El tribunal decretó 90 días para la investigación del caso que, según las primeras indagaciones de la policía, se habría originado porque Sepúlveda se enojó tras perder un vuelo y una maleta.
Con arresto domiciliario total, arraigo nacional y prohibición de acercarse al aeropuerto quedó Franco Sepúlveda Robles, de 29 años, luego que esta tarde fuera formalizado en el Centro de Justicia de Santiago por los llamados anónimos en que ayer alertaron con avisos de bomba en distintos vuelos que habían despegado desde el país.
El tribunal decretó 90 días para la investigación del caso que, según las primeras indagaciones de la policía, se habría originado porque Sepúlveda se enojó tras perder un vuelo y una maleta.
En la audiencia la fiscal María Teresa Herrera le levantó cargos por los delitos de amenazas, aviso falso de bomba e infracción a la Ley de Seguridad Interior del Estado, en carácter de reiterado, ya que habría efectuado 11 llamados.
Según detalló la fiscal Herrera, todas las llamadas se habrían efectuado desde un mismo aparato telefónico, al que se le pusieron dos tarjetas.
Sepúlveda llegó a Santiago esta mañana en un avión de Carabineros que lo trasladó desde Antofagasta, donde fue detenido por la policía. Fue capturado mediante georreferencia de su celular.
En la captura de este sujeto hay controversia, ya que el director general de la PDI, Héctor Espinosa, dijo que fueron ellos los que lo detuvieron en en el norte, y que por instrucciones de la Fiscalía lo entregaron al OS9 de Carabineros. Hoy temprano, el OS9 de Carabineros se atribuyó la detención.