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La escena del lonco Aniceto Norín y Jorge Luchsinger Mackay sentados en una misma mesa junto al ministro de Desarrollo Social, Alfredo Moreno, marcó el inicio de algo nuevo en La Araucanía. En esa imagen de fines de julio quedaba representado el encuentro de dos sectores, en apariencia, ubicados en veredas opuestas, que hacían un llamado por la paz y por el desarrollo de la zona.
La cita de sumó a innumerables acercamientos del gobierno con líderes y comunidades mapuches que fueron la antesala del lanzamiento del Plan Araucanía, a fines de septiembre. Reconocimiento de pueblos originarios, representatividad y desarrollo económico eran sus principales ejes que encontraron apoyo transversal. Se daba así el primer paso de un largo camino. Pero el 14 de noviembre todo quedó en suspenso. El operativo del Gope en Temucuicui que terminó con la vida del comunero mapuche Camilo Catrillanda, dejó todo en vilo. “No podemos perder todo lo avanzado”, dijo entonces Moreno junto con lamentar la muerte de uno de los líderes de Temucuicui. Recién, hace una semana, se retomó el diálogo en La Araucanía.
El ministro Alfredo Moreno ha sido uno de los protagonistas de todo el proceso y repasa con El Líbero uno de los hechos que marcaron 2018 y que seguirá en agenda en 2019. “Veo en la región un enorme deseo de tener paz, progreso, desarrollo; de cambiar el curso de los acontecimientos de lo que ha sucedido en La Araucanía ya por tanto tiempo”.
-Hace unos días usted tuvo una serie de reuniones en La Araucanía en lo que muchos vieron como la reactivación del diálogo. ¿Qué se logró en su último viaje a la zona?
-En últimos días que fui a La Araucanía, luego de lo sucedido con la muerte de Camilo Catrillanca, lo que hemos hecho es reiniciar las conversaciones y el diálogo con los diferentes sectores, agricultores, víctimas, comunidades mapuches, distintos credos religiosos. Todas las personas y todos los grupos que tienen interés en el desarrollo de la región.
-¿Hubo un avance? ¿Se definieron metas para empezar a reimpulsar el plan?
-El plan tiene sus metas, ya fue presentado por el Presidente en la propia Araucanía. Tiene modificaciones legales en materias políticas y vamos a enviar en los próximos días las modificaciones al proyecto de ley del Ministerio de Pueblos Indígenas. Lo mismo con el proyecto de ley con el Consejo de los Pueblos y ya está aprobado el Presupuesto de la nación que incluye un aumento muy importante de los recursos de La Araucanía a partir del 2019. Serán 8 mil millones de dólares de inversión pública, tanto regional como de los ministerios en los próximos 8 años. Así que las distintas etapas y los distintos pasos que tenemos que dar para cumplir el plan que hemos señalado están caminando.
Lo que hemos hecho es reiniciar las conversaciones y el diálogo con los diferentes sectores, agricultores, víctimas, comunidades mapuches, distintos credos religiosos. Todas las personas y todos los grupos que tienen interés en el desarrollo de la región”.
¿En algún momento usted pensó que la muerte de Camilo Catrillanca, y las aristas del caso, paralizaría definitivamente los acuerdos, y que todos los esfuerzos se iban a perder de alguna manera?
-No. Veo en la región un enorme deseo de tener paz, progreso, desarrollo; de cambiar el curso de los acontecimientos de lo que ha sucedido en La Araucanía ya por tanto tiempo. Me parece que todos los grupos, más allá de las dificultades, están en ese espíritu.
Me parece muy valioso este trabajo donde ellos hacen aporte y por supuesto lo vamos a mirar con mucho interés” (sobre propuesta de la Confederación Económica Mapuche).
-Hace una semana, la Confederación Económica Mapuche entregó 134 observaciones y 35 propuestas al Plan Impulso Araucanía. ¿Existe tiempo para incorporarlas al plan cuando ya está en marcha?
-Las hemos recibido, las vamos a estudiar con mucho cuidado. Esto nació de un seminario en el cual me tocó participar a mí y a otras personas del gobierno junto con muchas comunidades. Me parece muy valioso este trabajo donde ellos hacen aporte y por supuesto lo vamos a mirar con mucho interés.
La situación de las víctimas es de las peores consecuencias que ha tenido el conflicto en La Araucanía. Son personas que han perdido bienes, sus casas, en algunos casos han tenido que lamentar la pérdida de la vida de seres queridos, así es que ellos tienen que estar primeros en la consideración”.
-¿Hay posibilidad de conversar con la CAM, con los líderes de la Temucuicui o Aucán Huilcamán?
-Yo con Huilcamán me he juntado en un par de oportunidades y, como hemos dicho, podemos juntarnos con todos. Nuestro interés sería ojala trabajar con todos, la región es de todos y a todos nos interesa. Los únicos que se autoexcluyen son aquellos que prefieren la violencia al diálogo, porque la violencia es exactamente lo opuesto al diálogo. Cuando la gente se sienta a conversar es precisamente porque respeta la opinión de las personas, porque cree que hay algo que quizás puede aprender de la opinión del otro. Las personas que están con la violencia son justo lo contrario, piensan que su opinión es tan superior a la del resto que ni siquiera vale la pena escucharlo y hay que imponer por la fuerza lo que tienen que hacer. Con excepción de eso, están todos en la mejor disposición para trabajar con todas las personas que quieran dialogar y que estén interesados en el bienestar y el futuro de la región.
–Víctor Ancalaf fue una de las personas que estuvo colaborando con ustedes en el principio, pero después del caso Catrillanca se restó. ¿Él también está volviendo a hablar con ustedes? Incluso había un proyecto para hacer un parque eólico a partir de 2019 en sus terrenos.
-Hay diversas comunidades, proyectos de inversión, y no solamente en esa comunidad, sino en muchas existe el interés de poder desarrollarlos. A veces las normas y las condiciones no lo han hecho posible hasta ahora, pero es de interés nuestro y de las comunidades hacer las modificaciones convenientes.
-Las víctima de la violencia rural, agricultores, empresarios, transportistas, se quejan que la mayoría de la atención se centra hacia los pueblos originarios y no se dan respuestas suficientemente efectivas para ellos…
-La situación de las víctimas es de las peores consecuencias que ha tenido el conflicto en La Araucanía, son personas que han perdido bienes, sus casas, en algunos casos han tenido que lamentar la pérdida de la vida de seres queridos, así que creo que ellos tienen que estar primeros en la consideración. El Plan incluye distinta formas en las cuales se puede colaborar para que las distintos tipos de víctimas que han sufrido daños, puedan acceder a instrumentos de reparación. Hay preocupación porque algunos han funcionado bien y hay otros que han sido más burocráticos y, por lo tanto, tenemos que ver cómo podemos resolver esto de manera más ágil y eficiente.
En Venezuela, sus ciudadanos están viviendo una verdadera tragedia, no creo que sea nada que podamos estar mirando los chilenos para resolver problemas que son absolutamente chilenos”.
-¿El pueblo mapuche distingue entre lo que sucedió con carabineros y el resto de los esfuerzos que se están llevando a cabo por otras vías? ¿O ven que todo es lo mismo?
-Es lamentable la muerte de Camilo Catrillanca y todo lo que ha sucedido posteriormente con el ocultamiento de información. El gobierno ha hecho todos los cambios, ha sido plenamente transparente, rápido y decidido en tomar las medidas que corresponden. En lo que respecta al trabajo entre la gente de la región -ya sean comunidades mapuches o no mapuches- y el Estado, creo que las personas aprecian que hay un gobierno que está realmente interesado en la región. Un gobierno que, desde el primer momento, ha puesto el tema como prioridad, que ha llamado a un acuerdo nacional en esta materia, mucho antes del caso Catrillanca. Tenemos un equipo de 11 ministerios, el gobierno regional, y todos quienes corresponda, en sacar adelante la región, precisamente por que es la que tiene más dificultades y que más lo necesita. Por eso ponemos ahí el acento.
-En El Líbero publicó reportajes sobre la influencia de Cuba y Venezuela en La Araucanía. Más tarde apareció el líder de la CAM, Héctor Llaitul retratado con autoridades venezolanas. ¿El gobierno está tomando medidas al respecto?
-No, no estamos tomando medidas. Pero ya lo he señalado, es un tema entre chilenos, un tema que hay que resolver en Chile y me parece que Venezuela no es ejemplo para nadie el día de hoy. Sus ciudadanos están viviendo una verdadera tragedia, no creo que sea nada que podamos estar mirando los chilenos para resolver problemas que son absolutamente chilenos.
