La estrecha y cuestionada relación de Beijing con la Organización Mundial de la Salud en la crisis del Covid-19 devela cómo la nación asiática tiene un rol protagónico en diversos organismos de la ONU. Bajo dirección china está la Agencia de Alimentos y Agricultura (FAO), el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales (DAES), la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), y la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT). Desde comienzos de abril, China integra un panel de expertos del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, entidad que trabaja a la par con la Alta Comisionada para los DD.HH. Michelle Bachelet.
«UN Watch pide al Secretario General de la ONU, Antonio Guterres y a la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet que denuncien la designación de China, y que se pongan del lado de las víctimas de violaciones contra los derechos humanos». El 2 de abril, Hillel Neuer, director ejecutivo de UN Watch -ONG de Derechos Humanos con sede en Ginebra- hizo este llamado tras la confirmación, el 1 de abril, de la designación del funcionario chino, Jiang Duan, como integrante del Grupo Consultivo del Consejo de Derechos Humanos (CDH).
La entidad es clave en la labor de DD.HH. pues siendo parte de ese panel, el representante de China, junto a otros 4 integrantes, tendrá injerencia en la elección de investigadores del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en materias como libertad de expresión, salud, desapariciones forzadas y detenciones arbitrarias.
Jiang Duan es actual ministro de la misión china en Ginebra, fue nominado por los países del Asia Pacífico y aceptado por la ONU. Algo que inquietó a las ONG ligadas a los Derechos Humanos. «Es absurdo e inmoral que la ONU permita que el gobierno represivo de China tenga un rol clave en la elección de funcionarios que le dan forma a los estándares de derechos humanos y que reportan violaciones en todo el mundo», agregó Neuer.
El Consejo de Derechos Humanos trabaja a la par de la Oficina de la Alta Comisionada de los DD.HH. de la ONU, cargo que actualmente ocupa Michelle Bachelet. Por ejemplo, tiene atribuciones para instruirle realizar informes específicos por casos de violaciones a los derechos fundamentales, como hizo en 2018 con Venezuela. Por su parte, la Oficina de la ex Presidenta tendría la potestad de impulsar reformas a dicho consejo. De hecho, tiene una división que trabaja con el CDH y es la encargada de elaborar un informe ante el Examen Periódico Universal de cada país.
UN Watch advierte la gravedad de esta designación, especialmente tras la crisis mundial desatada por el Covid-19. «Mientras el mundo sufre hoy la pandemia letal del coronavirus que se extendió rápidamente por Wuhan mientras China silenciaba a doctores, periodistas y a otros ciudadanos que intentaron hacer sonar la alarma, ¿con qué lógica puede el régimen de Beijing estar involucrado en la elección del próximo monitor global de la ONU sobre Derecho a la Salud?”.
La interpelación que se le hace a la Alta Comisionada se une al planteamiento que diversas voces han hecho para que su oficina investigue el actuar del régimen chino en la pandemia. Por ejemplo, en el medio estadounidense Político se señala: «Estados Unidos y países de ideas afines podrían pedir a la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos que realice una investigación independiente sobre el silenciamiento y la detención del fallecido Li Wenliang, el médico de Wuhan que inicialmente dio la voz de alarma sobre el virus».
Hasta ahora, el régimen liderado por Xi Jinping, tiene una cuestionada relación con laOrganización Mundial de la Salud (OMS). Su director general, el etíope Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha elogiado el actuar de Beijing frente al coronavirus, a pesar de las críticas internacionales.
El poderío económico y una estratégica diplomacia le han permitido a China liderar las más influyentes agencias que son parte de Nacionales Unidas.
Las redes chinas en la ONU
Influencia en el área de alimentos, telecomunicaciones, aviación civil y desarrollo económico se ve en diversas agencias de las Naciones Unidas que son encabezadas por funcionarios chinos.
Qu Dongyu, ex viceministro de Agricultura de China, es desde 2019 el Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Es primera vez que un chino logra esa posición. Su rol es clave pues, según describe un reportaje de Foreing Policy, «le corresponde decidir junto con el secretario general de la ONU, quién será el próximo líder del Programa Mundial de Alimentos, una agencia de la ONU dirigida por Estados Unidos que aborda la hambruna mundial. y problemas de inseguridad alimentaria. Qu tendrá la autoridad para firmar todos los nombramientos de personal de alto nivel en la agencia, lo que complica los futuros esfuerzos de los Estados Unidos para mantener su papel dominante allí». Además, es un puesto estratégico para el megaproyecto de Beijing de la nueva Ruta de la Seda.
A cargo de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), agencia de la ONU que establece estándares técnicos para las redes comunicaciones, está Zhao Houlin como su secretario general, cargo en el que fue reelecto en 2018. Antes de llegar a la UIT, trabajó como ingeniero en el Instituto de Diseño del Ministerio de Correos y Telecomunicaciones de China. Según se plantea en Político, desde su puesto ha impulsado que Huawei sea el proveedor de equipos de telecomunicaciones 5G en todo el mundo. En medio de las críticas de Estados Unidos contra la empresa china, Zhao Houlin se encargó de defenderla.
Otra alta autoridad del gobierno chino está instalada en el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU (DAES). En 2017, Guterres designó a Liu Zhenmin como Secretario General Adjunto de dicha agencia. Anteriormente fue vice Ministro de Asuntos Exteriores en China. Según las Naciones Unidas, DAES «constituye el pilar de desarrollo de la Secretaría de la ONU». Se encarga de «trasladar los compromisos asumidos a nivel mundial en el ámbito económico, social y medioambiental a las políticas y actuaciones nacionales. Además, Liu Zhenmin asesora al Secretario General de las Naciones Unidas en temas relacionados con el desarrollo, el cambio climático, gobernanza de internet y financiación al desarrollo.
Por 20 años la actual Secretaria General de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), de la ONU, Fang Liu, se desempeñó en la Administración General de Aviación Civil de China. Actualmente la agencia de la ONU, encargada de «administración y velar por la aplicación del Convenio sobre Aviación Civil Internacional» está en entredicho pues, según se ha acusado, ha bloqueado a Taiwán de los protocolos de información del coronavirus. Esto le trajo críticas de diversos sectores, entre ellos el Congreso y el gobierno de Estados Unidos.
El Departamento de Estado de EE.UU. condenó también su actuar. «Estados Unidos está profundamente preocupado por las acciones tomadas por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) por suprimir la libertad de expresión y restringir la discusión importante sobre el papel legítimo de Taiwán en asuntos internacionales. Bloquear a los usuarios de Twitter que hacen referencia a la participación de Taiwán en organizaciones internacionales, particularmente dada la respuesta global a la crisis del coronavirus, es indignante, inaceptable y no corresponde a una organización de la ONU».
Fuente: ellibero.cl