en el lugar alrededor de 450 milímetros y ahora ya tenemos 550 milímetros y aumentando, lo que permitió que el río Claro volviera a su estado normal”, afirmó el director de Conaf Región del Maule, Marcelo Mena. “Ahora hay que esperar que también la caída de nieve, que es el reservorio para el periodo estival”.
Hace más de una década que ya se viene registrando una disminución de precipitaciones y caída de nieve en el lugar. Según los registros de Conaf, en un año normal en el Parque Nacional Radal Siete Tazas, caen aproximadamente entre 1.800 y 2.000 mm (en la década del 2000) y a partir de la mega sequía que está afectando a la zona central del país en los últimos 5 años no se ha sobrepasado los 700 mm, situación que significa un déficit histórico de más de un 70%.
Lo más importante para mantener el caudal durante los meses de verano es la caída y acumulación de nieve y el año 2019 sólo nevó en unas siete ocasiones, y en ninguna de esas nevazones se sobrepasó los diez centímetros, por lo cual no hubo acumulación de nieve ya que siempre se derritió antes que se pudiese juntar con la siguiente nevada.
En las partes más altas de la cordillera, que son los depósitos que abastecen el río, la acumulación también fue escasa, y según observaciones de los guardaparques, dentro de la unidad, esta acumulación no alcanzo el 25% de lo que era normal, respecto a antes de la sequía, razón por la cual el caudal del río bajó considerablemente el verano pasado.
Para el jefe del Departamento de Áreas Silvestres Protegidas de Conaf Región del Maule, Felipe Barrios, lo más importante ahora junto con que aumente la caída de agua lluvia y de nieve, que ya se hizo presente en el lugar, es que “la nieve pueda acumularse en las zonas altas del parque nacional, porque son esos depósitos los que permiten mantener el caudal del río Claro durante el periodo estival”.
Además destacó que los guardaparques de Conaf en esta unidad, encabezados por el administrador de esta área protegida, Aldo Reyes, continuarán monitoreando la situación y se podrá comprobar si se está dando acumulación de nieve en los sectores altos, ya que han confirmado que la isoterma está baja y está cayendo nieve y aguanieve en distintos sectores de este parque nacional.
De mantenerse una buena proyección de agua y nieve en el sector, junto con los caudales hídricos y vertientes, se espera que se pueda también revertir el estrés hídrico que estaba sufriendo el bosque nativo que se protege en esta unidad.
Fuente: latercera.com