La estrategia de defensa del ex militante UDI en el juicio oral consistió en asegurar que su modo de financiamiento era una «práctica generalizada» y que la empresa Corpesca no fue la única que le dio dinero, sino que otras siete también lo hicieron. Su tesis señala que la solicitud de dinero no era para comprometer futuras votaciones, sino para financiar campañas. Sin embargo, la fiscalía asegura que Corpesca digitó la participación del imputado por fraude al Fisco, cohecho y delitos tributarios, en la tramitación de la Ley de Pesca mediante aportes mensuales.
En el marco del caso Corpesca, el ex senador Jaime Orpis reveló detalles del financiamiento ilegal de la política. En su declaración en el Tercer Tribunal Oral de Santiago, Orpis partió diciendo que «uno mismo tenía que generarse financiamiento para las campañas».
En esa línea, su estrategia de defensa consistió en demostrar que la empresa Corpesca no fue la única que le dio dinero, sino que otras siete también lo hicieron. Su tesis señala que la solicitud de dinero no era para comprometer futuras votaciones, sino para financiar campañas. Sin embargo, la fiscalía asegura que Corpesca digitó la participación de Orpis en la tramitación de la Ley de Pesca mediante aportes mensuales.
Las otras empresas que también financiaron al entonces senador fueron: Quiborax, Entel, SQM, GTD Teleductos, Costanera SACI, Agrícola Tarapacá (holding Ariztía) e Inversiones Santa Macarena.
«El financiamiento era completamente incierto. Se había modificado la ley y por primera vez era otorgado por aportes reservados de las empresas», dijo en su declaración que partió a las 9:20 de la mañana de este lunes.
«Me dio, su señoría, Entel, Costanera, GtD», agregó Orpis, al tiempo que afirmó que «en el caso de Entel me reuní con Richard Büchi, si mal no recuerdo en el edificio empresarial en Santiago. En el caso de Quiborax fue con Alan Fox».
«Me tocó conocer a don Manuel Ariztía en Iquique. Le pedí una reunión que se desarrolló en Melipilla. En el caso de Costanera, me reuní con Alfonso Swett padre, en su oficina. En el caso de GTD me reuní con Carlos Casanueva en la oficina de la calle Huérfanos». En tanto en el caso de SQM, tal y como pasó con el resto de los políticos, se reunió con Patricio Contesse.
En cuanto a Corpesca, aseguró que el aporte fue de 3 o 4% a su fundación Esperanza. Además, señaló que su relación con la empresa viene de antes de Francisco Mujica, ex gerente general condenado por soborno en un proceso abreviado.
En cuanto a las cantidades, reveló que «Soquimich fueron $4.5 millones, en el caso de Entel fueron $10 millones. En el caso de Quiborax fueron $15 millones».
El motivo de revelar estos aportes fue para enfatizar que todas fueron aportes de campaña, y no para «comprar su conciencia».
Vale recordar que Jaime Orpis está imputado por el Ministerio Público por los delitos de cohecho, fraude al Fisco y delitos tributarios -en el marco del Caso Corpesca- por lo cual solicitan una condena de 21 años de cárcel.
«Fue una práctica generalizada»
En su declaración, Jaime Orpis relató que como jefe político del partido en la región tuvo que asumir el trabajo para conseguir financiamiento de los distintos candidatos en la zona, dado que la colectividad aportaba sólo el material gráfico.
En esta línea, aseguró que el financiamiento de parte de estas empresas «fue una práctica generalizada» para solventar las precampañas, ante la demora que se producía en la entrega de los recursos por parte del Servel.
“Por primera vez se contemplaba el financiamiento reservado. (Pero) los aportes de las empresas primero eran inciertos, no se sabía quién, cuándo ni cuánto. Estos aportes se iban al Servel y el Servel los depositaba en las cuentas de los candidatos a partir de 60 antes de la elección. La elección fue el 13 de diciembre. Por lo tanto, los aportes podían comenzar a realizarse a partir del 13 de octubre de 2009, que es la recta final, siendo que en septiembre ya todas las candidaturas estaban desplegadas», indicó.
La información es de: elmostrador.cl