Hoy el ministro de Desarrollo Social Alfredo Moreno llegará a la IX Región para afinar los últimos detalles del Plan Impulso Araucanía. Se reunirá con líderes locales y comunidades mapuches. Hasta ahora, las potencialidades para el turismo y la agricultura no van de la mano con los resultados de la encuesta Casen, que indican que, de nuevo, esta es la zona más pobre de Chile.
Tener innumerables recursos naturales, tierras fértiles, zonas boscosas, borde costero, lagos cristalinos y paisajes de postal que cautivan a nacionales y extranjeros no siempre es sinónimo de riqueza. La Araucanía es ejemplo de ello. Los resultados de la encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen) 2017 ratificaron lo que ya se sabía: la IX Región es la más pobre de Chile, tanto en ingreso como por factores multidimensionales. Las alarmas suenan más fuerte ante lo que sí fue una revelación: la tasa de pobreza de ingreso en La Araucanía (17,2%) dobla al promedio nacional (8,6%).
A los habitantes de la zona se les acaba la paciencia y se preguntan cuándo va a mejorar la situación. “Creo que es el momento. Los chilenos somos todos, mapuches y no mapuches. Somos un país con diferentes culturas, obviamente, pero tenemos que unirnos para aprovechar que este gobierno se está interesando por la región para buscar soluciones a los conflictos que por tanto tiempo nos han afectado. La Araucanía es una zona muy rica, pero se convirtió en tierra de nadie hasta que al final se escapó de las manos de la autoridad. Todos los gobiernos están en deuda”, advierte Gustavo Valenzuela, presidente de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo de Temuco.
Hoy el ministro de Desarrollo Social Alfredo Moreno llegará a La Araucanía para reunirse con comunidades mapuches y continuar con la agenda de Diálogos por la Paz. Se quedará hasta mañana tras sostener un encuentro con líderes locales para afinar el Plan Impulso y continuar trabajando en el Acuerdo Nacional por La Araucanía.
Las expectativas de crecimiento económico de Chile se ubican entre las más altas de América Latina y la mayoría de los indicadores económicos domésticos apuntan al alza. Entonces, ¿por qué tales resultados no se manifiestan en el centro del país?
“La razón es bastante clara”, responde el senador deEvópoli Felipe Kast. “Es una región donde por mucho tiempo la violencia ha logrado que la inversión en la región sea prácticamente nula. Tenemos cero inversión extranjera y cuando el Estado no es capaz de garantizar la paz, finalmente, los que sufren son las familias más vulnerables”.
Los diputados de la zona Mario Venegas (DC) y Ricardo Celis (PPD) aluden a razones históricas. Celis, que fue intendente en la región entre 2003 y 2006, refiere la complejidad de la relación entre el Estado y los pueblos indígenas: “El apoyo que hace el Estado para su desarrollo es desigual. Esta situación viene de muchos años y se ha ido acentuando en este último tiempo porque nuestros pueblos originarios, los mapuches, viven en una situación de abandono”.
Venegas, por su lado, señala que al hablar de “terrorismo” lo único que se logra es profundizar las desigualdades y desconocer las demandas históricas que han llevado a esta situación. “El calificativo de terroristas no ayuda. Tiene que haber un verdadero diálogo político y cambiar la forma en la que hasta ahora se han abordado los problemas”. Las consecuencias ya se manifiestan. De acuerdo con el estudio Trends-GTCE, elaborado por la Federación de Empresas de Turismo (Fedetur) -citado por “El Mercurio”-, el gasto de turistas extranjeros en La Araucanía cayó 38,7% en lo que va de 2018.
Seis o siete planes para La Araucanía se han diseñado en los últimos años. Ahora estará en marcha el Plan Impulso, bajo la coordinación del ministro de Desarrollo Social. La elaboración del conjunto de medidas ha contado con la participación de las carteras de Economía, Agricultura, Salud, Obras Públicas y Bienes Nacionales. El intendente de La Araucanía, Luis Mayol, lo presentó en La Moneda el pasado 22 de agosto y se espera que se haga público la próxima semana.
“El plan permitirá atraer inversión a la región, lo que traerá consigo un mejor desarrollo y más oportunidades laborales Lo anterior permitirá mejorar la calidad de vida de los habitantes”, comenta Alejandra Candia, subsecretaria de Evaluación Social.
“La tasa de pobreza por ingresos en La Araucanía ha disminuido desde 48,5% en 2009 a 17,2% en 2017. Sin embargo, sigue siendo la región más pobre de Chile tanto por ingresos como multidimensional, medición que en el último período se estancó”, agrega Candia y asevera que es necesario poner mayor atención en estas zonas, robustecer la economía y crear más y mejores empleos.
“La Ley Indígena se ha transformado muchas veces en un obstáculo”
La pobreza también se explica en otras causas como el acceso al agua y las carencias en infraestructura vial. Hay más de 12.000 kilómetros de caminos que no están enrolados; por ejemplo. Luciano Rivas, presidente de la Multigremial de la Araucanía, señala que las políticas públicas han sido mal enfocadas y por eso no se observan resultados positivos. Una de estas políticas, comenta, sería la restitución de tierras, a cargo de la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (Conadi).
“Quienes las reciben no tienen ninguna posibilidad de emprender, ya que la Ley Indígena les prohíbe arrendar, hipotecar y mucho menos ser sujeto de crédito para tratar de tener cualquier tipo de negocio”, argumenta Rivas. “La Araucanía empezó con la Ley Indígena hace más de 20 años. Van más de 800.000 hectáreas entregadas y la verdad es que a la mayoría las han sacado del sector productivo. Este es un tema que se debe analizar”.
Jorge Retamal, director nacional de Conadi, asevera que la improductividad de las tierras no es la única razón para la pobreza, pero admite que a través del Plan Impulso se está buscando su reactivación a través de alianzas o acceso a créditos. “La Ley Indígena se ha transformado muchas veces en un obstáculo porque no permite poner esas tierras en garantía. Eso es parte de los anuncios que se hará y en esto Corfo va a cumplir un rol fundamental. Lo importante es coordinar con instituciones como el Banco del Estado, para que este pueda otorgar créditos, con garantía a Corfo. Esas cosas se van a ir anunciando en los próximos días”.
Retamal agrega que el Plan Impulso se centra en tres temas que son fundamentales: la reconversión de la región de La Araucanía al área frutícula, el acceso a energías renovables y centros de turismo administrados por indígenas.
Justamente, las propuestas hechas por la Multigremial al plan se orientan a potenciar el sector frutícula, el turismo y las inversiones a nivel regional. Gustavo Valenzuela de la Cámara de Comercio de Temuco insiste en la importancia de atraer la inversión privada, a través de la promoción del Parque Industrial La Araucanía que, a su juicio, no está siendo bien aprovechado pese a estar ubicado en una zona protegida del conflicto.
“Es una buena señal que el gobierno haya venido a La Araucanía a conversar directamente aquí. Para nosotros, es necesario que haya seguridad y franquicias tributarias importantes, además de incentivos para contratar a mano de obra mapuche”, sostiene Valenzuela.
Para el dirigente mapuche Aniceto Norín -que tuvo un rol protagónico en los llamados de paz en la zona junto a la familia Luchsinger Mackay- desarrollar los caminos y el acceso al agua son deudas históricas. Dice que sin eso será imposible mejorar. Subraya que otro punto importante es el reconocimiento constitucional de los pueblos originarios y escaños asegurados en el Congreso.
Senadores y diputados consultados están de acuerdo en que la Ley Indígena es un instrumento que debe revisarse. Sin embargo, Celis es categórico: “Debiera revisarse en todos sus aspectos menos en las prohibiciones a enajenar o arrendar”. Venegas también considera que modificar ese aspecto estaría rechazado de plano, ya que esa es la manera de proteger la tierra.
“No hay incentivo que funcione si tenemos problemas de violencia”
En los últimos cinco años la región ha tenido seis intendentes. El diputado por Evópoli Andrés Molina fue uno de ellos. Ocupó el cargo entre 2010 y 2014. Opina que el cambio constante de autoridades ha generado problemas de gestión que no han permitido el desarrollo de las potencialidades de la zona debido a la rotación acelerada de personal. “No hemos sido capaces de ejecutar los presupuestos a nivel público”. Informa además que el gasto total de la región se calcula en 1.600 millones de dólares al año, de los cuales 800 millones de dólares corresponden a inversión; y la meta con el Plan Impulso es llevarla a 1.000 millones de dólares.
En su opinión el turismo debe ser el gran motor de la zona. Para Molina, “la pobreza no distingue entre mapuches y no mapuches, tenemos muchos pequeños agricultores que hoy en día están sufriendo”. Agrega: “Aquí hay un tema que tiene que ver con una postergación, con un no entender que la región requiere mecanismo que sean incentivos, pero no hay incentivo que funcione si tenemos problemas políticos o problemas de violencia que se alojan o tratan de explicarse a través de problemas políticos. Si eso continúa, por más que hagamos esfuerzos en lo económico nadie va a invertir donde tenga intranquilidad personal, física o de su propia empresa”.